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Mi corazón a través del tiempo.

¿Cuál es la diferencia entre maldición y bendición? 

Hace mucho, mucho tiempo. En un reino lejano, existía un príncipe de corazón bondadoso. Amado por todos. El pueblo solo esperaba ansioso a que se volviera rey y así disfrutar con lealtad. Él príncipe estaba enamorado de su caballero, un general de la guardia real que lo acompañaba desde su infancia. Lamentablemente un día al ir a batalla, el caballero falleció. Dicho príncipe tuvo que casarse, y subir al trono con la pena en sus hombros. Todo el pueblo sabía que algo estaba mal, pues desde el día que el príncipe cayó en depresión, el cielo se nubló. Fueron meses en que el sol no se asomaba acompañando al pobre hombre en su desgracia.

Cuando el caballero murió, todo se fue con él y secretamente el príncipe buscaba una solución que arte de magia apareció.

Una bruja le ofreció un trato al príncipe, poder otorgarle una nueva vida con su amado caballero ya que este también se encontraba lamentándose en el más allá-¡Cuál era el trato? El corazón del príncipe.

No había nada más poderoso y valioso que sentimientos de amor tan puros provenientes de alguien tan sincero.

"Tú corazón es como una vasija, si vuelves a llenarla con amor. Si caes nuevamente por el caballero,  nuevamente morirá; Entonces recogeré tus sentimientos y volverás a donde comenzamos. Ser una cáscara vacía por la pérdida"

 El príncipe aceptó, no le importaba si estaba obligado a no amarlo como es debido. Lo que sentía iba más allá; y así con tenerlo a su lado, con solo con verlo sonreír, bastaría por toda la eternidad.

Los sentimientos fueron recolectados por la bruja. El príncipe dejó de amar, pudo vivir su vida en paz. Volvió a salir el sol, rigió su reino con bondad y justicia. Ansioso esperó a que la muerte llegara por él hasta una edad avanzada.

Así reencarnó, recuerdos borrosos, PERO siempre en cuenta del trato con la bruja. He ahí a su amado, tan brillante y especial. La bruja no mintió, en cuanto el príncipe volvió a enamorarse con tan sólo el pasar de unas horas, el caballero sufrió un trágico accidente. Así mismo el ciclo comenzó a repetirse ¿Su deseo se cumplió o es acaso una maldición? 
No importaba que actitud tan tosca, mal hablada, o iracunda pudiera tomar; su caballero siempre estaba ahí. Siempre dispuesto a él. Entregando todo para protegerlo. ¿Cómo podía evitarlo, cruel destino? Si esa sonrisa opacaba al mismo sol.

En la vida 56 decidió deshacer todo, tal vez fue esto una lección de vida sobre dejar ir. Quería deshacer lo que ahora llamaba maldición; debía encontrar a la bruja. Prefería amar por última vez a su caballero, antes que verlo morir por el latido de su propio corazón. El deseo egoísta no se comparaba  al sufrimiento y no valía la libertad de su amado.

 Que hará entonces cuando descubra que en la primera vida el caballero no falleció en batalla, si no, que la reina al enterarse del amorío con su hijo mandó al muchacho a una trampa a morir, donde la bruja confabulada con la mujer.

Se encargó de volver un truco impecable y permitir que el príncipe gobernará como era debido, el trato era "A cambio de mis servicios, quiero a tu hijo"

La bruja jamás buscó ayudar al príncipe. Fue la bruja, reclamando su pago a la reina.