Calma Antes de la Tormenta

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Abracé a Magnus, desconsolada. Saber que las personas que me salvaron, con quienes compartí toda una tarde entre risas e historias, estarían dando su último aliento y pintando la nieve de rojo. Probablemente no los vería más, probablemente todos estarían muertos para el amanecer. No sentía odio por los imperiales, sobretodo porque había pasado mi vida rodeada de ellos. No quería que ninguno de los dos bandos pelearan. Ambos tenían buenas personas que no merecían morir. Estaba segura que en otras circunstancias, todos podrían haber sido amigos. Tristemente así es la guerra. Nada de esto hubiera pasado si no fuera por los malditos Thalmor y su deseo de poder.
En ese momento mientras me adentraba hacia el corazón de la provincia bajo las estrellas que ya se hacían cada vez más visibles en el despejado cielo, prometí que algún día pagarían por todo el daño que le causaron al Imperio, a Skyrim, y a todas las provincias. Algún día tendrían que responder por sus acciones, y ansiaba que ese día llegara pronto.

La nieve a mi alrededor cada vez era menos, y después de Helgen prácticamente ni había. El pasto y los árboles estaban por doquier, se sentía como un mundo totalmente distinto. Skyrim poseía una belleza increíble sin duda. Había aminorado mi marcha ya que había recorrido una buena distancia por lo que seguramente me encontraba ya fuera de peligro. La noche cada vez más notoria indicaba que debía apurarme en llegar al pueblo más cercano después de Helgen, que era Cause Boscoso. Allí podría alquilar una habitación en la posada para reponer energías antes de continuar mi viaje.

-Vamos Magnus, falta poco-dije intentando distraer mi mente-.

El Gigante Dormido, se llamaba el sitio. Sorprendentemente estaba bastante lleno. Unos cuantos guardias echándose unos tragos de aguamiel y lo que seguramente serían viajeros y lugareños. Había un hombre quien llevaba un laúd a la espalda mientras cortejaba a una doncella, claramente un bardo. Me acerqué a la barra a pedir algo de beber al posadero. No estaba de ánimos tras lo que había ocurrido hacía un buen rato.

-¿Puedo preguntar qué hace una chica de tu edad, sola por estos lares?

El nórdico de cabello oscuro y mirada seria me acercó un vaso con agua mientras me hacía la pregunta. No sabía qué responder, ni por dónde empezar en caso de que respondiera. Así que después de unos segundos de silencio finalmente le contesté.

-Busco al Sangre de Dragón, ¿lo has visto?-Puso una cara de sorpresa

-Hace un tiempo que no pasa por aquí, deberías preguntar en la capital de la comarca. Seguramente ahí sepan.

-Gracias-proseguí a sacar varios septims de uno de los compartimientos de mi cinturón, los cuales coloqué en la mesa-.Supongo que esto bastará para el agua y la habitación.

-Sin duda, chica. Por aquí, sígueme.

El hombre me guió hasta la habitación, la cual a pesar de ser pequeña, era acogedora. Antes de retirarse, me notificó que le avisara si necesitaba algo más. Tras cerrar la puerta, coloqué mi mochila en la mesita. Mi túnica y la capucha habían sido acomodadas a un lado y yo ya me encontraba en una ropa más apta para dormir. A estas alturas y aunque aún no fuese tan tarde, me encontraba agotada de todas las cosas que habían sucedido. Echada en la cama, pensé un rato sobre Wolfberth y los demás soldados. Le pedí a los Dioses que por favor estuvieran a salvo y en menos tiempo del que creí, caí profundamente dormida.

Eran alrededor de las siete de la mañana, Middas. Tras volver a colocarme mi túnica de maga y acomodar mis cosas en la mochila, procedí al salón principal de la posada. Saludé al posadero y pedí algo de comer. Mientras estaba en una de las mesas disfrutando del pan y los quesos, un guardia se acercó sentándose al lado mío.

-Perdona que te moleste. ¿Dónde están tus padres?-casi me ahogó tras escuchar esa pregunta-No deberías andar sola por ahí, niña.

-Primero. ¿No podías esperar a que terminara mi desayuno?-tomé un sorbo de mi bebida-Segundo. No soy una niña, voy a cumplir dieciséis años, edad a la que se suelen casar muchas chicas. Casarlas para que tengan hijos. ¿Una niña tendría hijos?. No. ¿Verdad?-estaba bastante irritada en ese momento pensando sobre el día anterior como para que me molestasen.

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⏰ Última actualización: Sep 07, 2019 ⏰

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