Abro la puerta del apartamento de mi hermano, y rezo para para que el motivo de su ausencia sea rubia y pechugona y no algo peor.
Al cruzar el estrecho pasillo y entrar al salón siento como algo me empuja contra la pared, el golpe me ha dejado sin respiración, me veo envuelta por un olor profundo, muy masculino y penetrante. Algo se despierta en mi, miedo, temor, ¿algo más profundo?
Abro los ojos esperando que en ellos no se refleje el nerviosismo que siento ahora mismo, no le puedo dar esa ventaja; ahí esta, 1,95 de puro músculo mirándome con esos ojos verdes, y todo vestido de negro ¿Qué pensará?
-Mira a quien tenemos aquí- su voz es mas profunda de lo que recordaba y hace que me tiemblen las piernas- no esperaba que mi presa de hoy fueras tu.- todo su cuerpo se inclina sobre el mio y siento empequeñecer.
Forcejeo con todas mis fuerzas pero apenas consigo moverme de mi lugar, le veo sonreír, el muy maldito disfruta con esto.
-¿Cómo nos has encontrado?- Seis meses huyendo para nada.
-Tu hermanito no es muy discreto que digamos-
-¿Qué le has hecho?- Por favor que este bien
-Nada, le estaba esperando y has llegado tu- Pone una de sus manos a la altura de mi cabeza, lo inunda todo; todo lo que veo, siento y huelo es a él, esta en todas partes, el y su maldita sonrisa de autosuficiencia- cosa que me satisface enormemente pequeña.
Tiemblo, no puedo evitarlo, su voz me envuelve, no dejes que te confunda debes huir.
-Debo irme- pongo mis manos en su pecho y empujo para alejarlo, no se mueve ni un cm; la vergüenza y la impotencia me inundan al ver que no soy capaz de defenderme y para colmo vuelve a sonreír.
-Después de lo que llevo buscándote crees que te voy a dejar marchar, regresas esta noche conmigo.
-No-Debo encontrar a Duncan - Mi hermano...
-Me encargaré después de él, tu eres mi prioridad; solo lo buscaba para encontrarte a ti- Sus ojos están fijos en los míos y no demuestran nada, solo frio y dureza.
- No voy a hacerlo- me crezco ante el, no demuestres miedo Solana.
-Si que lo harás o habrá consecuencias- Ahora si que me enfado, ¿me amenaza? ¿en serio?- tengo ordenes de hacer pagar a vuestros padres por vuestra huida.
-No me importa, quítales todo, el dinero y todo lo demás- Que aprendan que no pueden comercializar con sus hijos
-No seas ingenua pequeña, el pago es mas... elevado- Me recorre un escalofrío por el cuerpo mientras voy entendiendo lo que quiere decir, me tapo la boca con horror- veo que lo vas entendiendo -Quieres sus vidas como pago, y seré yo quien se las cobre.
Nunca han sido buenos padres ni para Duncan ni para mi, siempre mas interesados en el status y el poder que alguno de los dos podríamos proporcionales con nuestros respectivos enlaces, sabia que serian castigados pero pensé que les quitarían sus riquezas, no sus vidas; no puedo consentirlo.
-¿Si regreso que les ocurrirá?- Sus ojos brillan, el maldito sabe que ha ganado, me tiene atrapada.
-Serán perdonados y todo se olvidara, eso si, tu enlace se adelantara para evitar que tengas otro intento de huida.
Estoy perdida, hui para evitar el enlace y me doy de bruces con el, como una bofetada que no he visto venir, me inunda el miedo. Mis palabras son como una enorme losa que sella mi destino.
-Me iré contigo Rhyfel- Su pecho se infla del orgullo de la victoria y lo odio por lo poco que le ha costado convencerme y me odio a mi misma por lo cobarde que soy, Duncan lucharía con uñas y dientes por su libertad - pero necesito saber que mi hermano esta bien.
Me agarra del brazo y me lleva hasta la puerta del apartamento, su tacto es como una corriente eléctrica.
-Te llevare a tu casa y después veré que puedo hacer- camino con derrota hasta el ascensor, no puedo huir solo le susurro un leve gracias por ayudar a mi hermano.
-No me las des pequeña- odio que me llame así, hace que me sienta nerviosa y vulnerable; se vuelve a pegar a mi en el ascensor y me susurra al oído- lo que sea por mi futura esposa.
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EL AMOR TE PERSIGUE
Romance-¿No estarás pensando en huir de nuevo?- Se va acercando lentamente hasta mi. -No- Parece que tengo los pies anclados al suelo. -Lastima- Llega hasta mi, levanta su mano derecha y acaricia suavemente mi cara- me gusta perseguirte.