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Dos días. Dos putos días ya habían pasado muy rápido, ¿y qué sucedía? El mexicano sentía que todavía no era suficiente, su casa podía estar más limpia, podía tener mejor comida en el refrigerador, ¡estaba seguro que debió comprar vodka! ¿y qué compró? Tequila, lo cual no tenía nada de malo, hasta según México esta era más pesada que el vodka, pero quien sabe, Rusia juzgará eso, pero, ese no es le punto, tal vez debió comprar algo que el ruso ya conociera.

Iría a recogerle al aeropuerto, así que solo tenía listo su teléfono para cualquier cosa, ya estaba caminando hacia el lugar, pues su auto había muerto y ahora estaba en el garaje del vecino que según arreglaba pero te hacía volver al mes por otra cosa que descompuso.   

Pediría un taxi del lugar, no haría al contrario caminar hasta su casa, la cual no quedaba cerca, pero el era un tacaño, o no se valoraba a si mismo, pues no pensaba gastar en dos viajes el mismo o más dinero.

Comenzó a cansarse antes de lo que esperaba, ¿qué había sucedido? Se sentía mal, como una persona con poco condición física, se detuvo para respirar, quedando como nuevo, pero no entendía que había sucedido, algo malo estaba pasando y el se lo estaba perdiendo.

Siguió caminando, le molestaba tener que detenerse tantas veces para darse un respiro. Eso le había pasado antes, cuando CDMX estaba demasiado contaminado, y dejó de pasar cuando en el pequeño estado empezaron a concienciarse de ello, ahí dejo de sentirse cansado y enfermo.

Llegó, ya eran las 6:40 pm, Rusia ya debía estar pasando por sus maletas listo para salir y llegar con México. Aveces, aquellas puertas corredizas por donde salían las personas del área de las maletas, le permitían verle, y le parecía gracioso como miraba raro a medio mundo, ya después le preguntaría que estaba pasando ahí dentro.

Rusía salió con una maleta y una mochila en manos, con una expresión molesta, pero cuando vio a México esta se esfumó como si nada, acercándose al tricolor, solo verle le había mejorado el animo. 

—Something wrong happen? (¿Algo malo pasó? ) — cuestionó México, mirando a Rusia con una sonrisa.

—They stole me my vodka. (Ellos robaron mi vodka.) — dijo ofendido el euroasiatico, pues la había traído como regalo para el tricolor por permitirle quedarse en su casa, pero ahora estaba en manos del equipo de seguridad que felices se aprovecharían de beberlo, o eso pensaba Rusia.

México rió dulcemente, ¿eso era lo que había causado la molestia de Rusia?

—It's okey, i can buy you one bottle later. (Esta bien, puedo comprarte una botella después) — causó una sonrisa en Rusia, le agradaba la hospitalidad de México, por eso este le adoraba demasiado, el país era hermoso, su ecosistema, su comida, su bebida, todo era tan genial y esplendido, pero, nada gay, no.

Rusia no podía permitirse ser gay, y hubiera preferido que México hubiera dejado el matrimonio homosexual como algo ilegal, tal y como el lo hacía, habían tantas cosas que le gustaría moldear a su gusto, pero al final, aquello que hiciera dejaría de ser aquel lindo México que conoció, solo sería una Rusia latina.

Tal vez podría hacer cosas a escondidas como lo que hacía con Venezuela, o cuidarle en secreto, como también hacía con Venezuela, pero, ese país no digamos que este muy bien, y el no quería cometer el mismo error en otro país latino, y menos uno de los pocos que le agradaban.

Estuvo pensando tanto que no se dio cuenta que México ya lo llevaba de la mano guiandolo hacía un lugar del aeropuerto, el no iba en el área económica de los humanos promedio, el iba en primera clase, por que así lo quería, pues México muy bien se iba en avión de pobres por la costumbre y las decisiones de AMLO de vender el avión presidencial. 

♡》Fly me to the moon. (RussMex)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora