Milana
Una vez en el recreo, busqué el sitio de siempre y me senté allí seguida de mí mejor amiga, Lucía.
—No podes ser tan mala con el—acotó una vez se sentó la morocha, saqué la vista de la cancha y la centré en la de ella pero con tremenda cara de orto—No me mires así, tengo razón y lo sabes. Déjate de joder y recapacita, Mateo se banca toda tu histeria y te trata bien, date cuenta por dios.
—¿Terminaste?—pregunté y está frunció el ceño un poco para después asentir—Bueno, chau.
Me levanté y empecé a caminar para salir de la cancha y dirigirme a la clase, escuché los llamados o más bien puteadas por parte de Lucía y sin mirarla le saqué el dedo del medio.
Busqué mí aula y como de costumbre estaba abierta así que entre y fui hasta mí sitio para sentarme. Subí las piernas a la mesa y me acomodé un poco para después agarrar el celular mientras seguía comiendo mí bocadillo.
Rayo⚡: donde estás??
Ignore completamente el mensaje y seguí revisando mis redes sociales tranquilamente.
Después de un rato se abrió la puerta y ni siquiera me giré para saber quien era, en mí campo de visión apareció un Mateo con el ceño fruncido y con los brazos cruzados.
—Que querés—hablé con la vista aún en el celular pero fue en vano porque de un momento a otro me lo quito para que le diera bola—¡¿Que haces?!
—¿Que te paso con Lucía?—cuestionó y después camino hasta mí para sentarse al lado—Esta mal.
—Discutimos—me limité a decir sin mirarlo a los ojos, y me ajusté la colita.
—¿Me podes mirar cuando te hablo?—alardeó un poco molesto, alce la vista para mirarlo y bufé—¿Me querés contar que pasó?
—No.
—Bueno, cualquier cosa estoy acá ¿sabes?—cuestiono poniendo su mano en mí pierna haciendo que miré su acción y después a el con el ceño fruncido pero finalmente asentí—Dale, te dejo sola entonces así no molesto.
Se levantó, se acercó para darme un beso en la frente y empezó a caminar, trague en seco y rodé los ojos para después girarme a mirarlo.
—Quedate—murmuré pero al parecer lo hice tan bajo que no me escucho—Mateo.
Este se giró y le hice un movimiento con la cabeza para que viniera devuelta conmigo, este sonrió un poco y se acercó nuevamente para sentarse donde antes.
—¿Que pasó?
—Discutí con Lucía por vos—expliqué vi como eso lo descolocó un poco por eso me avive para seguir—Onda, me dijo porque te trataba tan mal si vos eras un amor conmigo y que no valoraba ese tipo de cosas.
El se me quedó mirando como asimilando todo lo que le había dicho recién y antes de que pudiera hablar me avive.
—Y me siento mal, porque vos siempre sos bueno conmigo y yo te trato para el orto—cada vez me costaba un poco más hablar ya que los ojos se me habían aguado—Al final Lucía tiene razón, soy re mala con vos, no sé cómo me seguís hablando con la mierda de persona que soy con vos.
Sentí la mano del morocho sobre mí cachete para sacar las lágrimas que corrían sobre el y después me agarró del mentón para que lo mirase.
—Porque me gustas y me banco cualquier cosa que venga de vos beba.
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mis bebess