Yoongi es quisquilloso.
Es por definición lo que se comprende como difícil, comprometido y en ocasiones arrogante si la situación lo amerita.
Yoongi siempre se ha mantenido muy al margen de cualquier situación que pueda ser un problema en su vida, teniendo claras excepciones como Hoseok, que resulto en su mejor amigo y ahora Seokjin.
El chico, -hombre, criatura, ser... aún no lo tiene claro-,que tenía sus colmillos firmemente contra su cuello, conto los segundos con exactitud para notar el breve balbuceo de Seokjin, sus pensamientos siendo un revuelo. Seokjin pensaba mucho las cosas por lo que obtuvo de ellos. Noto el momento preciso cuando los colmillos rozaron su piel, sintiendo al principio notas de cosquillas, para ser remplazadas rápidamente por el conjunto de sensaciones más particular de su vida, dolor, un pinchazo cuando esos dientes se clavaron en su tierna piel. Placer, efecto secundario que liberaba la mordida -importando poco si era dada o recibida-, y otro sentimiento poco conocido.
¿Seguridad? ¿familiaridad? ¿euforia?
Quiso suponer que no era más que la mordida, que sólo era otro efecto colateral de estar unido a otro vampiro.
Pero es que nunca se había sentido así. El sexo era algo normal para él, incluso si ya había pasado un buen tiempo sin compartir la cama con alguien.
Y precisamente volvía al juego con un Kim, ni en sus más locos sueños se imagino en que eso sucedería. La familia Kim eran conocidos como los más poderosos entre los de su clase, vampiros de la realeza, vampiros casi intocables. Un clan asegurado de victorias y riqueza.
No sólo eran conocidos por su sangre pura, por sus fuertes raíces. Eran más que eso. Eran el epítome de criatura de la noche con la no deberías meterte si apreciabas tu vida.
Su familia había servido como protectora de los Kim por siglos, así como de otros clanes y ahora estaba liándose con uno y no precisamente protegiéndose.
Si los pensamientos de Seokjin era un lío, lo de él se quedaban cortos en cuanto describirse como desastre. Estaba pensando en lo bien que se sentía tener a Seokjin empujándose contra su cuerpo, haciéndolo perder el sentido por momentos, pero también habían otros pensamientos invasores tales como, ¿qué estaba haciendo? ¿Por que no quería detenerse? ¿Cuánta sangre había bebido Seokjin? Y joder, no quería, pero estaba deseando clavar sus colmillos en el cuello del chico sobre él.
Su sed pareció crecer mientras los minutos pasaban y su climax se acercaba. Se habían alimentado sólo la noche anterior, ¿por qué demonios tenía tanta necesidad de probar la sangre de Seokjin.
Intento hacer desaparecer esos pensamientos, rodeando fuertemente con sus brazos a Seokjin, empujando sus propias caderas contra las del contrario e intentado con todas sus fuerzas concentrarse sólo en los jadeos y gruñidos que emitía su vampiro.
Suyo.
Fue como un cartel de neón encendiéndose en su cerebro. Su mente cayó en un abismo cuando Seokjin tocó el fondo de su cuerpo y golpeó a la perfección ese punto sensible.
Pero ni eso hizo desaparecer el sentimiento de propiedad.
Seokjin le aviso lo cerca que estaba y Yoongi no pudo detener a su lengua.
—Necesito...por favor...—sus colmillos salieron a relucir con gallardía. Y se vio reflejado en los ojos de Seokjin.
Sediento. Jadeante.
—Hazlo. —la voz profunda del contrario lo descoloco. Su positiva fue como escuchar la más gloriosa de las voces.
Seokjin ladeó su cabeza, dándole la mejor vista de su cuello. Perlado, casi brillante por la mínima luz que se filtraba por alguna ventana.
Yoongi no pudo más y mordió casi con desesperación, si fue doloroso para Seokjin...ni siquiera se lo hizo saber. El gruñido de satisfacción fue más fuerte que cualquier otra cosa.
Yoongi volvió a perderse al saborear la sangre, sus papilas tomando vida. Y la euforia se acrecentó en su cuerpo, maravillado por el sabor de la sangre, la presión del cuerpo de Seokjin sobre el y su esencia dentro suyo.
—Mío. —le escuchó decir.
Y no se abstuvo de estar de acuerdo.
•
•Acomodado sobre el pecho de Seokjin recibió de caricias y mimos. Mientras el dibuja constelaciones sin sentido en su piel.
—¿Estas bien? —la pregunta retumbó en la habitación.
—Lo estoy. Si. ¿Qué hay de ti?
—Honestamente. Me siento en un transe. Estoy aquí contigo y al mismo tiempo no lo estoy. —su voz fue casi dulce. —Te he conocido por no más de horas y aún así te sientes como algo que ha estado en mi vida desde siempre.
—Te sientes familiar también. —confesó. —Mi madre...—quiso comentar pero al final las palabras no salieron.
—¿Qué?
—Es una tontería.
—Tengo mucho tiempo sabes. Escuchar lo que sea que estabas por contarme no será tan malo. —Seokjin alzó su mentón.
—Es casi medio día.
—¿Quieres descansar primero? Puedes hacerlo. Las siestas son un privilegio.
Yoongi sonrió con ternura. Dormir no era necesario en su estilo de vida, pero nunca se negaba a las siestas, esos lapsos de descanso que los humanos lloraban por tener.
Así que cerró los ojos.
•
•
•Hola. Cherry aquí. Paso a dejar un capítulo esperando que les guste.
He estado un poquito ocupada pero ya en unos días seré más constante.Nos leemos pronto.
—Cherry 🍒.
Fighting
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Seoul At Night || Sujin||Jinsu
RomanceEs como un mundo diferente. Las luces se encienden y la ciudad cobra una vida. Es extraño, mientras el sol persiste en el cielo es una ciudad llamativa y claramente un lugar que SE debe ver pero, por la noche... Por la noche es como si la ciudad to...