Seokjin despertó, o bueno, abrió sus ojos cuando una melodía llenó el ambiente. Yoongi ya no estaba a su lado enredado a su cuerpo.
Levantándose ni siquiera pensó en que el chico se hubiera ido sin avisarle, extrañamente sentía su presencia casi como la suya propia. Camino por el departamento para encontrarlo sentando frente a un piano.
Para el era más un asunto decorativo, no había sido exactamente bueno con el instrumento renuente a dejarlo crear música, todo lo contrario sucedía con Yoongi al parecer.
Quedó hipnotizado por los dedos gráciles pasando –a penas rozando–sobre las teclas. La melodía era suave, ligera. La clase de melodía de una canción de cuna o una balada.
—Mi madre...—la voz de Yoongi no fue más que un suspiro. A penas y escuchándose por sobre la melodía. —Mi madre solía contarme historia sobre los lazos entre los de nuestra clase. ¿Alguna vez te escuchaste sobre el hilo rojo que uno a los humanos?
Seokjin se limito a solo asentir.
—Con nosotros, es básicamente lo mismo. Solo que el lazo o hilo...como quieras llamarlo lo creamos nosotros. Beber la sangre de otro vampiro siempre es crearle una cierta dependencia, pero cuando se hace desde ambas partes es como si terminaras y anudaras ese hilo invisible. —Yoongi no le dirigió mirada mientras hablaba.
Seokjin de nuevo no encontró palabras que decir. Sí, había escuchado infinidad de veces sobre el hilo rojo, aquella leyenda resonaba desde tiempo inmemorables, una leyenda que entre toda su historia decía que de una u otra forma los humanos que estuvieran destinados a encontrarse, estaban conectados por este hilo. No importando cuanto ese hilo se estirará o se enredara. La familiaridad entre esos humanos sería un factor determinante. Y así es como se había sentido con Yoongi.
—¿Entiendes lo que quiero decirte?
—¿Hemos creado y anudado nuestro hilo rojo?
—¿Crees algo de lo que dije?
Titubeo unos segundos, es decir, las leyendas de ese tipo siempre tienen algo de verdad y la había escuchado por años, pero nunca la versión con los de su propia especie. ¿Tenían un lazo ahora?
—No deberías preocuparte. No ahora. No sabemos si quiera si es verdad. —finalmente los ojos de Yoongi se dirigieron a los suyos.
—¿Qué más decía tu madre?
—Para resumirlo...—el menor suspiró. —Lo que recuerdo que ella me contaba era que este lazo era más que esa necesidad creada entre ambos, sabemos que si uno de nuestra clase muerde a otro se crea esta necesidad de compartir más que solo una noche y permitir más que solo una mordida. Pero no afecta en lo que se refiere a llegar a separarse después de un tiempo. Sin embargo, morderse mutuamente conlleva a una relación más estrecha, la separación deja de ser una opción y bueno, incluso beber sangre de otros se convierte en algo imposible o algo así. Nos tendríamos solo a... nosotros.
—¿Cómo se supone que probamos si eso es real? —Seokjin se acercó a Yoongi hasta sentarse sobre su regazo.
—Lo sabríamos en sólo un par de noches. Nuestra sed estaría presente solo que maximizada, por lo que conseguir sangre sería primordial, pero no ... —Seokjin besó sus labios un breve segundo. —No estaríamos satisfechos con el sabor.
—¿Qué más? —sus manos fueron a parar entre el cabello de Yoongi.
—No creo que fuéramos una casualidad. Seúl por la noche es un mundo de vampiros y otras criaturas. ¿Por qué hoy? ¿Por qué tu? —ahora Yoongi fue el que lo beso.
—Se supone que el tiempo y las circunstancias no importan en la leyenda, el destino nos quiso unir ahora, supongo. —Seokjin no estaba cien por ciento convencido de la historia de Yoongi, pero la sensación de familiaridad y comodidad que había sentido con el menor no eran casualidad. No podían serlo. —unió sus labios nuevamente. Alargando un poco más los suaves movimientos.
Uno no solo acepta a un extraño que conoció a fuera de un club, no acepta que entre en su departamento, no acepta a compartir la cama en la primera noche.
—¿Qué haremos si esto resulta no ser solo una historia?
Seokjin se sobresaltó. Una voz que no era la suya resonó dentro de su cabeza.
—¿Qué sucede? —Yoongi le pregunto cuando se separó bruscamente de sus labios.
—Te he escuchado en mi cabeza.
Yoongi lo observó buscando algún atisbo de broma.
—No estoy jugando Yoongi. —de nuevo los pensamientos del contrario se habían colado dentro de Seokjin.
Pero no era lo único que había regresado.
La sed estaba apareciendo en ambos de nuevo.
•
El sol se había ocultado hacia solo unos minutos. El cielo volvía a tornarse oscuro, el ruido de los nocturnos rugía.
Y Seokjin y Yoongi estaban más despiertos que nunca.
•
•
•Hola. Cherry aquí después de desaparecer por mucho con esta mini historia.
Había estado ocupada con otras situaciones escolares y la historia de Obssesion.
Pero he regresado para darles otro capítulo de esta historia que está por terminar jaja.Espero les guste.
—Cherry. 🍒.
Fighting.

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Seoul At Night || Sujin||Jinsu
Roman d'amourEs como un mundo diferente. Las luces se encienden y la ciudad cobra una vida. Es extraño, mientras el sol persiste en el cielo es una ciudad llamativa y claramente un lugar que SE debe ver pero, por la noche... Por la noche es como si la ciudad to...