Epílogo.

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¿Quieres tener una cita conmigo?

Ese asombroso y casi inesperado mensaje seguía rondando mi cabeza, no podía creerme que alguien tan poco romántico como TaeHyung me estuviera pidiendo una cita, era uno de mis deseos más frustrados, aunque igual si nunca lo hubiera pedido sería feliz con tan solo estas junto a él y saber que me ama. Todo un cursi, ¿no?

Me senté en el pequeño banco blanco que se encontraba enfrente de la cafetería, diría que es un típico lugar pero en realidad, era una bastante costoso que ni vendiendo mis órganos podría costear, pero al parecer, TaeHyung si, y lo entendía, tal vez no quería sentirse acosado por sus fans mientras tenia salía conmigo, su novio.

Observé de un lado a otro preocupado, ¿Por qué nunca podía ver a este chico esperar por mi? Siempre era yo el que esperaba. Sonreí tímidamente al ver su cabellera castaña moverse con el viento, su semblante confundido que parecía buscarme, sus ojos achocolatados felices pero que intentan no demostrarlo, todo en el parecía maravilloso, como si fuera de otro mundo.

- TaeHyung. – Lo llame en un murmuro, la vergüenza recorría todo mi rostro sonrojado, ¿no era demasiado obvio que deseaba que me estrechara entre sus brazos?

- No te voy a escuchar si me llamas con ese tono, Hyung. – Escuché su voz gruesa en mi cercanía, siquiera me había dado cuenta cuando se acercó. - ¿Vergüenza? ¿Después de ser tan altanero? – Carcajeo suavemente y me mostro una de esas sonrisas geométricas tan hermosas que tiene. – Hace mucho tiempo que esperaba verte, ¿sabes? – No vemos casi todos los días, pensé para mí mismo. – Quería verte esperando por mí, sonriendo por mí, no llorando u lanzándome uno de esos insultos que siempre me dices.

- Siempre he esperado por ti. – Dije suavemente, apenas siendo audible para él. En realidad, también tenía miedo de que alguien escuchara nuestra conversación, un paparazzi, un fan, alguna persona que podría delatar todo lo que está ocurriendo y terminando por meter a TaeHyung en serios problemas. Se supone que no debe tener parejas por lo menos por tres años, y aquí esta, conmigo.

Esperé porque dijera algo pero no fue así. Tomo mi mano con delicadeza, adentrándonos a la hermosa cafetería de tonos marrones, me gustaba ese color, hacía que todo se viera formal y elegante, aunque preferiría algo más casual para nosotros dos. Las mesas eran de un color blanco hueso, había pocas comparado con el tamaño del salón; arrastre a mi acompañante a una de las más cercanas, sabía que el escogería las del fondo para más "privacidad" pero creo que era mejor así.

- ¿Puedo hacer una pregunta? – Habló mientras abría mi silla para que tomara asiente, agradecí con una ligera sonrisa y asentí a su pregunta. - ¿Te gustaría que fuera más romántico? ¿Qué te dijera lo mucho que te amo cada segundo? ¿Qué te bese cada vez que tenga oportunidad?

Deje de escucharlo por un segundo a pesar de que sus labios seguían moviéndose, ¿quería que fuera así? Es algo que cualquiera desearía, un novio perfecto que te trate como un príncipe, pero él no era así y no podía obligarlo a ser algo que no era, me enamore de aquel TaeHyung imbécil que me rechazaba mientras yo deliraba mis idioteces, aquel que me termino por mensajes y regreso conmigo por los mismos de igual manera, ¿era romántico? Definitivamente no, no lo era ni lo seria nunca, por lo menos no siendo el mismo, sin cambiar. El castaño podía llegar a hacer latir fuertemente mi corazón sin tener que darme rosas o besarme cada vez que tiene oportunidad, solo verlo hace que mi corazón se acelere, solo escucharlo hace que mi rostro se sonroje, solo verlo respirar me hace agradecer que una persona tan maravillosa como él se dijara en mí, ¿entonces para que necesitaba un príncipe azul? Tenía a TaeHyung, era mucho mejor que aquel príncipe de cuentos de hadas.

- Sé que te esfuerzas, TaeHyung, no necesitas ser más romántico para que te ame. Te amo, tal y como eres, pero por favor... no me vuelvas a dejar solo más nunca, ¿sí? – Era casi imposible contener esas pequeñas lagrimas que escapaban de mis ojos y recorrían mis mejillas, sé que el (siendo tan distraído) podía notarlas, lo sabía por su mirada, la manera culpable en la que mordía su labio.

- No volvería a ser tan idiota, lo siento mucho. – Se acercó a mí, colocando su mano en mi mejilla, limpiando la humedad en ella, se sentía bien que se preocupara por mí, pero los latidos de mi corazón no dejaba que me tranquilizase, y TaeHyung no ayudaba, acercando su rostro cada vez más al mío, siendo cada vez más visible aquel lunar sobre su labio hasta que ya no pude verlo, porque sus belfos habían encajado perfectamente con los míos.

Esasensación me volvia loco, el me volvia loco

La sensación de Instagram ;; VHope.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora