...Honam...

Capitulo 4.

Alicia, era aquella alma que se ha quedado en ese espacio temporal con el fin de  contemplar siempre la misma escena todos los días, a cualquiera podría aburrirle luego de un tiempo, pero en el caso de este ser y por lo que dijo de que esta desde los principios de Honam y aun lucir ciertamente joven, daba a entender de que ella posee un tiempo muy extenso de vida... Quizás, a lo mejor no quería ver ese final que tuvo este instituto o puede que de verdad ame con toda su alma los libros. Aun así, sea cual sea su razón, en algún momento de su vida tendrá que afrontar la realidad, cosa que ocurrirá ahora.

-Aun me da algo de pesar el tener que sacarla de su zona de confort.- Susurro Tsubaki mientras miraba a su alrededor, recordando de que habían vuelto a la biblioteca del presente, un ambiente tranquilo pero algo deprimente, sobre todo por que esta muy mal cuidado y puede que ya no quede ni un solo libro intacto. -No me sorprendería que cara pondrá cuando vea este lugar... O tan si quiera pueda procesarlo, en comparación al lugar al cual ya se acostumbro.-

-Bueno... Ella tomo la decisión de ayudarnos o es que.. ¿Ese no era su deber?- Comento su compañero un tanto desinteresado, pero entendía con claridad lo que quiso expresar su amiga, pero si ella entendía bien la situación y si Alicia dispuso de su ayuda, esta mas que claro decir que ya sabrá o al menos tendrá una idea de lo que le tocara enfrentar: el dolor de su preciado lugar hecho pedazos. -Venga, tráela aquí. Mientras mas pronto vea este lugar y supere dicha dificultad, mejor sera para nosotros-

-Vale...- Susurro un tanto decaída y miraba los escritos, buscando el encantamiento. -Aun así, si ella se deprime, habrá que ayudarle, seguramente para ella, este lugar es como un ser preciado que ya no volverá a ver jamas.- Dijo en un tono ligeramente serio y al encontrar el texto, pasa a recitarlo en voz alta.

-¡Viaje extracorporeo!-

Aquello lo menciono en un volumen de voz un tanto alto, a pesar de que el tono que ella posee y que de por si su forma de hablar no sea del todo fuerte, logro con romper el silencio que habitaba por el destrozado lugar, llegando a escucharse varios ecos de vuelta tan solo unos pocos segundos. Aun así, no sucede absolutamente nada, ni un mero brillo o tan si quiera un diminuto destello proveniente de las escrituras o tan si quiera del propio libro en si, por lo que ambos quedaron bastante atontados por lo que ocurría... Si es que algo de por si halla pasado, algo mas que un leve esfuerzo de la garganta de Tsubaki, mientras tanto, su compañero no hacia mas nada que esperar, aun así, estaba igual de confundido, por lo que puede que era cuestión de tiempo para que este tomase el libro y lo intentase, cosa que paso exactamente un minuto después.

-¡Venga, dame eso!- Expreso el peliazul mientras le arrebataba el libro a su compañera, buscaba el encantamiento y pasaba a mencionarlo, esta vez con un tono de voz mucho mas fuerte, logrando no solo romper con el silencio que recién había regresado, si no que termino espantando quien sabe que cosa a lo lejos, pues se oía a lo lejos varios aleteo de alguna que otra ave, como también pequeño y casi inaudibles pasos de roedores salir de sus rincones, sin embargo, solo termino siendo respondido por su propio eco, el cual era mucho mas alargado y se hacia mas leve por un tiempo mas extenso. El libro no parecía tener algún efecto alguno, solo tuvieron como una pequeña señal un ligero movimiento por parte de las paginas, pero eso incluso se podía interpretar como una leve brisa que entraba desde el hueco del techo.

-¡Oh vamos! ¿De verdad esto realmente funciona?- Comentaba Black☆Star algo decepcionado.

-Se supone que si... Aunque ya estoy empezando a dudar un poco, quizás... Exista otro método y lo estemos haciendo mal.- Comento Tsubaki mientras intentaba calmar a su amigo, el cual estaba mirando el libro con algo de rabia.

-¿Ah si?- Ladeo ligeramente su cabeza, pensando en esa posibilidad y prosiguió con leer el encantamiento en voz alta una y otra vez, en algunos intentos dio una espera de hasta quince segundos, mientras que en otros, solo espero cinco y repetía la misma frase una y otra y otra y otra... Y una vez mas, hasta que se le secara la garganta de tanto gritar como loco, pero el libro ni reacción alguna hacia. -¡JODER!- Comento ya bastante fastidiado, puesto que ya estaba pensando en como si alguien le estuviera jugando una pésima broma. -¡Estamos perdiendo tiempo aquí! ¡Estúpido libro!- Estaba a punto de lanzar el libro contra el suelo pero su compañera le toma de la muñeca y le frena, aunque el contrario forcejeaba.