Pov. Kuki
-¿Y no es aburrido?- las preguntas de Uno me parecían un poco tiernas, ya iban varias y cada una era hecha con suma precaución.-Bueno, a veces- respondí con sinceridad antes de comer del cereal.
-¿De verdad ya comes verduras?- supuse que eso lo decía porque cuando teníamos tan solo diez años yo era una de las que prefería llevarse comida chatarra a la boca antes que algo saludable, ¿y que niño no lo hace?
Asenti con una sonrisa, la curiosidad reflejada en su rostro era de admirar. Hizo un gesto de sorpresa.
-¿Y no duele?-
Ahogue una risa traviesa, según lo que me dijo Abby yo debía ser a la quinta persona que le preguntara eso. Claro que no, crecer no dolía.
La pequeña sonrisa se borró, al menos no era el tipo de dolor al que se refería él.
-Kuki- cuando me sacó de trance pude notar algo de culpa y preocupación. De inmediato volví la sonrisa.
-No-
Aunque aún tenía cierta inquietud asintió y estaba segura de que iba a agregar algo más.
-Bien, bien, guarden la calma- 363 entró con un grupo de alrededor de siete niños tras él, ellos parecían enterados de la situación pues no hubo reacción alguna al verme -¿Dónde está Dos?-
-Dijo que iría con Tomy por herramientas- respondió Uno.
Al ver la mueca del niño decidí intervenir.
-Le llamaré- anuncié antes de salir.
Tras algunos intentos fallidos me rendi, ¿para que quiere un celular si no va a responder?
Al entrar de nuevo solo vi a Uno, estaba sentado revisando algo en uno de los monitores.
Decidí no molestarle, tomé mi mochila.-Ya vuelvo- avisé y tras su cabeza asentir bajé por el elevador.
Habían transcurrido unos minutos desde que comencé a caminar y por fin llegué a mi destino.
Una gran biblioteca se postraba frente a mi, entré y saludé a la mujer de mayor edad que se encargaba de ella, nuestra relación era de amigas pues no era la primera vez que venía aqui.
Un pasillo tras otro, revisando cada tema hasta que lo encontré, tomé todos los libros que pude de ello y tuve que controlarme para no salir corriendo hasta una de las mesas, al sentarme comencé a leer.
"CRÓNICA
La tecnología de congelación de personas que acaban de fallecer y de preservación de sus cuerpos en nitrógeno líquido.
Sus adeptos esperan que en el futuro se desarrollen métodos que permitan reavivar a los difuntos."¿Fallecer?, ¿difuntos? De acuerdo, aún no tenían manera de regresarlos a su estado normal y "vivo" eso estaba claro, pero ¿y si había un caso en el que la persona en ese estado no se encontrara muerta cuando la criogenzaron?
Realmente este libro no decía más de lo que ya sabía así que pasé a otro en el cual un texto había llamado mi atención.
"La criogenización no es un proceso reversible y sólo se puede aplicar a personas a las que se las haya declarado legalmente muertas (muerte clínica). Hasta el momento no se ha conseguido reparar los daños que se producen a nivel molecular en los tejidos producidos por el proceso de la congelación y la isquemia. La nanorreparación, o reparación a nivel molecular, está supeditada al avance de la nanotecnología y la nanomedicina y podemos estar hablando de décadas o siglos vista."
Siglos...
Eso si me había bajado el ánimo y una vez más la palabra muerte estaba presente, suspire y dejé todo lo que tomé en su lugar, regresé por mi mochila, no se por que creí que era una buena idea debí buscar esto en internet o dejar a alguien más controlarlo.
Al llegar vi que donde antes tenía los libros ahora había una hoja con una letra la cual jamás había visto, traté de buscar a quien podría pertenecer pero en esa mesa no habia nadie más que yo, la persona más cercana estaba a tres mesas de mí, era una chica tal vez de mi edad, tez clara (demasiado diría yo), cabello corto y rubio, estaba leyendo con tranquilidad, ¿cuál era la posibilidad de que realmente ella...?, es una locura.
Comencé a leer
"Hay quienes ven en el hipotético éxito de la criogenización. Cumplir el objetivo de criogenizar a las personas y darles una “vida eterna”, sería para muchos, la forma más fácil y directa de desmontar la idea instaurada en la sociedad durante siglos, de que la creencia en Dios y su palabra, es la garantía de la vida eterna, pero en otra dimensión.
De esta posición surge la pregunta: Si no existiera la muerte, ¿Necesitaría el ser humano creer en un Dios y en una vida eterna?Lo cierto, en relación a esta opinión, es que la iglesia no se ha pronunciado de manera oficial al respecto.
Otros se preguntan qué sería del hombre vuelto a la vida, pero desde un punto de vista más personal, ¿Qué harían cuando despierten sin una familia, sin amigos, y en un mundo que no tiene nada que ver con el que conocen? Sostienen que a partir de esto se generaría un nuevo problema social; el de tener varios miles de zombis divagando por nuestras calles sin saber a qué vida pertenecen."¿Qué rayos era esto?
Volvi mirada a todas partes, al igual que antes solo estaba yo pero al girarme a esa mesa, la misteriosa chica ya no estaba.Guardé con prisa el papel y salí de la biblioteca a una rapidez mayor para llamarlo caminar, pero no suficiente para decir que estaba corriendo.
Cerré la puerta de mi habitación detrás de mi, todo el camino me encontré paranoica; muerte, vida, iglesias, problemas emocionales, eso había sido demasiado por hoy.
Lancé la mochila a un pequeño escritorio antes de caer tendida en la cama.
¿Cómo era posible lo que pasó antes?, solo podría ser alguien que supiera todo lo que estaba pasando ¿pero quién?
[...]
Un frágil sonido me obligo a salir de mi amado sueño, era tan solo una melodía pegadiza y con un ritmo bastante alegre, busqué torpemente bajo las almohadas con los ojos aún entrecerrados hasta que gracias a la vibración lo encontré y sin ver muy bien quien era respondí.
-¿Si?- pregunté en un pequeño bostezo.
-¿Kuki Kiut?- sentí como la pereza me abandonaba, imposible no sentir escalofríos con esa frágil, tenue y fría voz que podría fácilmente confundirse con un murmuro.
Jamás la había escuchado pero era tan hipnotizante como intimidante.
Aún así no dije nada, aleje lentamente el móvil para ver de quien se trataba y por el numero sin guardar, en definitiva era una desconocida, además los primeros dígitos mostraba que ni siquiera era del estado donde me encontraba, Cleveland.¿Y cómo confundirla con una llamada errónea?, acababa de decir mi nombre.
Lo volví a acercar solo para tratar de verificar si había escuchado bien, podría que aún estuviera dormida, y si llegara a ser real mi primer opción sería bloquear ese número.
Aunque no sirviera de nada.
-Lo recibiste...-
No pude dejar que continuara ya que de inmediato terminé la llamada.
Creo que lo peor de la situación era que sus últimas palabras era una dura afirmación.¿En qué me había metido?
Continuará...
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Mi flor, KND los chicos del barrio.
AventuraLos personajes de KND los chicos del barrio no me pertenecen yo solo los uso para mi historia. Habían pasado dos años desde que el sector V habia dejado atras sus servicios hacia KND, claro solo estaban Kuki, Guero, Abigail y Guillermo, Miguel o Uno...