Butch:
Luego de tres toques gire la perilla, agradezco a mi suerte ya que esta estaba sin seguro.
Que todo salga bien, susurré.Entre a la habitación de mi nueva paciente, el cuarto estaba oscuro, toque con cuidado la pared hasta encontrar el interruptor, al prenderse la luz di un salto del susto, ya que una chica pelinegra estaba parada frente mio. Era bajita, tenía cabello ondulado y sus ojos eran como ver dos esmeraldas.
- ¿Quien eres? —pregunto con el ceño fruncido—
- Mi nombre es Butch Him, un gusto —salude amable, extendí mi mano acción que fue ignorada por la menor—
- ¿Y que quieres, Butch? —alzó su ceja, tenía sus brazos cruzados y me miraba fijamente—
- Tu padre me llamo para ayudarte, a partir de hoy seré tu psicólogo —esta soltó un bufido y se río—
- Que ridiculo, no lo necesito así que por que no mejor te das media vuelta y sales de mi habitación así ninguno de los dos pierde su tiempo —me dijo sin pisca de amabilidad, camino hacia la ventana de su pieza sentándose en la orilla de esta—Comencé a mirar la habitación, las paredes tenían cortes, al igual que la madera de su cama, tenía ropa regada en el piso y un saco de boxeo roto. Al parecer la chica tenía ataques muy preocupantes.
Tome mi libreta y anote con más detalle todo lo que veía alrededor, Kaoru mirada por la ventana, sus brazos seguían cruzados no bajaba la guardia, logré notar que acariciaba con delicadeza sus brazos, el único apoyo que ella sentia era el de ella misma. Aclare mi garganta para llamar su atención.
- ¿Porqué esta decoración tan extraña?
- No es de tu incumbencia, ¿Por qué sigues aquí? —se escuchaba aburrida, le importaba muy poco que su padre me haya contratado—
- Mira Kaoru, estoy aquí para ayudarte necesito que cooperes, tu padre está preocupado
- ¿Preocupado?, si yo estoy bien no necesito que mi papá o tú me ayuden —estaba a la defensiva— yo sola se cuidarme, gracias
- No, no lo estas una persona que esté bien psicólogicamente no llevaría casi dos meses encerrada en su habitación y mucho menos tendría su cuarto así, deja de engañarte —ya se me estaba yendo un poco la paciencia pero debía calmarme sino serían puntos en contra para ganarme su confianza—
- Mira Butch sabelotodo Him, te pediré de la mejor manera que salgas de mi habitación —su rostro demostraba molestia, tenía los puños apretados— no tengo por que confiar en ti, solo estas aquí por el dinero que estará pagando mi papá —soltó una sonrisa ladeada— no soy tan estúpida para creerte el cuentito de querer ayudarme
- Mírame, ¿Me ves cara de que este mintiendo?, observa mi rostro, ¿Me ves tenso, preocupado? —esta negó— Si fuera solo la plata saldria ahora mismo de la habitacion y le diria a tu padre que estas bien, recibiria el dinero y me largaria, no crees?, en cambio sigo aquí intentando tener una conversación contigo para iniciar con el tratamiento.
‐ ¿Y como sé que no ocuparas mi lado débil para lastimarme? —susurro con la mirada baja, sus ojos se veían vacíos—
- K-Kaoru —al mencionarla levanto la vista alterada, subió sus manos a su cabeza y agarro con fuerza su cabello—
- ¡¡Comprende que no, carajo!! —grito, lanzó un puño hacia atrás y golpeó la muralla, di un salto era mejor retirarme sino la situación podía empeorar, sus ojos se habian aguado pero podia notar que evitaba ponerse llorar—
- Kaoru, me iré por hoy para que te calmes y logres descansar, ya mañana nos veremos nuevamente —dije serio, era tan complicado ser psicólogo por que uno no puede mezclar su trabajo con su vida cotidiana, estaba prohibido encariñarse con los pacientes, tenia que ser profesional sino el paciente o yo podíamos terminar perjudicados—
- ¿Como dices, mañana? —pregunto incrédula—
- Si, como ya te había dicho antes tu padre me contrato para ayudarte así que nos veremos bastante seguido, me iré —me despedí y camine hacia la puerta de la habitación, al salir cerré la puerta y escuche de inmediato el pestillo solte un suspiro agotado, coloque mi mano en la nuca para darme leves masajes en la zona. Seria dificil pero no imposible—Al irse el mayor Kaoru se lanzó a la cama y comenzo a golpear ésta para aliviar su estrés, se sentía mal, triste, enojada.
¿Y si realmente el queria ayudar?
Y si, ¿Solo era una fachada para luego burlarse de ella?- Se veía buen chico, ¿Si esta diciendo la verdad? —se preguntó la menor— Pero y si no?, ¡Aaaaah! —grito y sacudió su cuerpo en la cama— Kaoru, eres un asco andante.
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Trastornos, Psicologos y Amor. ○Mejorado○
FanfictionTres muchachas de 16 años sufren la pérdida de su amada madre tras la pérdida el padre decide llevarlas a Japón, pasando el tiempo las menores comienzan a desarrollar ciertos síntomas que preocuparon a Utonium así que decide contratar la ayuda de ex...