KiriBaku Gallery Of Inspiration

A traves de un suicida

AU sin Quirks. Donde tener una habilidad conlleva a ser tomado por loco.

Bakugou tenía la capacidad de verlo todo, sin embargo nunca ha tenido el deseo de desarrollarlo desde que se presentó a su corta edad.
Al dormir podía ver a traves de los ojos de otra persona, oler lo que olía, sentir lo que sentía, oír lo que oía, saborear lo que comían, escuchar lo que pensaban. En tiempo real, a veces una persona, dos, tres, cuatro, hasta más al mismo tiempo. Eso llevaba a no poder dormir, era horrible llegar a escuchar hasta 100 personas al mismo tiempo, oler, o sentir.
Podía sentir lo mismo si a una de las personas la estaban violando mientras que otra tomaba un café y otra era atropellada. O los gritos de pánico, las risas de niños, el dolor de una bala y la calidez de un abrazo.
Recurría a tomar muchas pastillas para callar las voces, hasta una noche cuando solo vio a traves de uno, este chico delante del espejo a lo que Bakugou pudo verlo; ojos rojos, cabello negro, varios moretones. La siguiente noche también lo vio, y la siguiente en diversos sucesos.
Solo con eso aprendió que el azabache era abusado en la escuela, su padre era alcohólico y aun así este jamás se había cortado o drogado, ni tomado alcohol pero tomaba antidepresivos.
"Kirishima Eijirou".

Bakugou dejo la medicina y se esforzó con su habilidad, a traves de pensamientos se comunicó con Eijirou. Usaba todo para hacerle sentir al azabache un cálido abrazo, los susurros de aprecio, mostrarle a traves de sus ojos cosas lindas. El olor de las flores. El sabor de comida caliente.
Y Bakugou se enamoró de la sonrisa del chico. De pronto dejo de soñar con él. Bakugou decidió ir a buscarlo, le tomo tiempo pero no se rindió. En todo ese tiempo no se había comunicado con Kirishima. En un punto su habilidad se encendió de la nada, pudo ver los recuerdos de Kirishima en ese lapso desconectados, todo el sufrimiento llego de golpe en menos de 5 segundos.
Y sentir, lo mismo que su amado. Hasta el último recuerdo, donde Bakugou sintió en carne propia el suicidio de Kirishima Eijirou.