Cap3. ¿Estoy soñando?

5 2 0
                                    

¿Acaso mori? Bueno, estoy pensando ahora mismo así que espero que no. De todas formas no se como se siente estar muerto, es mi primera vez, no se si os ha pasado. 

-Despierta imbecil- No pude tener mayor "alegria" que tener que oír la voz de quien me mato nada más pasar al otro lado, ¡¿ no me digas que esto es el infierno!?

Estaba tumbado sobre una banca,  concretamente una de las bancas que mi instituto tiene en la entrada.

-Levántate ya!- me agarra de la camiseta y me tiró al suelo como si fuese una bolsa o un objeto inutil. Eso me despertó,  pero bien despierto, estoy seguro que otra cosa puede pero muerto no estoy, me levanté algo mareado por lo que tuve que sujetarme para mantenerme en pie.

El me miraba cómo si no acabase de arrojarme a un coche, prácticamente como si no hubiese roto un plato en toda su vida, no sabéis la rabia que me dio. Lo agarre de la camiseta, por una vez yo a el y no al revés.

-¿¡Cuál es tu problema!? Intentaste matarme! Estas loco!?

-Son las siete de la tarde, llevas dormido horas, no tengo ganas de explicarte todo, así que dime que recuerdas que paso cuando el coche iba a golpearte.

-Crees que eso me importa ahora!? Y no, no me acuerdo de nada, quizás por qué casi me da un patatús!?

-Aggh, que molesto.- Al estar sujetándolo por la camiseta, pude ver claramente como cerraba los ojos, y nada más abrirlos, estaban completamente blancos.

-Pero qu-- Antes de poder decir nada, me agarro con una mano por la cintura y me dio un pequeño golpecito en la frente con su otra mano, me "desmaye" al momento, no me dejo caer si no que me sostuvo.

Sentí como si flotara en un mar transparente, siendo llevado por las olas formadas por el viento sobre mi, que rozaban la superficie cristalina.

Cuando pude volver a sentirme totalmente consciente, habia vuelto atrás?  Estaba pasando exactamente lo mismo que antes, el coche se acercaba y el iba a empujarme, podía ver con mis propios ojos pero no controlar mi cuerpo. Era como una visión de lo sucedido, el no poder controlar nada me hacía sentir algo ansioso.

Pude volver a sentir como es ser empujado contra ese coche, la diferencia es que esta vez no me sorprendí, no me acelere, tan solo volví a revivir ese suceso. Fue como cuando vuelves a ver una escena de una película, pero ya no es tan impactante como cuando no te lo esperabas, cuando era algo nuevo, perdiendo su importancia.

Espera, no debería haberme golpeado? Pero no paso eso, sino que cuando el coche iba a golpearme, justo cuando estaba a escasos centímetros de colisionar contra mi provocandome heridas graves, paro de golpe cómo si chocase contra algo invisible, para despues salir despedido como por un gran empujón. No entendí nada, yo no hice nada. Entonces caí al suelo, y todo se volvió oscuro. Vale no me golpee contra el coche, pero que paso? Volví a ese sentimiento de estar flotando en un mar transparente, siendo consumido por mis propios pensamientos y preguntas. Hasta que finalmente volví a despertar en esa misma banca.

-Q-qué? Fue un sueño?

-No, fuiste tu. No eres un humano normal. Ve haciéndote a la idea

-Ja...jajajaja- me reí por no llorar- de verdad que estas loco. Tienes esquizofrenia o algo por el estilo. Necesitas un psicólogo.

-Aun después de ver lo que paso sigues pensando que estoy loco?

-¿Qué le paso al conductor?

-El airbag le salvo, tiene heridas menores y piensa que se chocó contra una farola.

-¿Cómo que piensa...?

-Le hice lo mismo que a ti, me metí en su mente.

-Q-qué? ¿Acaso te has metido en mi mente? ¿Si quiera puedes?

-Ya te explicaré como funciona eso,  siguiente pregunta

-Pero... no notaría que los daños del coche no están echos por una farola? Suponiendo que lo que vi fue lo que paso.

-De "modificar" los cambios ya nos encargamos.

-¿EncargamoS?

-No pienses que eres el único distinto.- esa respuesta me pillo algo desprevenido, oculte mi cara de sorpresa con una de confusión.

-Cómo dije antes son las siete, sígueme hasta el departamento de lengua.

-La última vez que te seguí no acabe muy bien, de verdad piensas que voy a volver a seguirte.

-Lo harás,  porque quieres respuestas. - Acto seguido, comenzó a caminar, yo le seguía teniendo que acelerar un poco algunas veces ya que el daba mayores zancadas que yo. El departamento de lengua estaba en la otra punta del edificio, así que andamos durante un corto tiempo, ambos en silencio. Hasta llegar.

-Profesor, aquí le tienes- entro sin siquiera tocar a la puerta, como si fuese lo más normal del mundo. El maestro me miraba con una enorme sonrisa que en parte me incomodaba y en parte me agradaba.

-Hola~ Es un placer tener otro alumno para estas especie de clases por la tarde

-Yo no--

-No deberías negarte, es para aprender sobre tu habilidad - otro zumbado que cree que soy un mago a algo así?

-Disculpa, pero yo no creo en esas cosas

-Porqué no te lo demuestro? Si lo ves con tus propios ojos lo creerás?

-Sí,  pero -- Antes de que pudiese decir nada, sus ojos se volvieron de un rojo brillante a la vez que  la palma de la mano del profesor se  tornó de un extraño color entre rojizo y marrón, tomó un papel con la otra mano, la que seguía normal. Con sólo tocar el papel con la mano rojiza, este papel comenzó a arder hasta desaparecer delante de mi. No pude comprender nada, no daba crédito a lo que veía, quizás solo era una especie de truco de magia? Estaría soñando? Sinceramente no creo que tenga suficiente imaginación como para pensar en todo esto.

-¡¡PROFESOR!!- En ese momento oí una voz femenina gritar tras abrir la puerta de una patada, era una chica muy hermosa a mi gusto y parecer.

Espíritu oscuro Donde viven las historias. Descúbrelo ahora