Bajo el augurio tenue de la sublime oscuridad nocturna se encontraba una suerte de choza destartalada en lo alto de un pequeño monte, dicha choza poseía lo que parecía ser un intento frustrado de techo, el cual en vez de concreto o metal estaba hecho de paja. Del interior de la choza se podía escuchar lo que parecía un forcejeo y gritos que lo acompañaban.
-¡¿Maldición Suéltenme, que me intentan hacer?! -grito una voz con ardua desesperación y dolor tal que sus gritos de clemencia eran audibles desde la distancia.
-¿Estas loca mujer, quien te escuchara? Estamos a una distancia bastante prudente de la civilización, así que por más que grites nadie te escuchara -decía un hombre pequeño con la cabeza raspada y un poco en sobrepeso, el mismo era poseedor de una voz rasposa y un tanto funesta.
-¿Qué quieren? ¿Dinero? Mi familia tiene bastante, yo soy doctora. En verdad les puedo pagar todo lo que quieran, tan solo tienen que liberarme, mucha gente depende de mí ¡Se los ruego! -Con un tono un tanto desesperado que denotaba el deseo a ultranza de permanecer calmada de la joven.
-¿Dinero? ¿Cree que lo que queremos es dinero? -cuestionaba el otro hombre que se encontraba en la sala-. No señorita, nuestro motivo para hacer esto no es algo tan despreciable y material como él dinero, nuestro interés es la ascensión. Cumplir los planes del maestro es cuanto nos interesa, no somos como las demás personas que viven sin un propósito aparte de fornicar, comer y beber, nosotros buscamos la verdadera felicidad -Mientras replicaba esto se podía ver como abría sus ojos de forma atemorizante y su pupila se veía totalmente dilatada.
Cuando su compañero termino su dialogo el hombre calvo parecía sacar algún tipo de arma punzante y dijo-: Ya basta de cháchara, no tenemos que justificarnos ante esta joven, Marcos, procedamos con nuestro trabajo antes de que venga alguien a ocasionar problemas. Hoy es nuestra última oportunidad.
Y diciendo esto se abalanzaba sobre la mujer a propiciarle la estocada mortal.
-¡Espera! -Gritó a gran voz la mujer.
En el instante en que el cuchillo se acercaba a la joven, la puerta de la choza donde se encontraba fue derribada y al caer de la puerta se veía la figura de un hombre con un arma de fuego en la mano-. Policía de Estocolmo, baje el arma si no quiere que le dispare -dijo el hombre que acababa de entrar.
No bien termino el policía de concluir su parlamento rápidamente el hombre en lugar de apuñalar la mujer, la sujeto y coloco el objeto punzante que parecía ser un cuchillo en el cuello de la joven.
-Señor policía, ni usted ni yo queremos que nadie salga herido aquí... Lo mejor es que nos calmemos para que la señorita no la pase mal, así que ¿podría hacerme el favor de colocar el arma en el suelo y patearla hacia acá? -replico el hombre calvo al policía.
-Manuel ¿no crees que deberíamos detenernos ya? -decía en un tono de titubeo y nerviosismo el pequeño hombre mientras observaba a su amigo sosteniendo el cuchillo en el cuello de la chica.
-Hablare claro y conciso, al único que le podría afectar la muerte de esa joven es a usted. A los ojos del cuerpo de policía de Estocolmo una persona que toma un rehén y pide algo a cambio es tomado como un terrorista -Y con los ojos cortados y con una voz punzante cual cuchillo dijo-: Nosotros no negociamos con terroristas.
Terminando el policía su parlamento se abalanzo sobre el hombre, así tumbándolo a el y a la mujer al piso, pero también quitándole el cuchillo.
Al momento de hacer eso, el otro hombre se le abalanzó encima con el motivo de ayudar a su compañero, pero mientras forcejeaban se escucharon dos disparos.
-Policía de Estocolmo. Aléjense del hombre y la chica o esta vez si que mato a uno. -decía el hombre alto y robusto que acababa de entrar por la puerta y dejaba entender que era él el que había disparado.
Diciendo el policía esto, el hombre llamado Marcos se levantaba con las manos arriba y replicaba-: Ya entendimos oficial por favor no dispare, por favor... Yo solo... Yo solo trataba defendernos a mi amigo y a mí...
Luego el policía que se encontraba en el suelo sobre el otro hombre, logró levantarse y cargar a la joven que al parecer se había desmayado por la gran impresión.
El hombre que hace unos momentos sostenía el cuchillo en la mano también se encontraba desmayado en el suelo.
-Lo que no entiendes es que el verbo "Defender" pierde un poco de sentido expiatorio si lo empleas para justificar el hecho de que atacaste a un policía haciendo su trabajo -dijo con un tono de exaltación y cansancio el policía que se acababa de levantar.
-Acke, toma a la chica y llévala a la unidad. Tu, tienes derecho a permanecer en silencio. Todo lo que digas puede ser usado en tu contra, tienes derecho a un abogado, si no puedes pagarlo la corte te asignara uno. Pon las manos detrás de la espalda para poder ponerte las esposas infeliz -dijo el policía que había irrumpido con el arma en la habitación.
Luego que le puso las esposas, el oficial esposó al otro hombre y procedió a cargarlo, hasta que llegaron al coche en donde lo esperaba Acke y la chica.
-Mandé a buscar una ambulancia para la chica, no tardan en venir. Nos llevamos a estos cuando vengan a por la joven -dijo Acke cuando vio que su compañero salía de la espesura del bosque.
-Perfecto, aunque realmente todo esto me intriga... No comprendo que qué era lo que pretendían hacer con esta chica. Es decir, si la hubiesen querido violar o hasta matarla lo habrían hecho, sin embargo, solo estaba la chica amarrada en la cama con velas alrededor -contestó intrigado el policía rubio de alta estatura que salía con un hombre cargado y el otro esposado.
-Mmm, no lo sé, pero supongo que son parte de esa secta que anda provocando estragos... Aunque no entiendo por que exactamente en un lugar como este, es decir, la catedral protestante mas grande del mundo se encuentra aquí... Esto es como si fuese el vaticano.
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El exilidado
FantasyLa historia de un desdichado angel de la muerte que cometio el craso error de sentir amor por un ser que a su parecer era infinitamente inferior a lo que el consideraba perfeccion. Esta novela esta basada en un mundo ficticio donde la mayoria de los...