Dedicado a mi querida Maggie_vk
Y estoy aquí, justo donde estuvimos juntos antes.
El silencio entre los dos se siente extraño, más no incómodo.
Es extraño porque es Jungkook.
Su dulce Jungkookie.
A quien Taehyung nunca pensó volver a ver, a quien trató de enterrar para evitarse el dolor porque siempre era más fácil olvidar que mantener los sentimientos dentro de sí, consumiéndolo por el dolor de haberle perdido, por no tener una respuesta a su eterno por qué. Así que no deja de resultarle extraño estar ahí, de pie a su lado después de tantos años, después de tanto huir de su recuerdo.
.- ¿Cuándo... empezaremos con las tareas? – se atreve a preguntar una vez ambos han salido de la oficina del sonriente hombre llamado Hoseok, Taehyung ni siquiera sabe cómo es capaz de hablar en voz alta, cómo es que ha asumido la inevitable verdad con tanta familiaridad.
Sin embargo, ¿cómo se asume una verdad como esa? ¿De qué manera debería aceptar que ha muerto, que todos sus planes quedaron a medias y que sus sueños no fueron más que ilusiones vanas en una vida demasiado corta? Taehyung se siente nublado por las emociones, pero ha dejado ya de tener miedo del destino que parece cernirse sobre sí mismo. Acaso... ¿Tiene que ver con que ese terrible destino le ha traído de regreso a la mitad que faltaba de su infinito?
.- Eso sólo lo decides tú, Taehyung – la voz de Jungkook posee un tono controlado, distante y respetuoso, algo que no se asemeja en nada a la risueña voz del niño con quien creció y compartió tanto – Todo depende de cuánto tiempo te tome asumir qué has muerto, que no volverás y que ellos seguirán sin ti.
Hay una tristeza casi indetectable en sus últimas palabras, pero Taehyung se detiene a sí mismo de preguntar, de hacer algo. Se dice a sí mismo que ese no es más su Jungkook y que, por más que luzca y suene como aquel risueño adolescente, éste nunca regresará por completo a él. Taehyung nunca podrá tenerle de regreso porque hacerlo implica aceptar que nunca lo conoció por completo.
Porque de haberlo hecho... de haberlo sabido, lo habría detenido aquella noche.
.- ¿Estás listo para eso, Tae? – la pregunta le sobresalta levemente, los ojos fríos de Jungkook fijos en él mientras se detienen en la intercepción de un pasillo - ¿Realmente estás listo para ver cómo es la vida sin ti en ella? ¿Para ver cómo las personas que amas deben seguir viviendo sus días sin ti al punto de, pronto, dejar de tenerte presente?
Su mirada le atraviesa y Taehyung siente que hay algo oculto en sus palabras, en la forma en cómo su cuerpo delgado se endereza para lucir imponente aún cuando el mayor es obviamente más alto que él. Sus ojos lucen como dos pozos congelados e imperturbables y su gesto indescifrable le quita el aliento por un segundo.