sinceramente, estaba cansada de tu ridícula actitud, ¿me veías como una amiga, o había algo más en ti? ¡me estabas lastimando, grandísimo idiota! ¿acaso no te dabas cuenta de ello?
dejé de verte una semana más, toda una tortura. no pienso negarlo, extrañaba tus abrazos más que nada en el mundo. esos abrazos reconfortantes, que me hacían querer más de ti, quería quedarme para siempre en tu pecho cada que te abrazaba.
el primer día que nos vimos, luego de nuestro "pequeño problema" fue el mejor día de mi jodida vida, ¿por qué? simple, el amor de mi vida me había salvado, ¿exagerado? un poco, pero si no fuera por ti, te juro que no sé lo que sería de mí ahora mismo.
piscina, sábado, tú, yo. perfección.
esa es mi definición de ese día.
habíamos planeado salir junto a nuestros amigos a pasar un día relajado, en una piscina, comer pizza, jugar fútbol, ¿qué podía salir mal?
me invitaste a jugar fútbol con ustedes, te voy a ser sincera, para mí, mi amor, eres el mejor jugador del mundo, no me importa si alguien más te hizo creer lo contrario; para mí no hay quien te iguale.
terminamos cansados, agotados, diría yo, así que al terminar, decidimos entrar al agua un rato.
amé cada maldito segundo ahí dentro, ¡me habías cargado en tu espalda dentro del agua! mi corazón latió muy fuerte, te amo, te amo, te amo, aún puedo sentir la sensación que me provocaste.
no obstante, la pesadilla estaba por comenzar.
me sentía incómoda, sentía miradas sobre mí, y, no cualquier tipo de miradas; miradas de deseo. me da asco recordar aquello.
¡había unos tipos viéndome, haciendome señas repugnantes!
estaba nerviosa, asustada, no sabía que demonios hacer, ya que, si salía, el bañador se pegaría a mi cuerpo, y lo escotado que éste me acomodaba, no ayudaba demasiado.
no aguanté más, rompí en llanto, mi corazón temblaba, y tú te percataste de aquéllo. me preguntaste que me ocurría, y, no miento, el sólo escuchar tu voz, logró tranquilizarme, no del todo, pero en gran parte.
"ya no te separes de mí" dijiste, tomándome del brazo, para ponerme detrás de tu espalda. ¿estabas haciendo eso por mí? ¡me cargaste de nuevo! me sentí protegida, en paz, contigo me sentía fuerte. sólo puedo decir que cada átomo de mi ser te amó, lo sigue haciendo.
el tiempo pasó rápido en tu espalda, joder, te amo.
cuando decidí salir de esa piscina, aquellos tipos... simplemente no puedo explicar sus rostros, disfrutaban de verme así, débil ante sus miradas y acosos. volví a llorar, ésta vez, más fuerte.
me seguiste, te sentaste al lado mío, y tus palabras me dieron toda la paz que necesitaba, en ese momento, sólo existías tú. "mientras estés conmigo, no voy a permitir que algo malo te pase." ¡Joder, joder! mi cuerpo se llenó de calor, me abrazaste, y yo sólo podía escuchar latir tu corazón.
te amo tanto, tanto, daría todo por regresar a aquel día, en el que me demostraste que realmente te importaba.
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todo lo que jamás te dije.
Romansa"Érase una vez, lo teníamos todo, pero en cierto punto, lo perdimos."