t r e

1 0 0
                                    

Día tres.

Venecia, Italia.

Me despertaste a las cinco de la mañana tocando mi puerta, estabas tan impecable y elegante como siempre. Ese traje negro y camisa blanca que solo tú hacías que resaltaras entre mil personas; mientras que yo me encontraba en una pijama. Se me hizo extraña tu propuesta de dormir en habitaciones diferentes, me explicaste que querías volver empezar; me dijiste lo linda que me veía y avisaste que un avión se estaba esperando. A las seis salimos de Verona para llegar directo a Venecia ya no me sorprendí tanto el saber donde estábamos, me lo imaginaba.

Casualmente aquí nos volvimos a encontrar, después de conocernos. Íbamos a subir a las góndolas por separado pero al encontrarnos decidimos subirnos los dos juntos; durante el paseo discutíamos juguetonamente por saber porqué nos habíamos encontrado ya dos veces seguidas en los mismos lugares de Europa.

Me encontraba y para cubrir unas notas para el editorial donde yo trabajaba.Tú tan sólo eras un magnate que tal vez iba por las chicas exóticas de la zona.

Cuando me arregle me llevaste a la góndola y pediste que sonara la misma canción que la primera vez que estuvimos ahí, me dijiste lo hermosa que me veía y luego me llevaste a un restaurante a comer.

Toda la tarde me estuviste recordando cuánto me amabas y la razones por las cual te fijaste en mí no paraste adularme hasta la noche cuando me dejaste en mi cuarto, advertiste que mañana en la mañana volveríamos a nuestra siguiente parada.

Todo este viaje comenzaba a ser algo raro para mí, yo no estaba acostumbrada a que me dijeras lo hermosa que me veía y cuánto me amabas, con que me abrazaras o me besaras era suficiente para mí, para saber cuánto me amabas.

Por un lado no me gustaba que me adularas siempre, pero por el otro lado mi corazón pedía a gritos que lo hicieras cada segundo. Escucharte era como los cantos de los Ángeles.

Nadie sabía dónde estábamos, los paparazzis no sabían de tu paradero ni del mío. Rezaba para que nadie te reconociera y pudiéramos pasar un momento feliz

Pero aquí solo podía pasar un momento sin ser feliz.

Travesía Europea [one shot]  𝑚.𝑗 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora