X-Men: Días Del Futuro Pasado ❤️La Mutante De Mis Sueños❤️[Pausada Temporalmente]

Capítulo 10

A pesar de que Charles había escuchado la interrogante de Erik con claridad, no respondió a su pregunta, pues realmente estaba enfadado con él. Además, Xavier ya se había imaginado que Lenhsherr querría saber de Summer, y honestamente, el telépata no quería tener que hablar de ella precisamente con él.

Sin embargo, antes de que Charles, Erik o cualquiera de los otros mutantes ahí presentes pudiese haber hablado, seis oficiales se introdujeron a la cocina y los interceptaron. Logan y los demás salieron del ascensor y se colocaron frente a los guardías, sosteniendo un semblante preocupado.

- ¿Charles? - dijo Erik - Congelalos.

Xavier, sin apartar la vista de los oficiales, dijo:

- No logro hacerlo.

Lenhsherr volteó a ver a Charles confundido. No entendía la razón del porqué Xavier, no usaba sus poderes.

Sin pensarlo, los guardas apuntaron hacía los mutantes con sus armas, y Erik, para defender a los de su especie, hizo uso de su don; elevó cuchillos, ollas y sartenes de metal por los aires, dispuesto a herir a quien amenazara a sus hermanos. Inmediatamente, Charles se percató de la desalmada idea de Erik. Y con rapidez, colocó su mano sobre el pecho de su antiguo amigo, tratando de impedir que lastimara a aquellos hombres mientras le gritaba-¡Nooo!-. En ese instante, las balas salieron disparadas por los pequeños cañones de las pistolas, el intento de Charles por frenar las crueles intenciones de Erik se volvió un eco, mientras que Peter, con calma, se colocó un antiparras y a toda velocidad, recorrió la pieza con la intención de socorrer a sus nuevos amigos. Quicksilver le sacó media prenda interior a un oficial, y la alzó con fuerza hacía arriba; apretando la entrepierna del guarda. Después, corrió hacía otro guardía. Le tocó la mejilla con su dedo, y eso produció hondas en la piel del hombre. Una acción que el joven hizo por mera diversión. Pues luego de eso, le lanzó a aquel un plato que seguramente le golpearía la cara. Acto seguido, Peter se colocó en medio de dos oficiales, tomó sus brazos y los enlazó para que al final, fueran ellos los que se golpearan. Luego, el chico de melena gris se acercó hacía otro guarda, se situó al lado de él y le acomodó el brazo; de esta forma, el oficial terminaría por brindarse un puñetazo él mismo. Cuando Peter pensó haber terminado con su jugada, se dio cuenta de que casi olvidaba un minusculo detalle; las balas. Maximoff corrió hasta situarse frente a Charles, Erik y Logan, y luego, cambió el curso de los proyectiles; como si fuesen las cerezas de un pastel.

Al finalizar su faena, Peter sonrió y se alejó de sus compinches, al mismo tiempo que los oficiales terminaron por agredirse ellos mismos y las balas atravesaron las paredes de la cocina mientras que Charles, Logan y Erik cerraron los ojos pensando que aquel sería su final. Sin embargo, al percatarse de que los proyectiles no los atravesaron, volvieron a abrir los ojos, y para su sorpresa, los guardías yacían inconscientes sobre el piso. Al terminar de analizar la escena, la vista de los mutantes fue inmediatamente depositada en Peter, a quien observaron con ligero asombro.

Sin perder más el tiempo, Erik, Charles y Logan se encaminaron hacía la salida, pasando por un lado de Quicksilver.

- Gracias, chico. - le dijo James a Peter, al mismo tiempo que apretó su hombro con calidez.

Los mutantes abandonaron la cocina y con prontitud, comenzaron a recorrer los pasillos del Pentágono. Todavía se encontraba gente en el interior del edificio y este aún estaba siendo evacuada. Charles, Erik, Logan y Peter se mezclaron con la muchedumbre, y al salir de la manzana Lenhsherr tuvo que agachar la cabeza y esquivar las miradas de los guardías que yacían custodiando los alrededores del pabellón.

- ¿Dónde dijeron que iban a esperarnos? - preguntó Peter.

- Tras las barreras del Pentágono. - respondió Charles.

- ¿Quién nos está esperando? - no pudo evitar preguntar Erik.

Charles y Logan voltearon a verse tras haber escuchado la interrogante de Lenhsherr. Ambos se sospechaban lo que pasaría una vez que Erik volviese a ver a Summer. Y sin embargo, aunque Xavier y James fueron oyentes de la duda de Lenhsherr, ninguno de los dos quizo responderle.

Se mantuvieron caminando en medio de la multitud, por un camino largo y ancho que conectaba con el final de los terrenos del edificio. Y tan pronto como los mutantes cruzaron el umbral de salida del Pentágono; Erik frenó su caminar e internamente, se sorprendió, a pesar de que su rostro no lo demostró. Había un coche negro, aparcado en la culminación del corredor del edificio y sobre el capó, estaban sentadas Laire, Dominick y Summer mientras que Mccoy yacía recargado en el vehículo. Sin embargo, a Erik no le interesó ver a nadie más que a Bloom.

- Debemos irnos ahora. - indicó Logan con leve preocupación.

E inmediatamente, las jóvenes y Hank se introdujeron en el auto. De repente, Charles notó la intención de Erik en viajar en la parte trasera del coche, en donde Summer estaba sentada. Sin embargo, de ninguna manera se lo iba a permitir. O por lo menos no iba a dejar que ella se fuese sola con él.

- Dominick, - nombró Charles - sientate al frente, al lado de tu marido.

Pattinson alzó una ceja, preguntándose a sí misma el porqué de la repentina decisión de Charles por cambiar de asientos. Después, miró a Erik y supo el motivo. La joven de mechones verdes se brincó al asiento del frente con rapidez.

- Y no es mi marido. - negó con tenue indignación, Dominick.

Logan subió al auto y se sentó al lado de Pattinson, en el lugar del piloto.

- Aún no, querida. - dijo James, a lo que Dominick bufó levemente irritada y se cruzó de brazos.

- Laire, subete a las piernas del cleptómano. - indicó Charles.

- ¿Cómo? - confundida dijo la chica de ojos pardos.

- Que te subas a las piernas de Peter, ¿qué no ves que apenas y cabemos?

Laire gruñó y rodó los ojos de cólera. Obligada, Hayes se colocó sobre las piernas de Peter, mientras que aquel, estaba sumamente encantado con la idea. Pues una vez que la joven de ojos pardos se sentó sobre las extremidades de Maximoff, este la rodeó por la cintura y con velocidad, la obligó a pegar su espalda al pecho del chico; de modo que la barbilla de Peter quedó justamente sobre el hombro de Laire. Lo cual, a él le facilitó plantarle un rápido beso en la mejilla de la chica.

- ¡Que dejes de hacer eso! - dijo la pobre de Laire.

Mientras que Peter rió y contestó con un no.

Luego, antes de que Erik intentara abordar el vehículo, Charles se plantó frente a su viejo amigo, de modo que Xavier quedó en medio del auto y de Lenhsherr.

- Ni se te ocurra. - amenazó Charles, con sus iracundos luceros azules enterrados en la clara mirada de Erik. Y luego de lanzar su advertencia, este se giró sobre sus talones y se introdujo en el coche - Vas a tener que ir sobre mis piernas. - le dijo a Summer.

Bloom comprendía la situación. No había espacio dentro del vehículo, por lo que no se opuso ante la indicación de Charles. Apenas Summer se sentó sobre las piernas de Xavier, Erik se internó en el carro. Sin más preambulos, Logan encendió el coche y de nuevo, lo puso en marcha. Ahora, se embarcarían a la mansión de Charles. Pues era él quien poseía su propio jet privado.

El silencio se hizo presente durante el camino. El ambiente que había rodeado a los mutantes antes de liberar a Erik era muy diferente al ambiente que los envolvía ahora. Nadie decía nada, pero no era necesario hablar cuando podían percibir. La tensión se debía a Charles y Erik. A ninguno le cabía duda de que Xavier y Lenhsherr seguían ensimismados con Summer. Sin embargo, ella miraba hacía el frente, ajena a las irritadas miradas y pensamientos rencocoros por parte de aquellos caballeros que alguna vez, se esmeraron en conquistarla.

Erik miraba a Summer sin disimulo alguno. Estaba abstraído por aquella belleza que los años no lograron consumir ni siquiera un poco. Estaba tan idéntica a cuando la conoció. No podía dejar de verla. Mientras que Charles observaba como Lenhsherr contemplaba a Bloom sin poder pestañear. De pronto, Erik notó el encrespado semblante de su viejo amigo el telépata, quizás porque aquel percibia sus intenciones. Lenhsherr ladeó su cabeza y fijó su vista en él.

- Como en los viejos tiempos, amigo. - dijo Erik con cinismo.

Mientras que Charles continuó mirandolo fastidiado.