〔 ♡ 〕DIECI.

2.3K 247 114
                                    

X

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

X. E, THE NAME OF PAIN.

Los días pasaron totalmente azules y no precisamente por el cielo.
Timothée, antes de partir, dejó la carta en la casa Capone, donde sorprendentemente el gran portón se encontraba abierto al igual que la puerta de la gran casa. Tocó desesperadamente al ver un automóvil estacionado pero no había respuesta más que una morada desolada.
Sin mucha seguridad en sus acciones, pasó con paso lento y vio el desastre que era la casa: la cocina tenía platos sucios con el desayuno entero en ellos, la estufa estaba prendida con la tetera encima, la sala tenía documentos tirados por todos lados, pero a Timothée no le interesaba eso sino encontrar rastro de Emile.

Así que subió las escaleras con el papel en sus manos y abrió puerta tras puerta hasta encontrar dos camas desordenadas y maletas con ropa desbordante, supuso que las hijas Capone dormían ahí.
Dio unos pasos lentos hasta llegar a la cama que tenía una caja de galletas y dentro de esta Polaroids con fotos de Vernazza, de personas y especialmente, de él.
Supo que eran las pertenencias de Emilia.
Se sentó y puso la caja sobre sus piernas con melancolía, analizando cada una de ellas: todo era pintoresco, tintes dorados, azules y rosas que característicamente tenía el cielo y sonrisas variadas de sus amigos, su familia, de él e incluso una pizca de celos llegó a su cuerpo cuando encontró una foto de Dante sonriendo a la cámara con un dedo de Emile en la nariz del rubio pero llegó a la foto del día anterior: ellos dos, besándose en el muelle donde se emborracharon la primera; era un paisaje precioso, dos enamorados con el brillante cielo de fondo.
Guardó esa foto en su bolsillo junto con una comprometedora foto de su torso desnudo con el cuerpo de Emile este en una noche caliente de verano en la casita amarilla de su tía.

Vio por última vez esa habitación antes de dejar la carta sobre la cobija rosa tejida y salió de la casa con paso lúgubre y lágrimas gruesas en sus ojos que se esforzaban en salir mientras él trataba de mantenerse fuerte, al menos hasta llegar a su simple habitación en Nîmes y soltar todo lo que sentía, y peor, todo lo que pensaba.












[...]

La pena siguió a ambos jóvenes por días, semanas, meses y tristemente años.
Después del funeral de la nonna, Vernazza quedó en el olvido para los Capone y más para Emile, que sentía un enorme peso en el pecho cada vez que se menciona aquel lugar que en cierto punto de su vida le trajo alegría.

Habían pasado casi tres años desde que aquel triste día ocurrió y Emilia Capone tenía la vida vagamente en proceso.

Estudiaba Literatura clásica y trabajaba como contadora en el restaurante de la familia en Chicago mientras que Paulie era la nueva gerente del lugar.
Dante cumplió su palabra y siguió a la italiana de cabello ondulado por el país hasta su ciudad, donde incrédula de su osadía, lo rechazó incontablemente.

SUNSET SHIMMER ⋆ TIMOTHÉE CHALAMETDonde viven las historias. Descúbrelo ahora