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POV Seomin

Algo adolorida cambie de posición en la cama del hospital. Pero, no pude hacer mucho, ya que los cables del aparto que se conectaba a mi cuerpo se podría mover o salir.

No muy animada, trate de dormir un poco. Pero justo cuando lo estaba consiguiendo, un doctor entró al cuarto y seguido de él, Sook, Minho y Taemin.

Se acercaron a la cama una vez que el doctor se fue, y se sentaron en unas sillas de allí.

— después de esto, podemos salir a dar una vuelta, que te parece? — Sook trato de animarme.

— ...apenas me puedo mover — conteste con voz cansada.

— quieres que te traigamos algo? — pregunto Taemin sonriendo.

— me pueden pasar mi celular? — apunte a una pequeña mesita al lado de la cama.

Me lo pasaron y como sabía que no podría dormir más, entre en Netflix y empecé a ver un anime que desde hace poco empecé a verlo, "Naruto".

El teléfono estaba recostado por una botella en la mesita que estaba encima de la cama, donde tambien estaba el aparato. Desde allí los cuatro podíamos ver el anime.

Al cabo ya de unas horas, Sook y yo ya estamos llorando por la historia de Gaara.

— niño idiota, ¡no vez que se fue a disculpar?!, y encima le cierra la puerta en la cara, será... — deje de hablar para seguir viendo el anime.

...

— GAARA, VENI CONMIGO YO TE DOY AMOR!! — grite mientras estiraba mis brazos hacia la pantalla del móvil.

Cuando mi amigos, compañeros, camaradas y casi familia me iban a chitar, la puerta se abrió dando paso a unas enfermeras y luego a un doctor.

Le pusimos pausa al anime y me ayudaron a acomodarme mejor en la cama, para luego hacer un pequeño chequeo.

Algo adolorida deje escapar un suspiro lastimero e impaciente cuando la enfermera destapaba mi herida del costado — donde una vez mi padre me encajó un cuchillo — dejando ver que esta apenas estaba cerrando.

Y eso que ya pasó 1 mes, apenas se esta cicatrizando. Y eso me enoja.

Lo demostre cuando la aleje de mi al ella mirar asombrada mi herida y querer tocarla. Algo indignada me miró.

No la había visto antes. Podría ser nueva en el hospital, o hoy recién la conocí porque se adentró en el tratamiento de mi enfermedad.

Creo que me quedo con lo primero.

La mire mal, ya que me había molestado su falta de tacto al ver asombrada la mitad de mi herida cicatrizada y la otra abierta dejando ver mi carne.

Porque si, así de mal estaba.

El doctor intervino antes de que le dijera algo a la enfermera.

— veo que esta cicatrizando, eso en bueno — hablo mientras se acercaba a la camilla y se sentaba en una silla al lado mío — dime si te duele donde toco.

Notes | NJDonde viven las historias. Descúbrelo ahora