Hola, soy tu psicólogo ❤️

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Nueva mañana, nuevo día comenzaba para el científico, hoy llegaban los famosos psicólogos que tanto le habían recomendado, se levanto de su cómoda cama y camino a su baño. Una ducha lo dejaría renovado.
Bajo a la primera planta encontrándose con la amigable señora, sin Nana no sabría como manejaria esto.

- Buenos días, nana —saludo amigable—
- Buen día, Señor. ¿Como amaneció?
- Bien, algo nervioso, ¿Como crees que nos irá?
- Tenga fe Señor, todo saldrá mucho mejor de lo que pensamos. Pronto tendremos a las chicas desayunando junto a nosotros —dijo luego de entregarle plato al pelinegro, este agradeció con una sonrisa—
- Eso espero Nana, realmente lo espero —dijo luego de un suspiro—

La mañana paso rápida para el mayor, los muchachos debían estar por llegar y justamente el timbre de la entrada sonó, la mujer seco sus manos en su delantal mientras se dirigía a la puerta al abrir vio a tres jovenes esperando pacientes a que les permitiera el paso.

- Buen dia jovenes, ¿Se les ofrece algo?
- Nosotr— —uno de ellos fue interrumpido por el hombre de la casa—
- Nana, dejalos entrar, pasen muchachos con confianza —ambos mayores les permitieron el paso, ya los cinco estaban en el comedor— ¿Ustedes son los muchachos que me envió el Señor Him?
- Si señor, somos sus hijos. Boomer, Butch y yo Brick Him es un placer conocerlo
- El placer es todo mio, muchachos tomen asiento —señaló amable el sofa— ¿Como iniciaremos?, lo siento primera vez que me toca hacer algo como esto.
- No se preocupe Señor, comience explicándonos la situación —dijo el mayor de los hermanos—

Utonium asintió.
Comenzó desde el inicio sin saltarse ningún detalle, estos tres miraban con atención al mayor, la historia de la madre de las muchachas era algo complicada y triste, el cuál podía ser el inicio de todo esto.
Al terminar la historia Brick se levanto del sofá haciendo que sus hermanos copiaran la acción.

- Bueno Señor, haremos esto Boomer se encargará de su hija menor, Butch de la del medio y yo de la mayor, necesitamos verlas, ¿Podemos pasar?
- Si claro, esperemos que tengan sus habitaciones sin seguro, llevan semanas sin permitirme el paso, Nana les lleva el desayuno, almuerzo y cena todos los días y se los deja afuera de sus habitaciones y aún así no abren, esperan a que no estemos cerca para tomar la comida —dijo preocupado, esperaba que estos muchachos pudiesen ayudar a sus hijas, eran su última esperanza—
- Entiendo su preocupación, haremos lo posible para solucionar esto lo más pronto posible —Boomer dijo, coloco su mano en el hombro del mayor en signo de apoyo—
- Les agradezco, muchachos.

Luego de eso los tres muchachos se dirigieron a la segunda planta, cada uno se paro en la habitación correspondiente, un toque, dos toques, tres toques y no hubo respuesta, giraron la perilla con cuidado evitando hacer un ruido muy brusco, estaban sin seguro, debía ser su día de suerte, entraron a la habitación. Esperaban que todo saliera bien.

Brick:

Entre a la habitación de mi nueva paciente, ésta estaba oscura, sin rastro de una pequeña luz, las ventanas estaban tapadas con mantas, para evitar que la luz solar entrara, entre cerré mis ojos y comencé a mirar hacía todos lados intentando encontra una silueta humana, al segundo apareció la luz con tonalidad amarilla, rasque un poco mis ojos por el impacto tan repentino de la luz. Pude verla parada frente a mi, era una chica bajita, pelirroja con ojos color rosado, se encontraba en pijama y con un cepillo en sus manos dispuesta a golpearme si me acercaba.

- H-Hola, soy Brick, Brick Him —salude algo nervioso, espero y no me golpee por entrar sin preguntar—
- ¿Y que haces aqui, Brick Him? —pregunto seria, sus ojos estaban entrecerrados, al parecer no bajaría la guardia—
- Soy psicólogo, tu padre me contrato para poder ayudarte Momoko, él esta muy preocupado.
- ¡¿A-Ayudarme?!, ¿En qué?, yo, yo estoy bien, mejor que nunca, ¿P-Porqué yo estaría mal? —susurro lo último, al parecer esa pregunta era más para ella que para mi—
- No lo sé, cuentame tú. ¿Porqué no sales a la calle?, ¿Porqué no vas a la escuela?
- ¿Y estar rodeada de g-gente que lo mas probable es que se b-burle de mí o para escuchar en todo momento que soy una loca mentirosa?, no quiero que me molesten, no quiero ir a la escuela, ¡No quiero entrar al baño de la escuela para que me vuelvan a molestar esas chicas! —grito lo ultimo, estaba alterada, se notaba en su respiración— Vete, me estas incomodado Brick Him
- ¿Porqué te incómodo? —pregunte, se veía inquieta, mire sus manos, con el pulgar rascaba un costado de su dedo índice tal vez era un acto para calmar su ansiedad—
- N-No hagas esto mas difícil, necesito que te vayas ahora
- No me iré de aquí, no hasta que me expliques que te esta sucediendo.

Momoko camino hacia su cama sentándose en la orilla de ella, se veía incomoda, molesta, había dejado de rascar su mano ahora tenía ambas encima de sus rodillas, miraba hacia todos lados evitando fijar la vista en mi, como buscando una manera de escapar de la situación.
Observaba detenidamente cada movimiento involuntario de la paciente, movía sus pies muy rápido, estaba inquieta, con sus manos acariciaba sus piernas, se sentía asustada y desconfiada.

- Momoko, necesito que me digas exactamente como te sientes en este momento —necesitaba tomar notas de como ella se sentía—
- ¿Porqué debería hacerlo? —me pregunto bajito— Quiero que me dejes tranquila
- Solo confía en mi, estoy aquí para ayudarte —me acerque a ella sentándome en la otra esquina de su cama, esta me miró dudosa—
- N-No, no q-quiero, por favor retírate —dijo y volteo hacia otro lado, esquivando como de lugar mi mirada—

Suspire.
Sabía que sería un trabajo difícil pero de a poco iríamos mejorando, hoy simplemente haré lo que me pidió, me levante para salir de la habitación ya estando en la puerta voltee, ésta seguía sin mirarme, su mirada estaba fija en el piso.

- Por hoy me iré Momoko, sé que el inicio será complicado pero créeme que solo he venido a ayudarte para evitar que la oscuridad te absorba en su totalidad, vendré bastante seguido, así que nos vemos mañana, descansa —sin más sali de la habitación—


Saliendo el pelirrojo la menor se tiro a su cama y tapo su rostro con ambas manos, quería llorar.

¿Será que si podía confiar en él?, la duda carcomia su mente.
- Que mierda —soltó frustrada—

Trastornos, Psicologos y Amor. ○Mejorado○Donde viven las historias. Descúbrelo ahora