Dani fue subiendo las escaleras poco a poco, ella está molesta con él, porque no la deja en el suelo. Después de unos minutos llegaron a la puerta de la habitación.
- Dame la tarjeta- le dijo Dani
- Aquí la tienes, gracias Dani- le dijo Cassandra.
Entraron dentro, él la dejo suavemente en la cama, se pone erguido, le pasa una mano suavemente por la cara.
-Me voy a dormir.
Ella le agarra de la camisa, él la mira tiernamente.
- No te vayas, hoy no quiero dormir sola. Tengo miedo que vuelva la pesadilla de antes. Por favor no te vayas Dani- le suplica casi llorosa.
Él se queda de hielo, hace tiempo que no duerme con una mujer, desde Antonia.
-No te preocupes, voy un momento a mi habitación a buscar mi pijama y ahora vuelvo.
Mientras él se fue a su habitación, ella se puso su pijama rápidamente, se escucha pasó fuera de la habitación, se para en su puerta, escucha un golpeo suave. Ella abre la puerta y lo deja pasar. Se acostaron en la misma cama. Él la abrazó, le dio un beso en la coronilla, están un poco incómodos.
- Hasta mañana, princesa- dijo Dani.
-Hasta mañana guapo- le dijo Cassandra (Andrea).
Pero el cansancio les pudo y durmieron toda la noche sin ningún sobresalto. A las 6 de la mañana se despertó Cassandra, tiene el brazo de Dani agarrando la cintura posesivamente, le fue apartando la mano suavemente, se levantó. Dentro del baño se ducho rápido, se vistió con unos pantalones negros cortos, una blusa azul, se hizo un recogido, dejando sueltos algunos mechones de pelo, salió de allí. Dani todavía está durmiendo, sale despacio y cierra la puerta suavemente.
Bajo a la cafetería a tomar su desayuno, antes de presentarse en la cocina. Se sentó en una mesa cerca de la ventana, Rosanne se le acercó, ella pidió café con leche y un bocadillo de beicon con queso. Rosanne hizo el pedido se lo trajo en unos cinco minutos, está desierta la cafetería, hay pocos clientes.
Los Clientes se levantan más tarde, así Rosanne se sentó con Cass a tomarse también su desayuno.
- Gracias, Rosanne- dijo Cass.
- De nada- contestó Ella.
Ellas están hablando de la convención y la carrera de motos. La próxima semana estaremos llenos. Espero que los hermanos Ruiz traigan refuerzos, en recepción falta Juan, falta un ayudante de cocina y varios camareros.
- Yo voy a estar en cocina, me ha contratado Dani- explicó ella.
- Dani, lo llamas ya así- se sorprendió Rosanne.
Cassandra se puso roja como un tomate, si se entera que he dormido con él.
- ¡Oh! te has puestos colorada, jajajaja- se rió la camarera.
Rosanne se levantó recogió la mesa, llevó todo detrás de la barra.
En la habitación de Cass, se despierta adormilado Dani, mueve la mano para buscar a ella, pero no está, se levanta y se va a su cuarto, se dio una ducha rápida. Bajo la escalera, escucho voces en la cafetería, se dirige allí, se apoya en el marco, cruza los brazos delante suyo.
- Cass, gracias por estar aquí- le dijo Rosanne.
- Rosanne, podemos ser amigas ¿no?- le contesta ella.
-Sí, pero no ten cuidado con algunos hombres.
-¿Por qué?-le pregunta ella intrigada.
- Porque a ella le dejo su novio, por otra mujer más joven, verdad Rosanne-contesto Dani por ella.
- Desde cuando estás ahí- le miro enojada Rosanne.
Él se acerca a Cass y le da un beso en la frente, se sienta a su lado en la mesa.
Traime un café, por favor Rosanne, guapa. No te enfades conmigo.
Rosanne le trae el café con morros, pero cuando él le guiña un ojo se va sonrojada. Dani toma el café a sorbos pequeños mirando a las dos chicas.
- Me voy a la cocina ya- dijo Cass en un silencio incomodo.
- Hasta Luego, hablamos más tarde- le dijo Rosanne.
- Te acompaño allí, luego tengo que ir al despacho- le cogió de la mano y se fueron.
-Hasta luego.
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Llegaron a la cocina, vieron al chef, algunos de sus ayudantes trabajando, todos se dieron la vuelta y saludaron a su jefe.
- Buenos días jefe.
- Buenos días chicos- saludo él. Os presento a la nueva pinche de nuestro chef David la Costa, se llama Cassandra, se queda aquí hasta le arreglen su coche nuestro amigo el mecánico.
- Buenos días chicos- saludó ella.
- Buenos días Cassandra- saludaron todos a la vez.
- Ayudarla en todo, chicos.
- Hasta luego, Cass. Le dió un suave beso en la mejilla.
Ella toda roja como un tomate, el chef y los ayudantes riéndose de su cara colorada. Dani les guiña un ojo, se da la vuelta y se va su despacho.
