¿Cuál Es Tu Daño? Parte 1

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A la mañana siguiente Miles despertó se removió entre las sabanas tallando sus párpados en un intento de no quedarse dormido de nuevo sus ojos se encontraban irritados, rojos de tanto llorar hizo una mueca de dolor al recordar lo que había pasado ayer miro el reloj que se encontraba hay e inmediatamente recordó que hoy es lunes y solo puede significar una cosa, día de escuela, se sentía cansado emocional mente ni tenía ganas de asistir. Pero tenia que no quería preocupar a su amigo aún más ya que no se quedó a dormir en los dormitorios de la escuela y seguramente se angustio debido a que él es el único en este universo que sabe que es Spiderman y el ser un héroe digamos que no es un "trabajo" seguro.

-¿Es enserio?.-//Replico para levantarse con desgano de su cama, para quitarse la ropa que llevaba encima dejando solo su traje de Spiderman, salir por la ventana no sin antes asegurarse de que ninguno de sus vecinos u otras personas lo vieran//

A partir de ese momento lo único que hacia Miles era dedicarse a intentar ser un buen Spiderman y el hacer sus tareas e asistir a clases literalmente su día a día se volvió monotonía. A si sucesivamente durante un mes, salía de vez en cuando de la escuela para hacer patrullaje de Spiderman eso era lo que últimamente le estaba fallando un poco ya que no se sentía del todo centrado mientras peleaba lo cual le frustra ¿Qué no había pasado ya por todo eso?, además de que aun en las noches lloraba en silencio o iba a desahogarse en la azotea de algún edificio alto, su personalidad chispeante junto con su simpatía se fueron extinguiendo aunque intentaba aparentar que se encontraba bien, tanto sus amigos, conocidos y familia sabían que algo andaba mal pero cada vez que le interrogaban sobre su estado actual este siempre contestaba lo mismo "sí, estoy bien solo me encuentro algo cansado" hasta que finalmente dejaron de insistir con el pensamiento de que a lo mejor es algo pasajero, tal parece que a dos años de conocerlo después de la batalla contra Kinping fueron suficientes para que el joven se enamorara de Petre B. Parker y quedara flechado de manea para nada intencional.

Actualmente Miles se encontraba en su salón de clases, en su pupitre al lado de su amigo Ganke poniendo atención a la clase de física que impartía la misma maestra que le ayudo a mantenerse en la escuela por medio de un ensayo, de repente se distrae así que su mente empieza a divagar y cuando menos se lo esperaba siente como alguien le dan una palmada en el hombro sacándolo de su trance.

-Oye amigo la clase ya termino.-// Dijo Ganke con su mochila ya sobre sus hombros//

-¿Ah?..Ah si ya voy...adelántate bro yo ahorita te alcanzo.-//Menciono este dándole una sonrisa forzada que hizo dudar a su amigo de si irse o no//

-Estas seguro de que ¿no quieres que te espere? Porque por mí no hay problema, no tengo prisa.-//Respondió intentando hacer que su amigo aceptara //

-Es que yo, amm...voy a terminar algunos problemas de la actividad de hoy y no quiero que te aburras ve yo luego te alcanzo bro no te preocupes.-// Responde con su mejor cara mirándolo e intentando sonar convincente //     Me siento mal no me gusta mentirle a Ganke es mi mejor amigo

-Mmmm de acuerdo bro...pero no tardes tenemos clase de historia en 20 minutos y ya sabes cómo es el señor Morris -//Dijo sonriéndole de manera no muy convencida para salir del salón//

Después de lo anteriormente hablado Miles se quedó un momento inmóvil en su asiento, sin embargo cuando estaba a punto de salir del salón su profesora que en todo ese rato se encontraba en su escritorio había escuchado todo y como Miles era uno de sus alumnos preferidos decidió hablar con el antes de que saliera.

-¿Se encuentra bien joven Morales?.-

Estaba a punto de cruzar la puerta hasta que la escucho y paro en seco para así voltear y sin moverse responder.

Maldita PubertadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora