Salem [vegebul]

Capitulo III

-Que viva el príncipe! – gritaron al unisonó varios soldados mientras elevaban su jarra de cerveza.
Todos los ahí presentes celebraban el regreso de su príncipe, pues le habían enviado con la mano derecha del rey en Francia desde que tenia apenas un año de vida.

-No te quieres divertir hijo? – preguntó el rey mientras bebía otra jarra

-Prefiero solamente comer, no estoy de ánimos para esto - realmente al príncipe no le gustaba nada el tema del alcohol pues si bien tomaba una que otra jarra, no llegaba al punto de embriagarse, pues simplemente se quería ahorrar todos los momentos bochornosos que podía ocasionar 

-Por favor! Eres el homenajeado esta noche, no puede ser que la quieras desperdiciar, ¿o sí?, mira a todas las muchachas que podrían estar a tu merced y tu aquí quejándote como una anciana

El príncipe no dijo nada, simplemente lanzo una mirada de hastió a su padre, se levantó del trono y se marchó por detrás de las cortinas sin que nadie lo pudiera ver, y se dirigió a las afueras del palacio

-Quieres salir de aquí, ¿no? -  peguntó a su corcel – vamos a dar una vuelta – dijo con una sonrisa en sus labios mientras emprendía marcha colina abajo, pues pudo ver durante su viaje un río cerca de los campos y al recordarlos no dudo en ir a explorarlos

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Aun con el efecto de las jarras de cerveza que en un principio tomó, para alivianar esa sensación emprendió marcha con su corcel, una vez hubo llegado a la orilla del río, dejo que el animal bebiera de las aguas mientras el observaba que había en esos lugares pues llego a una parte un poco más adentrada al bosque

Cuando no vio nada interesante mas que maleza y arboles decidió retornar, sin embargo, la silueta que vio sumergirse en las aguas cautivo toda su atención, aquella cabellera de color ¿azul? ¿Realmente estaba ebrio o ese era el color?, su piel pálida que reflejaba la luz de la luna, las curvas bien formadas de aquella ninfa, porque costaba trabajo creer que era real; No pudo mas con la curiosidad, y al ver que aquella mujer no se había percatado de su presencia decidió bajar del corcel y cruzar por la parte menos profunda mojando así solo sus botas, una ves que se encontraba detrás de ella se escondió en la maleza esperando a que volteara para poder observar su rostro, sin embargo, no lo hacía, simplemente observaba a la luna y las estrellas, no podía con su curiosidad y cada vez se acercaba más y más hasta que por culpa de las piedras del rio resbalo sumergiéndose completamente en el agua.

La joven, del susto, perdió el equilibrio provocando también su caída, ambos regresaron a la superficie a la vez que sus miradas se cruzaban, una reflejaba asombro mientras que la otra un gran temor, pero a la vez curiosidad

- Se encuentra bien?, no era mi inten - 

-No! Aléjate. ¡Déjame, no te acerques más! – gritó completamente asustada la joven mientras trataba de salir del rio

El joven príncipe la hubiera detenido, sin embargo, la tela del vestido de la joven se apegó completamente a su cuerpo dejándolo completamente hipnotizado, para cuando recupero la noción del tiempo, se encontró completamente solo, ¿habrá sido todo producto de su imaginación? Eso explicaría el hecho de haber estado empapado hasta el tope, lo atribuyó todo al hecho de haber tomado esa noche, sin embargo, el brazalete flotando a su alrededor confirmaba que aquel  suceso no fue por obra de su cabeza, e inconscientemente en su rostro se dibujó una sonrisa, rápidamente lo tomo entre sus dedos y salió del agua; una vez que el príncipe subió al corcel y se hubo alejado lo suficiente, la peli azul salió de atrás de unos troncos, estaba completamente mojada y tiritando del frio, pero, se quedo observando el rumbo por el cual el joven se había marchado, sin duda no volvería a bajar por las noches al rio... no por ahora.

PanVBdora