Capítulo 3.-

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Un paraíso donde te retengo en contra de tu voluntad. 

Un triste paraíso del que no puedes escapar. 

Un paraíso donde podemos estar juntos por siempre. 

Taehyung no sabe cómo sentirse.

¿Qué se supone que diga o haga? ¿Cómo se reacciona en una situación como aquella? Taehyung ni siquiera está seguro de que sea real, todavía tratando de convencerse de que se ha vuelto loco de un momento a otro o que está en una pesadilla. Porque no se trata sólo de reencontrarse con alguien que lleva seis años muerto, sino entender que él ahora también lo está, que su vida se ha acabado.

Pero entonces, ¿en qué punto se encuentra: una especie de vida después de la muerte?

¡Si ni siquiera sabía cómo había muerto!

.- Escucha, Tae: quiero que escuches con calma todo lo que vamos a explicarte, cualquier preguntas que tengas hazla sin temor pues estamos para darte las respuestas que sean necesarias para hacer más fácil esto para ti – la voz de Jungkook es amable, controlada a tal punto que no puede evitar preguntarse cuántas veces ha tenido que hacer esto, con cuántas otras personas se ha topado en la misma situación.

Uno de mis mejores guías; había dicho Hoseok.

Un guía, no le sorprendía de alguien que siempre había estado dispuesto a ayudar a otros. Jungkook siempre había sido el primero de todos en regalar una sonrisa amable, incluso cuando solía ser demasiado tímido como para entablar una conversación. No, con él nunca faltaba una sonrisa tímida que buscaba hacer sentir cómodos a los demás.

Una sonrisa como la que Jungkook justo está regalándole.

.- Ven, lo mejor es que te sientes antes de que te duela la espalda por estar así – le tiende la mano mientras se endereza, su figura delgada y atlética vislumbrándose a través de la tela blanca que se transparente por la luz tras él – Vamos, hyung.

Taehyung se repasa los labios con la punta de la lengua, extendiendo su mano temblorosa hacia la del menor, a la vez que pregunta sí su cuerpo no desaparecerá antes sus ojos una vez sus dedos se toquen, ¿y sí su mano atravesaba la de Jungkook? ¿Era el menor una especie de fantasma? Y sí lo era, ¿entonces qué era él?

Sin embargo, sus preguntas mueren cuando el calor de la mano de Jungkook se acopló al suyo, sus dedos tomando con una suavidad firme su mano para ayudarlo a tomar impulso y que se levantase. Taehyung tropieza con sus propios pies una vez se encuentra de pie, justo frente a Jungkook y con tan poca distancia separándolos que incluso jura que el menor puede escuchar el latido de su corazón.

Pero tu corazón ya no late...

.- Eso es, hyung – Jungkook deja ir su mano de inmediato, provocando en el pecho de Taehyung una sensación de vacío y desesperación que sólo puede comparar con aquellas primeras semanas tras la muerte del menor – Eres mucho más alto a la última vez que nos vimos. Has crecido bien, TaeTae.

Aquella frase parece una puñalada, los ojos de Jungkook lucen tranquilos mientras que Taehyung jura que el menor puede ver en los suyos la tormenta que no se calma. ¿Cómo Jungkook puede hablar con tanta facilidad de algo como eso? ¿No había sufrido él por aquellos seis años en los que no existieron en el mismo plano? Taehyung sentía dolor tan sólo de pensar en todas las personas que dejaba atrás, ¿Jungkook no había sentido eso?

Claro que no, él decidió acabar consigo mismo; se corrige de inmediato.

.- ¿T-tú... por qué no creciste? – formula la pregunta que tanto le acosa a la vez que trata de no pensar en lo que fueron para Jungkook esos años – L-luces igual a... - Taehyung se muerde la lengua, enojándose por no ser capaz de decirlo.

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