Seokjin confía fielmente en su instinto.
Dejarlo entrar.
Dejarlo besarle.
Dejarlo quedarse.Todo sonaba correcto en su mente. Había un lío bien armado dentro de su cabeza, pero nada le decía que estaba mal. No pasaba un solo pensamiento que estuviera en la negativa de no pasar esa mañana con Yoongi.
No le importaba.
Si algo podría importarle menos a un vampiro, en definitiva eso era el tiempo. Entre ellos era una cuestión tan relativa y poco importante ¿que más daba si hacía tan solo unas horas que lo conocía?
Se sentía correcto y eso era todo lo que necesitaba.
Sus labios eran suaves, su piel, si bien era tan fría como la suya, podía sentirse un poco caliente en la punta de sus dedos. Sus manos no dejaban de tocarlo y Seokjin se sentía más que cómodo con ellas. No sabía exactamente cómo pero Yoongi había escalado hasta su regazo.
Y si, Yoongi no había respondido con palabras, pero sus besos fue lo único que necesito para saber que el se quedaría.
Compartir una mañana era una cuestión muy íntima, y llevaba más que unas horas para que los de su clase invitaran a alguien para hacerlo y más costaba que el otro aceptara.
Para ahí estaban ahora. Atrapados en un beso que ninguno de los dos sabía cómo detener, o si quiera si querían hacerlo. Dejándose llevar, sin preocuparse por nada más que mantener un ritmo que ambos disfrutarán.
—Deberíamos, deberíamos ir a mi habitación. —con lentitud, Seokjin abrió los ojos y logró separarse de los labios de Yoongi por suficiente tiempo para hablar.
Encontrándose con un par de ojos brillantes y expectantes, con la vista de los labios maltratados de Yoongi, incluso sus colmillos comenzaban a asomarse.
—S-si. —asintió respondiendo.
Seokjin vio la intención de chico sobre él de quitarse, pero él fue más rápido en moverse y tomarlo por sus muslos para levantarse y dirigirse a su habitación.
Dejo a Yoongi sobre su cama.
—Pensé que no necesitabas dormir. —se burló recordándole la platica que habían tenido de camino a su departamento.
—Eso no les quita lo cómodas que pueden ser. —sonrió besando una vez más a Yoongi.
—Y lo que puedes hacer en ellas. —jadeante y perdido en los labios de Seokjin, Yoongi unió sus labios, esta vez para no dejarlos ir.
Seokjin amaba su nueva época. Menos ropa de por medio que quitar.
No era sorpresa, ni mucho menos un secreto, que Seokjin hubiera tenido amantes antes, chicas y diversos chicos habían pasado entre sus brazos. Pero claro, viviendo durante tanto tiempo, la soledad termina por ser la peor de todas las compañías.
Pero hacía más de dos décadas que no tenía a alguien que le gustase lo suficiente para compartir más que solo una cita.
—¿Estas bien con esto? —preguntó. Después de todo, que él quisiera algo más allá que solo unos besos, no significaba que Yoongi también.
—Completamente.
Trago duro al verlo, tan dispuesto, a la espera de lo que Seokjin quisiera hacer. Sus propios colmillos molestándole por querer mostrarse. Pero era tan inevitable, Yoongi mantenía la piel más clara que el hubiera visto nunca y el hambre rugía desde su interior. Quería probarlo. Quería enterrarse en el cuello de Yoongi.
—P-puedes hacerlo. —habló Yoongi, cuando Seokjin no pudo más y comenzó a besar y saborear su cuello.
—Por favor, por favor dime que no lees mentes. Porque puede que termine aquí enterrado por la vergüenza de todo lo que he estado pensando en los últimos treinta minutos.
—Está bien, no lo dire. —pasó sus manos por los hombros de Seokjin para relajarlo. —Puedes seguir, ¿por favor? No estaría aquí si no lo quisiera.
Seokjin tomo todo lo que le restaba de su dignidad para continuar. Fue casi de inmediato que sus manos se acoplaron al cuerpo debajo suyo, pasando sus manos por sus costados, su vergüenza se fue cuando sintió el cuerpo de Yoongi temblando ante su toque.
Sus besos se mantuvieron en el cuello de Yoongi un muy buen rato antes de que esté demandara su boca una vez más mientras abrazaba con su brazos y piernas el cuerpo de Seokjin.
Para cuando Seokjin no pudo más, bajos sus besos por su mandíbula y volvió a preguntar si estaba seguro.
Pues si lo hacía, no había vuelta atrás. Si lo mordía, crearían una unión más fuerte que solo un par de desconocidos que la pasan bien.
Probar su sangre sería la creación de una necesidad, para ambos.
Pero de nuevo, no había nada que lo detuviera, no había pensamiento que que le dijera que lo que estaba haciendo estaba mal.
No había mordido a nadie con esa intención antes. Nunca había mordido a otro vampiro para empezar. Se había mantenido al margen de su alimentación solo consumiendo sangre de humanos.
Y ahora, estaba por probar la sangre de otro vampiro, otro vampiro que resultaba ser Min Yoon Gi, miembro de unas las familias más antiguas entre los de su especie, parte del clan de sangre pura.
Maldición.
—Deja de pensarlo tanto. Yo tampoco he sido mordido nunca, ni tampoco he probado más que a humanos.
Seokjin parpadeo incrédulo. Era casi seguro que todos los vampiros hubieran probado alguna vez la sangre de otro hijo de la noche. Encontrar a alguien como él, en las mismas condiciones, eran sin duda una situación casi imposible. Y sin embargo, ahí estaba él, con los ojos fijos en los suyos.
No lo dudo más.
Enterrándose en él.
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Hola. Cherry aquí dejando un capítulo más. Espero que les guste.
Gracias por su apoyo. En serio gracias. Seguiré esforzándome.
No duden en dejar su comentario.Nos leemos pronto.
—Cherry. 🍒.
Fighting.
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Seoul At Night || Sujin||Jinsu
RomansaEs como un mundo diferente. Las luces se encienden y la ciudad cobra una vida. Es extraño, mientras el sol persiste en el cielo es una ciudad llamativa y claramente un lugar que SE debe ver pero, por la noche... Por la noche es como si la ciudad to...