ARCO 1.1 El Duque ególatra

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Aäron despertó en una habitación lujosa y se preguntó qué tipo de aventuras tendría está vez, además estába especialmente emocionado pues por fin tiene libertad en sus acciones.

Así que se levantó y observó un poco el lugar mientras escuchaba la voz de Kurushimi, se enteró que está vez era un Duque llamado Lou Ning y que su destino original era conocer a la protagonista del mundo, de la cual se interesaría e intentaría hacerla parte de su harem. Pero para su suerte el emperador que era el protagonista de este mundo se enamoro perdidamente de esta y la convirtió en una de sus concubinas, más específicamente la más cercana a el, pues parecía ser incluso más importante que la emperatriz.
El duque solo pudo contener su ira al enterarse de esto pues el pensaba que nadie podía ser mejor que el y así planeo usurpar el trono para así conseguir a la protagonista, pero el emperador se enteró de esto y después de capturarlo lo torturó vilmente hasta que el joven duque murió en plena agonía.

Aäron solo pudo suspirar al escuchar esto y decidió que cambiaría la historia. Antes de salir de su habitación respiro hondo y cambio su semblante a uno de egolatría.

Cuando salió se encontró con un hermoso paisaje que a primera vista era frío y solitario; Aäron se encontró con varios sirvientes y solo asintió en forma de saludo, a lo cual ellos lo miraron de una forma desconsertada pues su amo actuaba de una manera extraña.

Aäron recordó que el antiguo propietario de el cuerpo tenía la costumbre de ir a una pequeña laguna que había cerca de su mansión y observaba su reflejo durante varios minutos, incluso horas. Cuando Aäron se reflejó en la laguna se sorprendió al ver a un joven apuesto de cabello negro azabache y unos hermosos ojos azules, tenía un buen cuerpo y era bastante alto, aproximadamente 1,83m, con una sola mirada se podría decir que este era un joven noble, además vestía un hermoso Hanfu de color blanco con estampados de color cerúlo en forma de pétalos y flores.

Luego de reaccionar Aäron mando a pedir una audiencia con el emperador, aunque sabía que no iba ha ser tan fácil como sonaba conseguirla.

Mientras esperaba la respuesta Aäron decidió ir a su estudio y leer todos los memoriales que el duque no había leído y se propuso ha aprendérselos.

Después de pasar varias horas leyendo, fue interrumpido por un par de doncellas que al parecer venían a limpiar su estudio a medio día cómo siempre. Cuando entraron y vieron al joven duque sentado leyendo casi se ahogan por la impresión, pues desde que empezaron a trabajar nunca habían visto a su amo en esa habitación y mucho menos lo habían visto leyendo un libro.

Aäron les sonrió de una manera amigable, lo cual las dejo aun más desconcertadas ya que normalmente su amo solo empezaría ha hablar de si mismo o estaría intentando cortejarlas.

"Adelante limpien la habitación y no se incomoden por mi presencia" dijo Aäron mientras sostenía un libro en su mano derecha. Las doncellas solo pudieron tragar saliva y seguir con su trabajo mientras observaban a su amo por el rabillo del ojo.

Cuando salieron de la habitación solo dieron un pequeño suspiro de alivio y se marcharon hacia el siguiente cuarto. En cuanto al duque, bueno este estaba aún en su estudio leyendo algunos libros y memoriales.

Cuando salió del cuarto se dirigió hacia los pasillos de su mansión para observar más detenidamente su entorno. Cuando llegó la noche fue hacia su gran comedor y se sentó ha cenar mientras mostraba un rostro lleno de calma, aunque realmente en su corazón se estaba riendo de las caras que hacían sus sirvientes al verlo actuar de una manera tan extraña.

Luego de terminar de cenar se dirigió a su habitación y ordenó que prepararán su baño, mientras esperaba miró hacia el hermoso cielo que estaba lleno de millones de relucientes estrellas.

"Por fin soy libre y puedo hacer lo que mi corazón desee" susurro para si mismo y luego soltó un ligero suspiro.

Un par de sirvientes lo llamaron respetuosamente y le informaron que su baño ya estaba preparado, Aäron les sonrió y se dirigió a su baño, allí se recostó dentro de la enorme tina y se relajo durante un par de horas. Cuando salió se puso una suave bata y se dirigió a su cama para dormir de  manera pacífica.

En cuanto cerró los ojos sintió una profunda tranquilidad que le hacía sentir cómodo.

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(Hanfu - es la ropa tradicional usada por la etnia Han de China (que he sido la mayoría de la población durante la historia de China) hasta la dinastía Qing)

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>• u •< este es el primer capítulo oficial de este libro, espero les haya gustado y perdonen mis fallas ortográficas.

Pronto subiré el próximo capítulo :3

Escapando del tiránico sistema de DiosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora