Capítulo 2

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4 de Marzo
[ 14:35 PM ]

--Lo siento... yo... ya no puedo soportarlo-- Nayeon estaba al borde de las lágrimas. Se sentía avergonzada por lo que estaba diciendo. Romper una promesa que había jurado con tanto amor, hoy era algo que necesitaba para sentirse en paz.

--Está bien, tranquila. Siempre estaré agradecido por todo lo que hiciste por mi hijo. No lo olvidaré-- el mayor Kang tomó las manos de la joven mostrando devoción y haciendo una pequeña reverencia.

No podía culparla por irse. La menor estuvo toda la noche al lado de la camilla de su hijo, esperando por algo que no pasaría.

Su pequeño estaba en las últimas, ya había perdido toda esperanza de que se salvara. El cáncer ya había llegado a su cerebro dias atrás y antes de que se diera cuenta ya no pudo despertarlo.

Ahora, sólo había que esperar a que la máquina conectada a Taehyun diera el pitido continuo determinando que su corazón había dejado de latir.

--Seulgi, ve a casa... Tu madre debe estar preocupada. Acompañala, te necesitará-- sonrió falsamente hacia su primogénita dándole un abrazo amoroso y protector para impedir que se largara a llorar.

--Papá, no quiero dejarte solo...-- y como era inevitable, sus ojos se humedecieron nuevamente, ya llevaba una semana así, llorando todos los días por su amado hermano que ahora ya nunca volvería a ver. Se asimiló la idea de no tenerlo pero que eso se volviera realidad, era algo para lo que jamás estaría preparada.

Aún recuerda cuando de pequeña lo molestaba asustandolo, pero luego al ver que éste formaba un puchero lo llenaba de abrazos y mimos para compensarlo.

Era raro verlos pelear, excepto cuando "por accidente", Taehyun leía su diario íntimo y luego lo escondía para verla buscarlo por toda la casa.

Putísima madre, su hermano no se merecía nada de lo que le estaba pasando. Tenía una excelente vida, buen alumno, novia perfecta, familia amorosa y con una buena posición economía.

La vida era tan injusta. Nada importaba cuando la salud te jugaba en contra, y menos de una forma tan retorcida como esa. Ya la esperanza era inútil. No necesitaban esperanza, sino un milagro.

--Señor Kang Jonghyung-- un enfermero apareció en frente de ellos, se veía agotado. Suspiró antes de hablar y la menor de los tres cerró sus ojos tratando de no mirarlo, ocultando su rostro en el pecho de su progenitor.

--¿Si?-- preguntó inexpresivo, su ojo derecho le falló y el líquido salado se deslizó hasta su mentón--

--Lo sentimos...-- susurró neutro agachando la cabeza-- Hicimos todo lo que pudimos--


Ese milagro, nunca llegó.


























《No lloren por mi. Mamá, papá, hermana, ya no me duele nada 》

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Cat & Dog [ TXT ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora