14. Roto

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Marco tachó de loca a Paty. Pero ella insistió:
-¡Te juro que fue real!
-¡Estás loca!-. Dijo Marco y se apresuró a tomar sus cosas.
Todo aquello le dolía mucho al joven, Paty había sido su única amigas desde hace años pero ahora qué ella lo necesitaba más que nunca, no sentía fuerzas para ayudarla.
-Créeme-. Le dijo Paty y tomó su mano, más tranquila y segura que nunca. Marco suspiró.-Por favor.
Lo miró con tanta tristeza. Ella se sentía traicionada y asustada, necesitaba que un amigo suyo la apoyara, necesitaba a Mario. Él, que siempre le fue tan leal aunque no habían convivido mucho. Pero Mario estaba muerto, eso era lo único que importaba.
Marco no pudo contener un par de lágrimas que se resbalaron por su rostro. Estaba asustado, no sabía que hacer, nunca sabía que hacer ni que decir. Finalmente ese muro de inseguridades se derrumbaba en su interior y aplastaba su estado anímico.
Paty se sorprendió y lo abrazó. Él, tan triste y confundido, se limitó a apoyarse en ella.

Hay un asesino en mi escuela Donde viven las historias. Descúbrelo ahora