todo era mágico, genial, y yo tenía muy claro lo que sentía por ti; amor, más real, y más puro de lo que alguien podría si quiera llegar a experimentar. me dabas tantas señales de que sentías lo mismo que yo, ¿o es que estar enamorada de ti me había cegado tanto, al punto de imaginar que me querías?
mi memoria jamás borrara aquel día de mayo, en el que, lo que habíamos construido durante meses, se fue para abajo.
lo recuerdo, fue un día un poco cálido, todo iba saliendo perfecto, rodeados de nuestros más grandes amigos. en ese entonces, yo era menor que ahora, y eso sólo complicaba más las cosas. al sentarte al lado mío, me aceleraste tanto el corazón, no tengo idea de si lo notaste, pero mi emoción era obvia, y deseaba congelar ese momento... así, por siempre.
tu voz habló dirigiéndose a mí, "¿estás enojada?" preguntaste, para ser sincera, siempre he amado la ternura con la que lo preguntas, con algo de miedo, y a la vez, deseoso por saber lo que me pasa.
me confundiste un poco, ¿por qué habría de enojarme? no podría, y mucho menos contigo. al segundo comprendí a que venía la pregunta, sólo era para romper el hielo; la tormenta estaba por empezar.
"¿cuantos años tienes?" dijiste a continuación, mi corazón se detuvo. estaba entrando en pánico, y, estoy segura de que te diste cuenta de aquello. aún con el nudo en la garganta, insegura, me armé de valor para contestarte, me arrepiento tanto de no haber ni siquiera luchado por saber que sentías en ese instante. al parecer, mi respuesta afectó en gran parte lo que teníamos, pues, durante una semana, no me dirigiste la palabra, estabas destrozandome.
y no, mi amor, no eran suposiciones, ya que, tú mismo me confesaste, que sí habíamos perdido comunicación, era gracias a que sabías mi edad, lo cual, sabía que tenía que pasar, pero me negaba a aceptarlo.
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todo lo que jamás te dije.
Romance"Érase una vez, lo teníamos todo, pero en cierto punto, lo perdimos."
