El azul de sus ojos es igual al mar brillante.

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Se que dije que lo publicaría en el transcurso del día pero no me pude resistir.

Realmente no tengo nada que decir, solo que este capitulo esta narrado desde el punto de vista de Natasha y que, para darles una pista de lo que viene, es.... Umm creo que mejor no digo nada.

Gracias por leer.

Se despide, Uta.

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Dicen que la calma viene antes de la tormenta, tienen tanta razón.

Le digo que lo amo cuando lo siento mirándome, no dice nada, solo escuchó la puerta abrirse y cerrarse, sé que se avergonzó de que le descubriera. Cierro los ojos pensando en cómo llegue a enamorarme de ese hombre y en lo feliz que soy.

Sé que cometí algunos errores, errores que él no sabe, pero sé que podría perdonarme.

¡Ping!

Otro mensaje y pienso en que tengo que resolver esto en persona, tomo mi teléfono, responso el mensaje diciéndole que nos veamos y aprovechó que estoy sola para hacer lo que tengo que hacer.

Abro el closet, viendo su ropa y sonrió, tomo uno de sus suéteres, aún tienen su olor, una extraña mezcla de perfume y tierra húmeda que me fascina, me lo coloco junto con unos jeans, y cuando voy a tomar mis zapatos noto que en el fondo hay una maleta negra que no he visto antes, me da curiosidad, voy a tomarla, pero el timbre suena y la dejó donde está.

Me llevo una sorpresa al abrir la puerta, Clint me mira con una sonrisa socarrona, sacándose los lentes de sol y entra sin importarle nada.

— ¿Qué haces aquí? — le digo nerviosa.

— ¿De verdad vas a dejarme tirado por el soldado?

— Por Dios Clint, es mi novio y será mejor que te vayas te dije que nos veríamos en el teatro.

— ¿Porque? — Clint se sentó en el sofá, me tomo las manos preocupada. — Conozco ese gesto, ¿todavía no sabe que estabas viéndote conmigo, Tasha?

— No sabe nada de Budapest.

— Hablo de ahora.

— Tampoco lo sabe y por eso quiero que te vayas, lo amo Clint y si eres mi mejor amigo y me quieres un poco te iras y no volverás a menos que yo te lo pida.

Clint respira profundo, se levanta del sofá, se acerca tomándome por los hombros y me da un beso en la mejilla.

— Te quiero más de lo que imaginas, por eso sé que no es para ti, Widow. — me susurra cerca del oído.

— Estaré bien, Hawkeye. — nos abrazamos, pues antes que todo seguíamos siendo mejores amigos.

Cuando nos soltamos se va del apartamento y yo me dejo caer en el sofá soltando un suspiro de alivio, todo está bien, me digo, soy feliz ahora.

Pienso en arreglar todo para el desayuno, pero algo se acciona en mi cerebro y recuerdo la maleta del closet, vuelvo al cuarto, pongo la maleta sobre la cama y la abro, lo primero que veo es un arsenal de armas. Quedo impresionada, son realmente hermosas, en la tapa de esta hay una colección de cuchillos de táctica, abajo hay dos pistolas plateadas y negras y sé que debajo de estas hay algo más, saco los moldes de goma espuma y terciopelo para encontrarme con cosas que no entiendo, son mis cosas.

Unas bragas.

Un diario.

Algunas fotos.

Un cuaderno que no conozco.

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