Hay demasiado dolor con que lidiar.
Llenamos espacios en el tiempo que le dedicamos a lo que calienta nuestro corazón, tratando de apagar fuegos, que queman o despiertan.
Siempre volverá a ser primavera.
Pero no siempre lloverá.
No siempre habrá una oportunidad para ser eternos, para tomarnos de la mano y escribir nuevos comienzos.
No siempre tendré la oportunidad para repetirte lo mucho que te quiero, lo mucho que aprecio tu compañía, tu cercanía, tu consuelo, tu tiempo.
No en todas las primaveras florecen las mismas plantas, ni en todas las primaveras terminan los inviernos.
Porque creo, o creí, que no era necesario tenerlo todo, pero ahora no te tengo y quiero pensar que el vacío no es consecuencia de haberme castigado en no pensarte más.
Volverá a ser primavera.
Pero...
Después de un año, volverá a ser primavera.
Y ahora llueve, y moja, y te recuerdo suplicando un perdón que no te corresponde.
Y te veo pequeña, aún más de lo que tu cuerpo consume.
Y llueve, y la cerveza entre mis manos, las cómplices risas y sonrisas, te traen a un amargo paladar que parece sopesar el ardor en la boca de mi estómago.
La lluvia colorea ciudad en sombras de abatimiento.
Su aroma inunda mi cuerpo, y su roce penetra el control de mis sistemas.
Pero es tan solo la efímera memoria que atraviesa mis sentidos cuando miro tu recuerdo en la cotidianidad.
Cuando te miro en nuestros espacios, y en tus propias sonrisas.
Es difícil no pensarla cuando pertenecemos al mismo gremio, y lo absurdo de ello es que aún así no sé nada de su paradero.
Pienso de forma egoísta en lo sencillo que le fue dejarme sin nada, aún cuando fui yo quien parecía haberse llevado toda su vivacidad.
Y es que ella sí me dejó sin nada...porque ella ya no está.
Porque de alguna forma el saber que caminaba en algún rincón de esta ciudad me daba cierto impulso, el saber que me amaba me daba vida.
Pero no hay razón, cambió su número, dirección y cerró sus redes sociales.
O quizá no las cerró, solo me cerró de ellas.
Y en esta lluviosa noche de abril, mientras veo a mis amigos ir y venir con sus esposas y "amigas", no puedo evitar en pensar lo imbecil que fui.
Y es que, quizá no lo fui tanto, quizá yo solo le iba a poder dar lo mínimo cuando ella merecía lo infinito.
O quizá no lo infinito, necesitaba que la amaran.
Youngjae abrió un bar, y todos estamos aquí dándole apoyo. Comprando bebidas, invitando más amigos.
Varios de nosotros compartimos en redes, la novedad y los amigos de nuestros amigos se acercan.
En nuestra mesa Jackson está con una chica que conoció la noche anterior, Jinyoung con su esposa, Chaeyoung ha venido con su "amiga" y Mark, ha traído a su prometida, Hanna.
Otros amigos cercanos de Youngjae se suman a la mesa, esta parece ser la más especial, pues es la más cercana al escenario.
Todos parecen disfrutar la velada, todos ansían las presentaciones de micrófono abierto y todos reclaman con miradas de reojo, mi casi nula participación en la euforia.
Deben de pensar que lo que me incomoda sea mi reciente ruptura con Ara, mi compañera de la compañía de danza.
Deben de pensar que cuando Ara se acercó aquel martes para pedirme que termináramos nueve meses de relación, mi mundo quedó destrozado.
Después de todo había puesto un anillo en su dedo, y juré frente al espejo hacerla la madre de mis hijos.
Pero lo que verdaderamente quebró mi cabeza, fue enterarme de que no me importaba.
Que pensé "bueno, esto solo viene y va".
Que no tuve miedo de encerrarme en la soledad, de rentar junto a Jackson.
De besar chicas desconocidas en los bares, de conducir a miles de kilómetros por hora, de ser despedido.
De pelear con mis padres.
De perder la hipoteca del auto.
De sentir que el mundo se destroza y ya no tengo nada, ni un solo motivo para empezar de nuevo.
Pero un día topé con su recuerdo, con tu recuerdo.
Porque vi La sociedad de los poetas muertos y me imaginé llorando contigo.
Y pensé que quería verte de nuevo, quería decirte que me tomaron once meses para darme cuenta que te extraño.
Y que sería un imbecil si me atrevo a tocar tu puerta y pedir que me dieras todo lo que nos negamos cundo decidimos callar, callar lo mucho que teníamos por doler.
Youngjae se acerca para preguntar por la calidad de las bebidas, todos aplauden, brindan, ríen y una cara conocida se acerca a nuestro amigo y pide la cuenta.
-¿Te vas ya?
-Sí, mi amiga recién llega de un largo viaje, y quiero hacerle compañía.
-¡Invítala! Le sentarán bien un par de bebidas.
Antes de que esa cara pueda negarse, Youngjae nos presenta a su ex compañero en los cursos generales de la universidad.
Y todos guardan el silencio como si se tratara de el fantasma de un querido abuelo.
A todos nos pesa de forma unánime la curiosidad.
Y en menos de un par de minutos le empiezan a abordar con casuales preguntas sobre lo que ha sido un año de un intencional alejamiento.
Hace un año atrás, todavía nos reuníamos a discutir intereses y anhelos.
Pero, el quiebre fue más fuerte y se llevó la voluntad de fortalecer lazos, nos dejó a todos en algún bando donde ganaba el que mencionara más caprichos ahogados en el desvelo.
Cuando Jinyoung pregunta por Val, todos parecen perder el aliento.
Pero Jaebum sonríe y habla de como ha cambiado, del brillo en su forma de caminar y el trato que le da a sus sueños.
Que recién ha llegado de vivir cinco meses en Brasil, y que nunca la ha visto más en paz con su carrera.
Explica a grandes rasgos que perteneció a un proyecto para llevar arte a las comunidades más marginales de una ciudad en el norte de São Paulo, habla de sus nuevos planes junto a Roberto, un hombre que conoció trabajando allí.
No da detalles, pero comenta que no ha vuelto para quedarse.
-Así que básicamente está de vuelta para empacar lo que le quedaba aquí, y nunca volver.-Dice Jackson de modo reflexivo.
-Creo que más bien Corea es un hogar.-Se detiene a analizar lo que piensa decir mientras mira su botella de cerveza.-Uno de tantos que piensa tener y construir. Nada está definido, y la he escuchado atender sus penas con ideas como..."No puedes cerrarte a un solo plan sin darte la oportunidad de vivir otros aromas" yo a eso le llamaría otros...otros destinos.
-¿Este Roberto es entonces su nuevo novio?-Me dejo decir.
-No, es el padre de su hijo.
ESTÁS LEYENDO
Don't feel like crying | Kim Yugyeom
RomanceVal es una actriz adentrada en los veinte, que tras una desorientada carrera profesional ha construido un hogar junto a Yugyeom, un bailarín de la compañía nacional de danza. Juntos en la capital de Corea, dos artistas con almas empedernidas por el...