Cap4. No hay nadie normal!

8 2 0
                                    

-ME NIEGO!!

-Tu no tienes autoridad aquí

-No puedo permitir que le digas todo a alguien sin saber bien si es de fiar! - La chica que recién entro discutía con el maestro, supongo que sobre mi.

-Yo... no me creo este teatro- La chica me fulminó con la mirada. Parecía querer abalanzarse sobre mi para cortarme en cachitos. Agradezco que no lo hiciera.

-Deja que luche contra mi! Si me convence, no tengo problema, pero si no, que Hal le borre toda la memoria, absolutamente todo lo que ha pasado hoy.

-Me parece bien

-Espera, QUE!?  No voy a pegarle a una chica.

-Entonces te voy a patear el trasero y acabaré contigo ♡

Me quedé estupefacto al oírla, ella se fue corriendo.

-Entonces... te llamas Hal?- señoras y señores después de todo este tiempo sabemos el nombre de mi "asesino"

-Ahora se entera el tonto este. Es un abreviatura de Harry, tu me tienes que llamar así

-Prefiero Hal- le mire con una pequeña sonrisa, mientras que el salía andando en la dirección de la chica junto al maestro. Les seguí hasta la parte trasera del insti, donde estaba el huerto. La tierra estaba húmeda ,  quizás fue regada hace poco. La chica estaba plantada en mitad del huerto. (No literalmente)

-Enséñame que puedes hacer! ¿Cuál es tu habilidad?

-Emm... nada?

-Respuesta incorrecta -

Sus ojos, ya verdes de por si, se volvieron como dos esmeraldas brillantes bajo el sol. Acto seguido note algo en mis pies, cuando los miré pude observar como la tierra engullía mis zapatos, y unas raíces extrañas me sujetaban.

-Repito, qué puedes hacer?

-De verdad que no puedo hacer nada, que clase de trucos usáis para hacer esto?!

-Eres aburrido - Unas ramas brotaron sujetando mis brazos y tirando de ellos para dejarme de rodillas en el suelo. Parecían unas ramas débiles, que se podrían romper de un solo golpe, pero no lo eran, su dureza era como la de unos grilletes, me oprimian las muñecas demasiado.

-Oye, pa- para me estas haciendo daño...

-Maestro tan solo miralo, es un debilucho! No vale para esto.

-Tiene potencial -Cuando el maestro dijo eso, la chica ardió en ira, otra rama más gruesa empezó a enrollarse en mi garganta. La chica, con su mano abierta y su mirada clavada en mi, empezó a cerrar el puño lentamente.

Cada segundo me sentía más axfisiado.

No podía patear, mis pies estaban atados al suelo, tampoco intentar golpearlo o arañarlo,  mis manos tenian unos grilletes de ramas y raíces sobre sus muñecas.

Volví a pensar que iba a matarme. Pero esta vez no pensé "Estoy muerto" si no que en su lugar pensé "No puedo morir así".

No se como lo hice, pero por un momento sentí que podía controlar eso que ellos decían que tenia. Y la rama que atoraba mi garganta fue cortada a la mitad en un instante, como si fuese un frágil hilo.

La rama no quedó sobre el suelo partida, si no que se evaporó en una estela verde.

Comencé a toser, me dolía el cuello y me sentía angustiado. Pude notar cómo el resto se esfumaban por el mismo sitio por el que salieron, volviendo a ser uno con el suelo.

La chica me miró con una mirada de desprecio para después despedirse con la mano del maestro y salir de aquí. 

-¿A dónde a ido? Casi me extrangula y no le decís nada.

-Las clases especiales terminaron hace un rato así que supongo que se va hasta su casa. Deberíais hacer lo mismo tu y Hal. Mañana asistirá.

-Porqué debería?

-Acabas de cortar eso en la mitad. Si no aprendes a controlarte quizás cortes a alguien por la mitad sin querer, y creo que no quieres que eso pase.

-¿Qué le explico a mi madre? No puedo empezar a venir aqui así por que si

-Dile que son para mejorar tus estudios, si no enviaremos a Hal para--

-Qué ni se acerque a ella, me dejara seguro.... Que días es?

-Todos los días menos los Sábados y Domingos, al igual que las clases.

-Vendré mañana, y pues si eso... me quedo

-Me parece bien, podéis iros, yo tengo que corregir cosas y ordenar algunas papeles. Cosas de maestros~

Tras decir eso nos acompañó hasta la puerta, agarre mi mochila y use solo uno de sus tirantes. Me despedi de el con un simple adiós. Hal no dijo nada, solo  me acompaño, continúe andando hasta que el se paró y entonces hablo.

-Yo me voy por aqui, nos volveremos a ver mañana, no llegues tarde. Y sin resentimientos por lanzarte a la carretera.

-No lo haré, pero una cosa... ¿ sabias que tipo de habilidad tenia?

-Nope, era imposible

-¿Pero, si tu te metes en la mente de los demás y todo eso, que hubiese pasado si yo solo podía hacer algo parecido a ti?

-El coche te habría arrollado y quizás matado.

-Entonces, porqué lo hiciste?!

-Quien no arriesga no gana, no crees? - Se fue tras decir esto sin dejarme recriminarle nada ni despedirme.

Continúe andando hasta llegar a mi casa, hogar dulce hogar. Saque las llaves de el bolsillo pequeño de mi mochila y abrí la puerta. Estaba preocupado porque era tarde, no llevo el teléfono a clases por lo que mi madre no podía contactarme. Pero más de una vez fui a la biblioteca después de clases, así que estará bien. Un delicioso olor a macarrones llegó hasta mi apenas entre.

Mi mama estaba en casa.

-Ya estoy en casa!

-Hola cariño! Qué te a pasado? Porqué llegas tan tarde?!- vino hasta mi, me estrujo en un gran abrazo, y me dió un par de besos. Deje la mochila sobre las escaleras mientras ella volvía a la cocina.

Me senté en la mesa frente a ella, me puso un delicioso plato de macarrones mientras se sentaba preocupada en frente mia.

-No estarán como recién echos, pero mejor eso que nada. Cuéntame,  ¿Qué tal te fue tu primer día?  ¿Paso algo interesante? - La verdadera pregunta es, ¿Qué no paso?

~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~









Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: May 27, 2019 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Espíritu oscuro Donde viven las historias. Descúbrelo ahora