Capitulo 3.

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El acto realizado por parte de la recepcionista había sorprendido notablemente a Tsubaki, ¿Como era posible de que pudiese atraer el libro como si fuera magia? Cuando dicho objeto proviene de su tiempo ¿Es acaso que esa persona no pertenece realmente a ese espacio? Se formularon muchas preguntas en tan pocos instantes, pero quedarse en silencio no les daría las respuestas. Black☆Star por otro lado se mostraba un tanto tranquilo, aunque todavía algo impresionado por lo que estaba viendo a su alrededor. Ambos se miraron las caras por unos instantes y finalmente optan por acercarse a esa persona en especifico, la cual  aun estaba a la espera de ellos.

-¿A que se debe todo esto? Ninguno de los dos sabemos nada de nada acerca de la magia y aun así todo esto apareció tan de repente.- Expreso con cierto tono de curiosidad mientras aun miraba a su alrededor. -¿Y como es posible de que solo tu puedes hablar con nosotros? ¿Eh?- En la ultima frase, Black☆Star enfoca su mirada hacia la dama, arqueándose ligeramente hasta quedar mas o menos cara a cara con la contraria, la cual ni se inmutaba.

-Oye, ten un poco mas de respeto...- Susurro Tsubaki mientras lo apartaba un poco.

-No te hagas, tu también quieres saber, ¡A mi no me engañas!- Respondió, a la vez de que volvía a acercarse hacia la recepcionista, ademas de posar su diestra por debajo de su mentón.

-Bueno, eso es cierto, pero no deberías de actuar de esa forma.- Contesto su compañera un poco después de soltar un suspiro.

La recepcionista poco después se echaba a reír ligeramente en frente de estos, quizás sea por como actuaba el joven que parecía examinar su cuerpo si es que se trataba de un fantasma o algo por el estilo, cosa que se descarto... Aunque no del todo, ya que esa persona poso su dedo indice sobre la nariz del peliazul y lo empujaba un tanto para atrás con suavidad. Para luego responder sus dudas.

-Por lo que veo de este libro, tiene en su mayoría anotaciones encantadas... Lo mas probable es que este objeto le perteneció a alguien importante de aquí.- Comento mientras hojeaba las paginas con algo de delicadeza, mirando de rapidez lo que tenia en su interior, cada palabra que sus ojos veía, soltaba un tenue brillo, el cual se reflejaba en el vidrio de sus anteojos. -Por lo general, estos hechizos solamente pueden ser ejecutados por la misma persona que lo escribió, lo curioso es que ustedes no fueron y aun así "Cuidados Temporales" se activo.- Comento en un tono bastante suave, pero audible para aquellas dos personas que aun tenían dudas en su cabeza y que sin duda alguna querían respuestas.

-A si que la única forma de que el hechizo funcionase es que hallan leído algo mas para que este texto reaccionara de alguna forma- A los pocos segundos de que la dama le diese esa explicación, el joven estrella tuvo una mini-reacción y le comento que había leído algo de unas estatuas y que fue ahí cuando ese texto comenzó a brillar de esa forma. La recepcionista asiente, por lo que queda claro de que esa fue la razón de lo ocurrido con el entorno, aun así, habían aun mas dudas que aclarar, aunque sin antes que la mujer se levantase de su asiento, se apartara de su escritorio y se ubicara en frente de ellos, para seguido extender su mano y presentarse.

-Vaya... Yo hablando con ustedes y ni si quiera me he presentado, discúlpenme, olvide mis modales.- rió ligeramente y luego de un suave pero fingida tos, prosigue. -Un gusto conocerlos, estudiantes, mi nombre es A/¡(&- Nuevamente se presenta el problema de que es inentendible los nombres de los internos de este lugar, cosa que se lo hicieron saber, de que solo escucharon a mucho la primera letra y que el resto solo se escuchaba en otro idioma. -¡Oh! ¿En serio? ¡Vaya misterio! Pues acabo de mencionar mi nombre con un buen tono de voz. Aunque puede que ese no sea la razón ¿No es así?- Se expresaba y dirigía ante ellos con algo de elegancia y su expresión no variaba mucho mas que una tierna sonrisa, pero el aire que transmitía dicha persona era realmente cálida.

...Honam...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora