Capitulo 4 Beso

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"igual que en mi sueño"

Ese había sido un pensamiento compartido.

La distancia llegó a ser cortada sin que lo plantearán de verdad, solo estaban dejando fluir sus acciones.

El más alto termino por acorralar al de ojos grises contra la pared más cercana, estaban más concentrados en los ojos del contrario que el mundo dejó de tener importancia.

No notaron que el pequeño pájaro se había puesto encima de la barda, sobre ellos, ni mucho menos cuando sus cuerpos se movieron para buscarse.

No estaban pensando, sólo actuando.

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-si que no pierden el tiempo - murmuró dolido - supongo que solo puedo ayudarte Yuto - dijo, para lanzar un pequeño hechizo a Jotaro, esperaba que fuera lo mejor y después se giro, mirando al joven peli rojo que estaba acercándose para dar vuelta justo en la calle donde su hermano menor estaba.

Se adelanto, yendo hacia él para que ni se acercara

-disculpa, ¿no has visto a un niño como de 10 años?

-¿eh? - se descolocó ante el joven de cabellos plata con algunas hebras verdes y sus ojos dorados ¿donde había visto esa misma paleta de colores? - no, lo siento

-oh... Gracias... ¿No sabes si hay un parque cerca? Tal vez mi hermanito este por allí, salió molesto y no somos de por aquí él no sabe andar solo, lamento molestarte pero ¿podrías ayudarme?

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Sus labios se tocaron con suavidad, fue algo que parecía irreal, pero perdieron el miedo o la timidez pará reafirmar el toque, convirtiéndose en un beso.

La calidez en sus corazones era mucha, había felicidad.

Sus labios se buscaban una vez que dejaron de tocarse, no lo estaban pensando, no al menos del modo correcto. Era una clase de urgencia en sus corazones que les pedía no alejarse.

Volvieron a besarse, esta vez Yuto pasó sus brazos por el cuello ajeno queriendo que no se alejara de él, poniéndose de puntas por la diferencia de altura entre ambos.

Unos fuertes brazos rodearon su cintura, levantándolo lo que provocó que jadeara de la sorpresa, aunque dicho sonido fue ahogado en el beso.

Esa oportunidad no fue desaprovechada, Jotaro no planeaba perderla para así meter su lengua en la cálida boca. Sintió que las manos aprestaban la tela de su uniforme, estaba temblando apenas un poco, el corazón latía con fuerza.

Levantarle en brazos hacia las cosas más cómodas y escucharle soltar un pequeño jadeo casi le vuelve loco, necesitaba más de él, de sus reacciones. Solo se alejaba lo suficiente para tomar más aire y luego volver a robar esos labios que no oponían resistencia a él.

-Jo... Jo-Jotaro... - murmuró mirándole a los ojos un momento antes de que sus bocas se encontrarán

¿Era idea suya o ese lindo chico pedía a gritos más? El brillo en sus ojos, esa mirada suplicante. Pronto esas suaves y pequeñas manos tomaron su rostro, los pulgares acariciados la piel qué tenían cerca y el chico, perdido en él.

-yo... No sé porque pero, tengo la sensación de que estuve esperando esto por mucho tiempo

El beso que ese lindo chico le dio fue más inocente, un simple beso, un roce cargado de sentimientos que no podía explicar Pero era lo suficientemente poderoso como para hacer su corazón desbordarse de felicidad.

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