La joven de cabello castaño, y ojos color miel, agarra por la fuerza al hermoso chico rubio de ojos verdes, y junta sus labios con los de él, mientras la chica de cabello negro, y ojos grises, le empiezan a salir lágrimas, mientras los ve.
-¡Jamás pensé que me harías esto!-le grita al rubio. Rápidamente los dos jóvenes se separan, y la chica de cabello negro, sale corriendo, mientras que la castaña, sonríe maliciosamente.
-¿¡Pero que...!?-exclama el chico, que se jala de los pelos.
La chica castaña sólo le guiña un ojo, y se aleja. El chico, con el rostro preocupado, se sienta en una de las bancas, ocultando su rostro con sus manos.
Me acerco a la banca en la que esta sentado aquel chico, y me siento a un lado suyo. El chico, se quita las manos de la cara, me mira por unos segundos, y después se vuelve a tapar la cara.
-Se que no te conozco pero... Puedo ayudar.-digo, pero el chico no hace ni un movimiento, ni me responde.-Lo vi todo.
El chico se quita las manos de la cara, y suspira.
-Por cierto, me llamo Angélica.-me presento-¿Y tú?
-Max-responde, y sonríe levemente.
-Ahora, ¿me permites ayudarte? Me gusta ayudar.-el chico me sonríe, y asiente.
-No es la primera vez que me pasa esto. Me ha pasado varias veces. Mi ex novia, Melissa, no me deja de acosar. Se acerca sólo cuando sabe que mi actual novia, Denisse, está cerca. Varias veces me ha robado besos, y pues Denisse siempre logra ver la escena, y después... Pues todo se arregla. Pero esta no es la cuarta, ni la quinta. Es la novena vez.-me cuenta, mientras se vuelve a tapar la cara con manos.
-Bueno pues... Habla con ella, dile que la amas de verdad, porque, la amas, ¿cierto?-pregunto, y él asiente.-Dile que la amas... Dile cosas lindas. Y trata lo más posible de alejarte de Melissa, o si no, sólo mantén distancia cuando hablen.-él me sonríe, mientras se levanta de su asiento.
-Gracias.-me levanto, y en menos de lo que canta un gallo, me tiene entre sus brazos, en un cálido abrazo.
-No hay de que.-respondo, sonriéndole.-Sólo... Cuando tengas otro problema, llámame, yo te ayudaré con gusto.-saco una tarjeta de mi bolso, y se la doy, él la toma, y la mira por unos segundos.
-De nuevo, gracias por todo-sonreímos, tomo mi camino, y él toma el suyo.
Camino lentamente por el gran parque en el que me encuentro. ¿Porqué no han llegado las chicas? Ay, siempre tan impuntuales.
-¡Angie!-grita alguien detrás de mi. Volteo rápidamente, encontrándome con mis dos mejores amigas. Emma y Vanessa.
-Chicas.-digo, en un susurro.
-¡Lo vimos todo!-me dicen, con la respiración agitada, ya que estaban corriendo.
-¿Que?-pregunto, confusa.
-Cuando estabas con ese chico. Por cierto, esta bien bueno.-responde Vanessa. Yo sólo me río.
-Sólo ayudaba, vi que tenía un problema en el amor, y pues no dudé en ayudarlo.-digo, como si fuera lo más normal del mundo en mí, porque de hecho, así es.-Ya sabes... Yo nunca tendré suerte en el amor.-digo, y los ojos rápidamente se me empiezan a aguar.
-No digas eso. Ya verás que algún día llegará, aparte, eres joven.-me anima Emma.
-¡Y hermosa!-agrega Louis, que está a unos pasos de nosotras.
-Gracias Louis.-murmuro, con las mejillas levemente sonrojadas, y al mismo tiempo, rodando los ojos.
-Y dime... ¿Cuándo me perdonarás?-me pregunta.
-Louis, un perdón no lo arregla todo. Por ejemplo, cuando rompes un plato, y le pides perdón, el plato automáticamente NO se arregla.-respondo, recalcando la palabra "no".
-Pero ya te eh dicho muchísimas veces que lo siento, y de verdad estoy arrepentido.-dice, con el rostro triste.
-Louis, sólo déjala en paz. Para ella no es fácil olvidar lo que le hiciste.-exclama Vanessa.
Louis Tomlinson, es mi ex novio. Yo lo amaba de verdad. Pero un día, el día de nuestro aniversario, se suponía que íbamos a ir a cenar, no se si se le olvidó, pero pase por su departamento. Entré, y se escuchaban ruidos, así que abrí la puerta de su habitación, y lo que vi me rompió en billones de pedacitos. ¡Él le estaba chupando el coño a la que se suponía que era mi amiga! Madisson, una chica castaña, con ojos color café oscuro, con buen cuerpo.
-Bebé...-empieza Louis.
-¡No me llames así!-grito, rompiendo en llanto, salgo corriendo, y detrás de mí, se escuchan los gritos de Louis, llamándome.
Miro para todas partes, buscando a una dirección a la cual correr. Pero no. A cualquier dirección que vaya se que Louis me va a alcanzar, sólo que vaya para delante, pero hay una gran pared que obstruye mi camino. Varias gotas empiezan caer en mi cara, miro al cielo, esta nublado. Ahora esta lloviendo a cántaros.
-Angélica.-me llama Louis, acuna mi rostro en sus manos, y me mira profundamente a los ojos.-Cualquier ser humano comete errores.
-Pero no de ese tipo. ¡El día de nuestro aniversario, te encontré en la cama con la que se suponía que era mi amiga! ¿¡Cómo lo voy a olvidar!? Louis, ¡te amaba a todo lo que podía mi corazón! ¿¡Porqué diablos me hiciste esto!? ¿¡¿¡Es que yo nunca tendré suerte en el amor...!?!?-ya no pude seguir, ya que Louis tenía sus labios sobre los míos, en un beso dulce y perfecto.
Un suspiro se escucha a unos metros de nosotros, me separo lentamente de Louis, y volteo a mi derecha. Es Emma, que suspira con ternura. Vuelvo a fijar mi mirada en Louis, quien sigue con los ojo cerrados.
-Louis...-abre los ojos lentamente, encontrándose con mi cara.
-Angie... ¿Podemos volver a intentarlo?-me pide, con una sonrisa de felicidad, y al mismo tiempo de preocupación. No se, pero creo que una parte de mí, lo sigue amando.
-Sí-respondo, dándole un pequeño beso en los labios.
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¡¡Hola chicas!! Bueno... No se, siento que el capítulo está extremadamente corto, ¿ustedes que piensan? Y díganme, ¿les gustó? Bueno, este porque es el primer capítulo casi no es interesante, pero me imagino que los demás les gustará. Bueno, voten. Y si no, pues me conformo con que disfruten la novela y les guste. ¡¡Hasta el próximo capítulo!!
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Una estúpida apuesta
Novela JuvenilSinopsis: Angélica Johnson, es una chica noble y hermosa, que está en busca de el amor verdadero, que está en busca de alguien que la valore y respete, que está en busca de alguien que la ame de verdad. Ella, cansada de que nadie la ame de verdad, c...