06- Un aroma particular

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A la mañana siguiente, Sophie y Hermione se reunieron en la sala común con Harry y Ron para bajar a desayunar y Harry los puso al tanto de todo lo que había escuchado en el compartimento de Draco la tarde anterior, aunque Sophie ya lo sabía porque su hermano se lo había contado.

—Es evidente que presumía delante de Parkinson —dijo Ron y Sophie frunció el ceño.

—¿A qué te refieres? —preguntó.

—A que quería impresionarla, seguramente.

—¿Pero por qué iba a querer impresionar a...? —Sophie recibió un pisotón de Hermione y reaccionó—. Bueno, olvídalo. No me interesa.

—No sé —dijo Hermione mientras salían por el agujero de la Dama Gorda—. Sí, es sospechoso, pero yo coincido con Ron. Él sólo intentaba llamar la atención... Recuerden que Malfoy siempre aparenta ser más de lo que es.

Llegaron al comedor y luego de desayunar, Mcgonagall repartió los horarios; repartición más complicada de lo normal, ya que la profesora tenía que confirmar previamente que todos habían aprobado sus MHB para continuar con los ÉXTASIS respectivos.

Sophie y Hermione, en cuanto obtuvieron sus horarios, salieron disparadas a su primera clase de Runas Antiguas. Se reunieron más tarde con Harry y Ron, fuera del aula de DCAO. Las chicas estaban cargadas con una pila de libros y traían cara de víctimas.

—¡En Runas nos dieron muchos deberes! —exclamó Sophie.

—¡Una redacción de cuarenta centímetros y dos traducciones! —continuó Hermione, y Ron la miró sonriendo. Sophie sabía que Ron amaba descansar cuando Hermione trabajaba.

En ese momento, se abrió la puerta del aula y Snape salió al pasillo.

—Adentro —ordenó.

La habitación ya se hallaba impregnada de la personalidad de Snape: tenía un aspecto más sombrío que de costumbre, las cortinas cerradas y de las paredes colgaban cuadros nuevos, la mayoría representando sujetos en sufrimiento o con terribles heridas.

Los alumnos tomaron asiento con aprehensión y el profesor comenzó a hablar:

—Quiero hablar con ustedes y que me presten atención —dijo Snape con voz pausada, y Sophie se preguntó cuántos años llevaría ensayando aquel discurso—. Las artes oscuras son numerosas, variadas, cambiantes e ilimitadas. Combatirlas es como luchar contra un monstruo de muchas cabezas, al que cada vez que se le corta una, le crecen tres más...

Snape hablaba con devoción mientras Sophie lo miraba horrorizada. Una cosa era considerar las artes oscuras como un peligroso enemigo, otra diferente era hablar de ellas como lo hacía él, como si recitara una canción.

—...creo que son novatos en el uso de hechizos no verbales, ¿alguien sabe cuál es la ventaja de esos hechizos? —Hermione fué la primera y única en levantar la mano, pero Snape se fijó en Sophie junto a ella. La pelirroja estaba distraída mirando a Draco.

—Sophie, ya que estás tan atenta a la clase, ¿podrías hacernos el honor de responder?

La pelirroja suspiró y lo miró con fastidio.

—Su adversario no sabe qué clase de magia va a realizar, y eso le proporciona una ventaja momentánea —respondió.

—Una respuesta calcada casi palabra por palabra del Libro reglamentario de hechizos, nivel seis —repuso Snape con desdén.

Pansy Parkinson, que estaba sentada muy pegadita a Draco, rió entre dientes y Sophie sintió ganas de golpearla con una silla en esa sonrisa de chivo que presumía.

Through the Dark  (Draco Malfoy, fanfic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora