Ángeles vs. Demonios (Jelsa)[Editando]

3.V A L E N T Í A

-¿Te sigue doliendo?-la voz de Rapunzel me sacó de aquel pequeño trance.Solo asentí como respuesta.-Bien,porque estoy con ganas de golpearte y hacerte reaccionar de una buena vez.

Busqué rapidamente mi arco y al verlo al lado de una pequeña mesa me calmé.
La rubia me vio más enojada al darse cuenta que no la estaba prestando la mínima atención.

-¡Eres un caso ,Mérida!-Gritó-¿Sabes que aquella espada estuvo a nada de ser solo una herida superficial?¡Tú de que vas!¿Qué planeabas hacer ver?¿Ganar a Arandelle?-Puse los ojos en blanco al escuchar eso.-Ya veo,esto es por tu familiar¿No?

No negué nada,Rapunzel es mi mejor amiga desde que tengo memoria, no tenía miedo de contarle mis secretos.

-¿Esto es por el arcángel Gabriel o tu familia?

Suspiré pero fui interrumpida por la presencia del conocido patrón de los peregrinos,encargado de la salud,de los viajeros y del noviazgo.

El arcángel Rafael.

Mucha historia dejen decir.

Como era costumbre a alguien de rango superior,intente hacer una reverencia pero fracasé en el intento.

-Todavía no se encuentra en un buen estado,por ahora solo reposa hasta mañana.-dijo Punzi,Rapunzel,cuando me sostenía.

-«Querido hermano, oro para que te vaya bien en todos tus asuntos y goces de buena salud, así como prosperas espiritualmente.»-citó mientras que yo agachaba la cabeza esperando que me dé un reproche.

Nada.

-Dios es el único que puede juzgar,yo solo soy un pionero para la gran obra de él.-su respuesta me hizo avergonzarme de mí.-No debes temer,obra bien y obtendrás esos resultados.

El arcángel Rafael,era el más inteligente y justo de entre todos.
Sin que me escuché Raguel,espero.

Usaba una túnica de color verde y sus alas blancas transmitían aquella tranquilidad que todo en él mostraba.
De entre todos,sería su fiel súbdita,era mi ejemplo de seguir.

-Solo hay que serle fiel al creador y arrodillarnos ante él.-dijo mientras sentía la sangre correr por mis mejillas.-Aunque me siento halagado y esperemos que Gabriel no escuche,sin más que decir,espero tu pronta recuperación.-Asentí al ver que se iba retirar.-Rapunzel,te veo en la sala de juntas dentro de unos minutos.

Su ausencia dejó un silencio inmediato ,pero fue interrumpido por la voz de Rapunzel al cantar una suave melodía.
Si no fuera un familiar de uno de los grandes arcángeles,sería bueno que ella se uniera al coro de la iglesia de la ciudad dónde ya permaneciamos.

Por ahora.

Rapunzel revisó por última vez la herida en la espalda que tenía,que no me faltara nada mientras ella no estuviera conmigo.

-Vendré rápido,intenta por los ángeles no meterte en una pelea.-Bromeó al levantarse de la camilla dónde estaba.

-¿Perdí?-pregunté de una vez al ver que no me decía nada más que cuidarme.

Ella dudó en responder pero al ver de seguro la angustia reflejada en mi rostro,intentó decirlo.

-Según las normas,perdiste.-lo dijo.-Ya no tenías una flecha en tus manos cuando ella había soltado su espada.-Genial.-Pero al ver que la utilizaste para defender a tu familiar,se quedó en una anulación.

-Espera,¿Y Elsa?

Hizo una mueca extraña antes de responder.

-La castigaron,estuvo por una semana limpiando los establos entre otras cosas más.-Sabía que Rapunzel había hecho una cierta amistad con ella,pero no sabía hasta donde se había llegado.-Los altos rangos y el parlamentario del cielo no saben la noticia,así que los que prenciaron aquel acto se les manda discreción.

Con alguna de mis dudas respondidas y al darme cuenta que estuve dormida por una semana,el tiempo que estaríamos aquí ya se había acabado.

Rapunzel ya se había ido con la promesa que traería mis maletas para ya estar listas antes de la madrugada.

Diría que me quedé dormida pero no podía.

Lo había defraudado.

Los pensamientos al saber que probablemente ya se me estaría juzgando de ser unas débiles.

Suspiré mientras las luces de afuera de las calles se estaban alumbrando para el anochecer.

¿Tanto esfuerzo por estos años?¿Tantas lágrimas y entrenamiento para que solo sea comentado por un duelo?

Me sentía terriblemente defraudada conmigo misma,insuficiente sería la palabra.

Nada.

Eso era.

Entre tanto juzgandome y pensando en lo que pudo haber sido si hubiera logrado ganar,cerré los ojos brevemente antes de quedarme dormida.

-¿No te encuentras nerviosa?

Miré a Rapunzel que se encontraba atrás mío mientras estabamos esperando y haciendo una fila para este momento.

El lugar dónde había crecido estaba entre los humanos,una joven que vivía en un pueblo rústico donde la naturaleza nos rodeaba completamente.Había sido cuidada por los que creía era mis padres ,no fue malo,me daban cariño y compresión hasta donde se pudo.

Hasta que apareció él.

-¿Sabes algo de ellos?-Me preguntó la oji-verde un poco sorprendiendome.

-Deja de entrar en mi mente,es molestoso.

Yo también lo hacía en momentos,pero era inconscientemente.No me agradaba entrar a la privacidad así como a mí tampoco me agradaba que ella lo haga.

-Lo estoy todavía controlando.-Se excusó mientras comenzaba a ver nuestros alrededores.Siempre hacía eso cuando se sentía culpable.

-Solo sé que tienen trillizos y se encuentran bien.-Cambié el tema al responder la pregunta antes de mirar al frente donde el arcángel Rafael se encontraba presente.

-

-Que así sea.- respondimos en coro antes de dar este siguiente paso.

A los ocho años llegué aquí junto a lo que creía era mi salvador,aquí hasta el día de hoy comenzó mi historia.Y justo este día comienza otra,cerrando otras y viendo esta.

Al lugar donde íbamos,ya no era un juego de niños.Aquí podríamos ser llamados ángeles guardianes y por primera vez poner en práctica lo que habíamos aprendido por estos años.

Solo hasta que la hora llegue y la verdadera batalla comience.

Era mi turno para entrar en aquel pequeño portal en forma de espejo.Di una pequeña oración antes de por última vez ver mi pequeña ciudad donde ya me sentía cómoda.

-Que Dios te proteja.-El arcángel Rafael me habló antes de ver con preocupación atrás mío.

Fue por breves segundos antes de ver como Elsa y Anna estaban llorando a las palabras que les decía mi familiar.

Habían recibido una mala noticia.