No me olvides

CAPÍTULO CINCO

Jueves por la mañana, al fin. Un casi viernes, un día mas cerca del fin de semana. 

Envolví mi cabello en un toalla después de que salí de la ducha, me puse mi bata y me mire al espejo. Me veía mucho mejor que los otros días, pero eso no fue lo que me sorprendió.

Kayden me miraba a través del espejo con una gran sonrisa. Me quede quieta por unos segundos. 

—Hola, Clarita —dijo y de inmediato cerré los ojos con mucha fuerza. 

Cuando los volví a abrir, ya se había ido. Sentía mi respiración acelerada, y mi corazón latía a mil. Un golpe en la puerta me sobresalto, volviéndome a la realidad. 

—¡Apúrate, Clara! —Era la voz de mi mamá— ¡Vas a llegar tarde!

—¡Ya voy! —conteste. 

Me fui a mi habitación a terminar de arreglarme aún con mis manos un poco temblorosas del susto que me había pegado hace un rato. 

Quería decirle a alguien, pero cómo le contaba a alguien que estaba viendo el reflejo de mi fallecido amigo en todos lados sin que me traten de loca. 

Estaba desayunando cuando mi celular sonó, mostrando el nombre de Mitchell en las notificaciones. 

En 15 paso por ti :)

Lei el mensaje y entre en pánico porque no tenia planeado que me venga a buscar. Todavía seguía con la toalla en la cabeza y mi tazón de cereal casi lleno.  

Trate de comer todo lo mas rápido que pude y fui directo a lavarme los dientes mientras trataba de secar un poco mi cabello con la secadora. 

Maldito Mitchell con sus acciones inesperadas. 

Sali rápidamente de mi casa cuando escuche la bocina de un auto que se estacionaba enfrente de mi casa, no sin antes despedirme de mis padres con un beso en la mejilla como siempre.

—Buenos días —me dijo Mitchell apenas entre en el auto. 

—Buenos días —le dije extendiéndole el puño, el cual rápidamente baje. 

Ese era el saludo que tenia con Kayden cada vez que él me pasaba a buscar todas las mañanas. 

—¿Paso algo? —me pregunto al ver mi cambio de expresión. Rápidamente negué con la cabeza. 

Él extendió su puño en mi dirección esperando a que lo chocara con el mío. Dude por unos segundos pero al final le sonreí y choque su puño con el mío. 

—¿Qué le paso a tu cabello? —me pregunto mientras se reía haciéndome olvidar de la situación anterior completamente.

Rápidamente le di una mala mirada, mi pelo al pasarle rápido el secador se había esponjado y cada mechón iba para el lado que se le daba la gana. Además que aún tenia partes mas húmedas que otras. 

—Lo que le paso fue que alguien se le ocurrió avisarme que venia en 15 minutos —le conteste mientras pasaba mis manos por mi cabeza tratando de poner mi cabello un poco en su lugar—. Yo no se tu Mitchell, pero en 15 minutos no se pueden hacer muchas cosas.

Mitchell se rio ante mi comentario y vi en sus ojos una pizca de picardía. Vaya uno a saber que se habrá imaginado, pecador.  

Se sentía extraño volver a tener esta relación con Mitchell después de estos años en los cuales le guarde bastante rencor por portarse mal conmigo. 

Cuando éramos pequeños fuimos buenos amigos, pero eso cambio cuando empezamos a crecer y él cambio su actitud.

Me sentía como cuando éramos niños, simplemente hablando mientras nos reíamos.