ARCO 4.1 - Siempre estaré contigo

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Aäron se sentía feliz por la vida que acababa de pasar, cada momento con Alexandre fue hermoso e inolvidable para el, sentía que a pesar de haber vivido más de 200 años con esa bestia, en realidad el tiempo había sido muy corto para ambos; sin embargo no se iba a desanimar por esto, sabía que debía seguir adelante y recaudar la suficiente energía para volver a su vida normal, pero ahora está no era su única misión, para el lo más importante sería estar con su amante en todos los mundos que visite y encontrar una manera de estar con el en el mundo real, pero para esto debía saber primero ¿Que es "él" exactamente?.

Kurushumi espero a que su amo diera la orden y llevo a Aäron al siguiente mundo.

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Cuando despertó, Aäron se encontraba rodeado por varias personas, estás llevaban brillantes armaduras y se podía ver la burla en sus ojos. El joven que se encontraba tirado en el suelo, los miro un poco confundido durante unos segundos, luego intento levantarse, sin embargo nuevamente fue empujado para caer en el mismo sitio.

"Judah sin duda alguna eres un inútil" dijo uno de los hombres que rodeaban a Aäron, "Jaja, esa palabra es demasiada amable para un perro como el" respondió uno de los hombres, Aäron seguía sin saber lo que ocurría y simplemente ignoro los comentarios de los hombres; "Oh!, Intentas levantarte, jaja ¿Creí que querías estar en tu casa?" dijo el primer hombre con un tono de burla mientras le escupía al joven, los presentes no paraban de reírse, sin embargo en mitad de las risas se escuchó una fuerte voz "¿Que les parece tan gracioso?".

Los hombres sintieron como el sudor frío recorría sus cuerpos y poco a poco se fueron alejando de Aäron. Un hombre alto y corpulento se acercó al joven y extendió su mano, "¿Estás bien Judah?" Dijo el hombre con un tono preocupado, sus ojos reflejaban una pureza cautivadora al igual que una gran tenacidad y valor; Aäron acepto la ayuda y sostuvo suavemente la mano del hombre, luego respondió "Estoy bien... Gracias".

El hombre le sonrió al joven y luego de ayudarlo a levantarse volteo la mirada y casi como si quisiera asesinar a los demás hombres dijo "Si alguna vez tienen un problema con Judah estoy dispuesto a escuchar cualquier queja", luego mientras sostenía la mano del joven, salió del salón en el que se encontraban y se dirigió a su habitación.

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Mientras caminaban Kurushumi le informo a Aäron la situación en la que se encontraban.

En este mundo Aäron había reencarnado como Judah, un joven caballero, el cual era un subordinado y amigo del protagonista Gabriel. Judah siempre había sido intimidado por sus compañeros a excepción de Gabriel, él cual lo trataba como su hermano menor. A pesar de ser un personaje tan importante para la vida del protagonista, Judah termina muriendo durante la segunda batalla, esto debido a que salva la vida de Diane, la protagonista femenina.

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Luego de escuchar esto Aäron sonrío y simplemente siguió caminando junto a Gabriel. Cuando llegaron a la habitación, Aäron le agradeció nuevamente a Gabriel y cuando estaba a punto de cerrar la puerta sintió que su mano aún era sostenida por la otra parte, Aäron levantó suavemente la mirada y dijo "¿Algo más señor?", Gabriel se dió cuenta de lo que estaba haciendo y soltó casi a regañadientes la mano del joven y contesto "Ya te he dicho que no me digas señor, solo llámame Gabriel, ¿De acuerdo?", Aäron asintió suavemente y se despidió de su superior.

Gabriel se dirigió a su habitación casi corriendo, cuando llegó cerró la puerta y se llevó la mano a su corazón, no sabía porque pero su pulso corría más rápido que el mejor caballo del reino y su cara estaba ardiendo en un intenso color rojo; el pobre hombre se sentía extraño, está era la primera vez que le pasaba algo así, siempre había sido cercano con Judah, pero nunca había considerado que sus sentimientos se torna rían de esa manera hacia el. Gabriel pensó que talvez le estaba dando muchas vueltas al asunto, así que decidió no darle mucha importancia y salió de la habitación tan tranquilo como siempre.

Escapando del tiránico sistema de DiosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora