Capítulo 3

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Daniel se fue a Aguas Calientes a visitar a su prima Martha. Llegó sobre las nueve, le llamó al móvil. Ella le dijo que subiera un momento, necesita su ayuda, se le ha roto el grifo de la cocina.

Llamó al interfono, ella le abrió la puerta del portal, subió en un pequeño ascensor a la planta tercera, su prima le espera con la puerta abierta.

- ¡Hola, Dani!

- ¡Hola, Martha!

Entra, se dieron un par de besos.


Lo llevó a la cocina, él revisó el grifo, tiene fácil arreglo.

- Martha, me puedes traer unos alicates y un destornillador.

Ahora te los traigo.


Ella fue a buscarlo, él abrió la nevera como si estuviera en su propia casa, cogió una lata de cerveza.

Ella volvió al momento y le entregó todo. Se sentó en una de las sillas, a mirar como lo arreglaba, sólo tardó media hora.

Los dos salieron a cenar al restaurante favorito, allí se encontraron con Joshua y una rubia muy pegada a él.

- ¡Hola, hermano!

- ¡Hola, Martha, Dani!- Os presento a Carmen.

Sentaros con nosotros, no hay muchas mesas libres.


Se sentaron juntos en una mesa, en un rincón. Pidieron lo quisieron para cenar, los camareros están apurados, está lleno.

La cena terminó, se fueron juntos al pub de unos amigos. Eligieron un reservado, allí podían hablar. Se les acercó uno del pueblo para preguntar por Ana.

- ¿Quiero saber si está bien?- preguntó Andrés.

- Déjala, está trabajando para ayudar a su familia.

- Voy a verla, no me lo impidas.

- No vas a entrar en el hostal.

- ¡Chicos, tranquilos!- exclamó Martha.

Andrés se alejó, se sentó con otros amigos, volteo la cabeza, miró con desprecio a Daniel. Se enfrascaron en una conversación, hablando de sexo y mujeres.

- Muchachos, no hacerle caso- dijo Martha.

- No me gusta mucho, esos tipos- comentó Carmen.

- Tranquila, no os  va hacer nada mientras estemos Daniel y yo.

- Bailamos, Martha- le dijo Dani a su prima.

- Sí, vamos.

Los primos estuvieron bailando mucho rato, se le acercó un apuesto caballero a ellos.

- Me permites bailar con está guapa dama- le preguntó Enrique.

- Sí, te cedo el puesto, ya son las dos de la madrugada, me voy a ir- le dijo a los dos.

Se despide de su prima, va hacia la mesa, recoge su chaqueta, ya no está su hermano. Él y su amiga de turno se fueron sin despedirse, están tan acaramelados, Dani tiene envidia de Joshua.

Salió un poco más tarde, no sé si irme a mi casa o al hostal pensó. Allí tengo una habitación en la misma planta que sus trabajadores. Llegó a su coche, arrancó y se fue allí.

Son las tres de la madrugada cuando llegó allí, aparcó en su sitio, se encaminó a su habitación. Está desierto, no se escucha ningún ruido. el silencio es ensordecedor. Entró por la puerta lateral privada, hay un corto pasillo. Llego a recepción, saludo con una inclinación de cabeza a Ramón.

Al acercarse a las escaleras, vio luz en el salón, allí sentada con un libro está Cassandra, ha bajado, no podía quedarse en su habitación, ha vuelto a tener la misma pesadilla. Dani fue. Vió a ella sentada en una butaca, echa un ovillo. Camino en silencio al pararse frente a ella. Le habló con un susurro. 

- ¿Qué haces aquí?- le pregunto él.

Ella pegó un gran respingo, no lo había escuchado, se le quedo mirando muy asustada. Le contesto.

- Yyyyo no puedo dormir, tengo miedo- tartamudeo.

Se le va a acercando pero ella va huyendo hacia atrás, se golpea en el tobillo con la mesa.

- ¡Aaaayyy!- exclamó ella, dándose masaje en el tobillo.

 Llega hasta ella con una mirada tierna, le mira el tobillo, la coge como una princesa y la  lleva hasta su habitación.

- Bájame, por favor- dijo enojada Cass.

- No, te voy a bajar, te llevo a la cama señorita- le dijo.

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