-no debo hacerlo

9.3K 776 666
                                    

[🔮]

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

[🔮]

—Woojin... Yo, no quería... en serio yo...—dijo quitándose la manos de la boca.—Lo lamento.—susurro, no sabia que mas decir.

Woojin solo lo miraba con lujuria. Trataba de controlarse, pero el deseo era mas fuerte y el no tenia buena fuerza de voluntad.

Aunque tampoco es como sin en ese momento fuera a ponerse mucha resistencia.

—¿Vas a comerme con la mirada?— bromeo el menor tratando de sacar la gran tensión que se sentía en la habitación ya que Woojin no paraba de mirarlo de arriba hacia bajo y viceversa.

—Tal vez con otra cosa.— contesto con picardia el morocho. Dejando al rubio helado, había formulado la pregunta retoricamente, no esperaba que le contestara y mucho menos que lo hiciera con doble sentido.

Un pequeño silencio se apodero del lugar. Dejando a ambos chicos pensando y Woojin decidió que llevaría a cabo lo que tenia en su mente, sabia que luego se arrepentiría.

—No debo hacerlo pero aun así lo haré.— dijo mirando al de ojos azules.—Me haces pecar.

En un movimiento rápido se agacho para llegar a los labios del menor.

Comenzó con un roce de labios, sintiendo la fuerte y fría respiración de este sobre su rostro. Penso que lo mejor seria un beso tierno que luego se intensificara, escuchaba el corazón del menor y pareciera que le fuera a dar un ataque cardíaco.

Poso sus manos en la mejillas ruborizadas de Chan y lo atrajo mas hacia el para poder besarle mejor. Este no opuso resistencia pero tampoco indico querer algún tipo de movimiento.

Se alejo un poco, lo miro con los ojos enormes, estaba sorprendido y nervioso.

Conectaron una vez mas el azul con miel, como si de un choque de mundos se tratara. El mayor sonrió con dulzura y volvió a unir sus labios en un beso.

Suave y tierno.

Sobo sus mejillas y luego de unos segundos el rubio le correspondió olvidando todo. Olvidando que era un hombre lobo. Olvidando que lo había perseguido seguramente para matarlo y olvidando el poco miedo que le propinaba.

Enredo sus manos en el cabello de Woojin y lo empujo un poco hacia atrás para poder sentarse sobre su falda.

El deseo ya había comenzado a llenar el pequeño cuerpo pálido del rubio, haciendo que su entrepierna creciera con la intensidad que tomaba el beso. En menos de un minuto ambos podían sentir como sus miembros rozaban y también el dolor que les propinaban por la presión que les hacían los ajustados pantalones.

mi alfa; woochanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora