Notes | NJ

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POV SeoMin

— Jung SeoMin?

La voz de la secretaria resonó por todo el pasillo. Taemin fue el primero en levantarse y luego lo siguió Minho, dudé un poco pero al final terminé parandome.

Caminamos hasta la señora de no más de 40 años e ingresamos al consultorio.

Todo era blanco, había una ventana grande en medio de toda la habitación, y estaba adornada con cortinas celeste, había una maceta con una hermosa flor creciendo en esta. Muebles blanco llenos de hojas y algunos con utensilios especializados para los chequeos. Una camilla estaba a un costado. No parecía cómoda, era de cuero negro y tenía una pequeña almohada pegada a la cabecera del mismo material. En frente de el, estaba el escritorio y detrás sentado un señor de unos 45 años más o menos.

Nos acercamos y nos sentamos en las sillas que estaban en frente al mueble. El doctor dejó los papeles para luego mirarnos.

— buenos días, Jung Seo Min, verdad?

— si — hable mientras hacia una pequeña reverencia con mi cabeza.

— bien, por favor ve a la camilla y sácate la remera para ver tus heridas.

Hice caso, y caminé hacia la camilla aún costado de la habitación me saqué mi remera y dejé a la vista mis heridas. Me desanime un poco al ver que seguían igual que la última vez que hablé con los chicos.

— bien, que tal has estado? — hablaba el médico mientras me revisaba las heridas.

— me cuesta moverme aveces, y normalmente en la noche me dan dolores en el pecho.

Explicaba con una mueca en la cara, el doctor estaba tocando una herida un poco grande que estaba cerca de mi costilla derecha.

— al parecer no mejoraron, siguen igual que la última vez que te revise — escribió algo en mi expediente y luego me volteo a ver — quiero hacerte más estudios, quiero saber que es lo que tienes.

~♧~

El doctor nos explicó que debíamos venir de nuevo en 3 horas más o menos para ver los resultados. Minho y Taemin estaban nerviosos, pero no lo demostraron para que yo no lo estuviera.

Al llegar a casa, los dos oficiales se tuvieron que ir, les habian llamado desde la comisaría porque ocurrió un asalto o algo así.

Me quedé sola en casa, o bueno hasta que Sam se dignó a aparecer.

Estube jugando con el hasta que me dio hambre, me levanté de sofá donde estaba sentada y caminé para la cocina.

Abri la heladera  pero al verla completamente vacía fui a cambiarme para salir a comprar comida.

Me coloqué un abrigo blanco y un tapabocas del mismo color, me puse la capucha y antes de salir de casa agarré las llaves, mi teléfono y dinero.

El supermercado no quedaba tan lejos, a unas 9 cuadras más o menos.

No puedo decir que me quedaba a admirar el paisaje, porque lo único que me interesaba era mi camino, y el llegar lo antes posible a casa.

Camine más rápido, no tenia miedo, aún era de día y todavía transitaba gente, pero no quitaba el hecho de que fuera peligroso.

Seguí caminando hasta llegar a la entrada del supermercado, solté un suspiro e ingresé al lugar, para luego agarrar un carrito y caminar hacia los estantes de Lacteos.

Seguí comprando hasta tener el carrito casi lleno, verifique si me faltaba algo, pero al ver que estaba todo me dirigí a pagar.

Una vez fuera del lugar, caminé balanceándome de izquierda a derecha hacia mi hogar. La bolsas estaban más que pesadas por lo que al caminar parecía un pingüino.

Mucha gente se me quedaron mirando raro,... yo solo ignoraba eso. But a quien engaño, les regresaba la mirada pero una mucho peor.

Lo que me hacía gracias al ver la cara de espanto de las personas al yo devolver la mirada. Y entre que pasaba eso, no me di cuenta de que ya estaba por llegar a la puerta de mi casa.

Pero me quise morir al ver quienes estaban en frente a ella.

— Miiiiinho,... que bueno verte, mira que guapo estas, y tu Taemin no te quedas atrás — hablaba nerviosa mientras era observada por los dos oficiales.

— QUe sE SUPoNe qUe eStaS hACieNdo??? No deberías hacer fuerza — Minho corrió a arrebatarme las bolsas.

— debiste llamarnos para ayudarte — me reclamo Taemin mientras ayudaba a su compañero de trabajo a meter las bolsas y acomodar la comida en sus lugares correspondientes.

— estaban en el trabajo, además yo podía sola — traté de excusarme recibiendo una mirada de desaprobación de los dos.

Suspiré y negué con la cabeza para luego arrebatar el cereal de las manos de Tae e irme a tirar al sofá.

— dentro de 1 hora debemos ir al hospital por los resultados, mientras tanto trata de descansar, estaremos aquí mientras tanto — Minho me saco el cereal de las manos, para que Taemin me cargara estilo princesa y caminara a mi habitación, me dejara en mi cama, me arropara y me diera un beso en la frente para luego irse por donde vino.

Suspiré de nuevo rendida, me acomodé mejor y traté de dormir, de no ser porque los dolores comenzaron. No podía tomar algún medicamento, ya que el doctor dijo que al volver por los resultados, quería que calificara el dolor y toda esa mierda.

Tratando de ignorar todo caí en un profundo sueño, en el cual solo quería volver a despertar.

Atascada en mi propia mente, rendida dejé que esta hiciera lo que quisiera, lastimosamente, me llevo al recuerdo que menos quería ver, sentir o recordar.

《— Quiero que te vayas de la casa — hablaba la mujer mientras que miraba a su esposo con otra mujer encima suyo.

— yo hago lo que yo quiera, tú no me mandas no eres nada ni nadie para hacerlo — respondió mientras acariciaba la diminuta cintura de la chica desconocida y bebía un vaso de cerveza.

— soy tu esposa, te amo ¡tenemos una hija! UNA FAMILIA! — gritaba la mujer mientras lloraba desconsolada.

— nos casamos porque quedaste embarazada, SeoMin fue solo un error el cual tú no quisiste eliminar,... por cobarde — sin temor alguno, sin sentimiento hablaba el señor — no quise esto, todo fue tu culpa.

Sin pudor alguno, tiro a la chica que llacia en su regazo al suelo, y le grito que se marchará. El hombre estaba borracho, se podía distinguir eso a km de distancia.

— no sabes lo que dices, estas borracho — hablo con la voz rota la mujer.

— las palabras salen desde el fondo de mi corazón, el cual nunca te perteneció o te pertenecerá.

Sin más el hombre salió del lugar, dejando a su mujer en el suelo llorando desconsolada.

Sin saber los que venia más adelante, Seomin se acercó a su madre para abrazarla, había escuchado todo. Y mientras las dos lloraban, al momento de posar su mano por la espalda de su madre recibió una gran bofetada que la dejó en el suelo.》

Desperté agitada, suspiré y me levanté. Salí de la pieza no sin antes de cambiarme por otra ropa y bajé a la sala. Donde estaban Tae Y Minho esperándome.

— ya es hora.