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Las historias en la familia Min tenían un peso muy grande, las bellas leyendas, los incontables relatos y los cuentos infinitos. Su familia, su clan, su sangre era llena de historias.

Su madre no dejaba noche pasar sin al menos leerle algo para dormir. Escucho cada palabra de su madre, resguardándolas.

Su favorita siendo la historia de los lazos. Crear algo tan fuerte, tan intimo, nunca imagino que aquello se haría realidad para él. Había vivido ya lo suficiente como para dejar de imaginar que algo como lo que le contaba su madre fuera real.

Pero ahí estaba. Junto a Seokjin.



Cerca de una semana después los cuerpos de ambos vampiros estaban enredados en una cama lo suficientemente grande para que pudieran perfectamente estar sin tocarse.

Pero no.

Ellos estaban tendidos casi uno encima del otro. Disfrutando del roce entre sus cuerpos.

Las respuestas no estaban claras, no del todo.
Seokjin había encontrado en Yoongi algo que jamás hubiera buscado y Yoongi había vislumbrado en Seokjin las historias de su madre.

La noche en Seúl estaba en su esplendor. La luna a penas y lograba verse, las estrellas buscaban ser el centro de atención. Con los oídos atentos escuchaban cuanto querían, desde los escandalosos ciudadanos, hasta los susurros de los enamorados.

Las noches seguían llegando, y ellos se negaban a dejar la comodidad que representaban aquella cama donde se encontraban.

—¿Qué pasará ahora?

—¿A qué te refieres? —Yoongi respondió viendo a Seokjin a los ojos.

—Creo que han bastado estos días para creer que hemos creado algo más que un lazo común.

—Lo sé. —casi discreto besó los labios de Seokjin.

—¿Qué sigue ahora?

—Quedarte conmigo, ¿es suficiente?

—Todo el tiempo que quieras. —las palabras resbalaban de su boca. Sin pensarlas. Sin medirlas.

Seúl por la noche es un tablero.
Seúl por la noche es el jugador más importante.
Seúl por la noche es quien dicta el veredicto.
Seúl por la noche escoge a los ganadores.

Y después de todo, en cada historia siempre hay un poquito de verdad.

Y dos vampiros, de dos clanes diferentes han sido prueba de ello.


Mucho tiempo después.

Verlo es como si fuera la primera vez.
Escucharlo es como revivir su primera conversación.
Tocarlo es como sentirse vivo.

Los años seguirían pasando.
Batallas seguirían pendientes.
Luchas se llevarían a cabo.
Y Seokjin y Yoongi se mantenían unidos.

La sangre de otros dejó de ser llamativa.

Su alimentación era segundo en sus prioridades.

Mientras se tuvieran, el lazo seguiría tejiéndose. Enredándose y estirándose por mucho. Mucho tiempo.

Fin.




Hola. Cherry aquí con el final de esta mini historia.

Ojalá les haya gustado.

Recuerden qué hay más historias en esta cuenta.

Sujin.
Vmin.
TaeGi.
You look.
Namjin.

Y más próximamente.

Gracias por el apoyo.

Seguiré esforzándome.

—Cherry🍒
Fighting.

Seoul At Night || Sujin||JinsuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora