𝑂𝐶𝑇𝐴𝑉𝐴 𝑌 𝑁𝑂𝑉𝐸𝑁𝐴 𝑃𝑅𝐸𝑆𝐴: 𝐼𝑁𝐼𝐺𝑈𝐴𝐿𝐴𝐵𝐿𝐸𝑆

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Ahora hablemos de dos chicas quienes tampoco pudieron contra los encantos de Wolfhard: las hermanas Ziegler, únicas e

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Ahora hablemos de dos chicas quienes tampoco pudieron contra los encantos de Wolfhard: las hermanas Ziegler, únicas e... ¿inseparables?

Si alguna vez en tu vida han escuchado la leyenda de las tres Pascualas, entonces ya sabrás, más o menos, que tan parecida será esta historia con el relato. Y aunque el final no sea la muerte tal como en la leyenda, tampoco es un final feliz.

Desde pequeñas han sido como uña y carne. ¿A qué me refiero con esto? Pues que las dos estaban una para la otra. Eran un dúo dinámico en su academia. No eran populares, pero tampoco invisibles. Eran reconocidas por su tan fuerte lazo de amistad y su gran talento en el baile junto al canto. Nada ni nadie las podía separar.

Pero nunca creyeron que esa bella unión se vería afectada cuando alguien nuevo llegara a sus vidas. Tampoco que cierta persona tenía planeado algo malicioso para las dos. Y mucho menos que sería un chico alto, delgado, con cabello negro azabache y desordenado, y con cierta maldad en su corazón.

Era jueves. Tarde. Finn regresaba de su taller de teatro desganado. Si mañana no lograba que Sink cayera, buscaría a otra. Pasó al lado de una academia de baile. Habían algunas personas saliendo, pero el chico solo se fijó en dos chicas quienes estaban tarareando: la primera era alta, rubia y de ojos claros quien estaba acompañada de la segunda la cual era más baja, tenía cabello y ojos marrones. Las dos eran muy bonitas. Entonces pensó: ¿por qué conformarme con una si puedo tener a las dos?

Se acercó al dúo y preguntó si sabían dónde podía encontrar una cafetería. Ellas lo miraron y la de baja estatura contestó que irían a la que estaba a la vuelta de la academia. El chico preguntó si las podía acompañar a lo que aceptaron. Mientras compartían comida, charlaron hasta que dieron las ocho y quince de la noche. Ya era tarde para ambas. Se despidieron del chico y regresaron a su casa en silencio. Como era de esperarse, Madison y Mackenzie se fijaron en él y cada una estaba convencida de que Finn solo tenía ojos para ella.

Al día siguiente ocurrió que Sink se le confesó en pleno monólogo. Estaba contento: ahora tendría a tres chicas postradas ante él. Aunque ahora estaba con la pelirroja, siguió cortejando por tres semanas más a las Ziegler. ¿Cómo? Pues regresando de la escuela; cada lunes, miércoles y viernes quedaba para salir con Maddie y los martes, jueves y sábado con Kenzie. A ambas chicas les decía maravillas, pero solo le bastó decir a cada una que era inigualable para que al toque cayeran en sus pies.

Con el paso de los días, Maddie y Kenzie comenzaron a tener distancia entre ellas. Ya no se hablaban ni se dirigían miradas. Los alumnos de la academia se quedaron estupefactos al verlas tan separadas una de la otra. Tanto que trataron de volver a unirlas, pero no funcionaba. Ahora cada una se preocupaba por dos cosas: por ellas mismas y por Wolfhard.

Una semana después de haber terminado con Sadie, decidió que en una semana también era hora de cortar con las hermanas y ya tenía un plan. Llegado el día, mandó un mensaje a cada una preguntando si las podía ver cerca a la cafetería. Ambas, creyendo que es una sorpresa, aceptaron y al llegar no encontraron a nadie. Solo se podía escuchar algo.

ZIEGLER. MI AMADA Y ADORADA ZIEGLER. VEN JUNTO A MÍ— esa voz la reconocerían aunque pasaran varios años. Era él. Era Finn.

Ahí voy, mi amor— dijeron ambas corriendo hacia un callejón. En ese entonces, las dos se miraron de reojo entre sí.

Eh. Disculpa— hablaba la mayor—, pero mi novio está llamándome.

Su hermana rió cínicamente— Te equivocas. Es a mí a quien llama ¿Por qué él te llamaría?

Duh. Porque me ama— responde gritando.

WOLFHARD ME AMA A MÍ, NO A TI.

Comenzaron a pelear. Sus gritos se podían escuchar hasta en la otra calle. Después llegaron al contacto físico. Se golpeaban, pateaban y jalaban el cabello. Se mantuvieron en ese plan hasta que escucharon algo a lo lejos. Una risa. Pero no era cualquiera, sonaba malévola. Después vieron una silueta de una persona caminando hacia las dos. Les fue difícil reconocerlo hasta que lo pudieron ver con claridad.

Debieron ver sus caras. Se veían inútiles— Finn reía con ganas. Ambas se quedaron estáticas en sus sitios. No podían creer lo que veían y no se imaginaban que justo sería el amor platónico de las dos quien les dejara en ridículo.

¿Cómo te atreves? Tolero que me hayas lastimado, pero nadie se mete con mi hermana— dice Maddie molesta y entre lágrimas mientras se acercaba al pecoso.

Con ninguna de las dos— le continúa Kenzie poniéndose al lado de su hermana mientras se encontraba al borde del enojo. Ambas se sorprendieron. Es como si esa hermandad nunca se hubiese esfumado, solo escondido temporalmente.

Wolfhard continuaba riéndose y exclamó— No es mi culpa que ustedes sean igual de inge...— no pudo terminar la oración ya que ambas lo empujaron. Fueron las segundas en golpearlo. Se paró y miró furiosamente a las Ziegler causándoles miedo. Cuando estaban por pedir ayuda, Finn, jalando el cabello de las chicas, las puso de espalda y las atrajo a él para taparles la boca con sus manos. Él tenía más fuerza, así que no iban a poder salir— Espero que esto se les quede bien claro— les susurra causando un aura escalofriante en ambas—. Cada persona puede llegar a ser reemplazable. Ustedes son un gran ejemplo de eso— al soltarlas, las tiró al suelo y mostró su sonrisa maléfica.

El dolor se duplicó. Cuando pudieron pararse, las hermanas Ziegler veían como el chico se retiraba del lugar mientras volvía a reírse de lo estúpidas que se vieron en plena escena. Con lágrimas presentes, se disculparon por todo lo que pasó en esos meses. Estando abrazadas, prefirieron regresar a su hogar y no contar absolutamente nada de lo que pasó a sus padres. Volvieron a juntarse; sin embargo, ya no serían las chicas alegres y de bellas sonrisas que fueron alguna vez. Y todo por culpa de un engañoso:

Finn Wolfhard.

Aquí el noveno/antepenúltimo capítulo

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Aquí el noveno/antepenúltimo capítulo.
Espero que les haya gustado.
Se despide:

Se despide:

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P. D: Ahora, ¿quién será la siguiente? Já. Esa es una pregunta tonta ya que solo falta una más.
Dedicatoria a quien la mencione y deduzca qué ocurrirá con ambos :)

Break Up With Your Girlfriend, I'm Bored | Finn Wolfhard/FillieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora