Perfectos Derechos

ESTOY EN MI PERFECTO DERECHO

-¿Me amas, T/N? -atento aguarda la respuesta.

Niego.

-Te quiero. Pero si tú me amas, me obligaré a hacerlo también.

-Suena cruel. ¿Obligarte a sentir algo que no?

-Lo haré igual.

-¿Por qué?

-Porque “te quiero ver feliz”.

• UN AÑO DESPUÉS •

-¿Me amas, T/N?

-Con toda mi alma.

-Fue un amor forzado.

Mi mirada se sume en el silencio. Y la de él en la tristeza.

-Mi espíritu está contristado y cansado de sacar fuerzas de donde ya no las hay para demostrarte que mi amor es sincero. ¿No ves la sinceridad en mis ojos, Taehyung?

-Solo miro tus labios ansiando la respuesta que anhelo escuchar.

-Mi amor es forzado. Se lleva... toda mi fuerza. Amar es cansado más aun cuando la otra persona necesita un “te amo” para sentirse aliviada. ¿Anhelas esa respuesta?

-La quiero, T/N.

-No me preguntes, porque mi corazón se encargará de que mis sentidos conecten con los tuyos y sientas en tu latiente corazón que un te amo puede mencionarse con tan solo una mirada. Por eso mira mis ojos porque yo siempre ando observando los tuyos en un éxtasis por saber si te logras dar cuenta del amor que empezó a crecer desde que melancólicamente preguntaste: ¿Me amas?
“Te amo”.

-Luces molesta.

-Abate mi ser meditar que, solo... dos palabras, cinco letras; esa pequeña frase que dirijo a mi vida es molestamente corta para definir y exponer todo lo que mi cuerpo y mente sienten cuando te ven.

-Lo siento, mi inseguridad te está hiriendo.

-¿Recuerdas? Te quiero ver feliz. Y aunque no me guste... Por ti, haré y diré cualquier costa con tal de borrar esa sonrisa sombría para cambiarla por una llena de felicidad.

-Te amo, T/N.

-Amo mi vida. Te amo, vida mía.

...EN LA ACTUALIDAD...

Soy T/N Oxford; lindo apellido ¿no? Ya quisiera que mi vida también fuera linda, pero no se asemeja nada. La infelicidad que golpea mi corazón nubla mi visión y consigue escapar en lágrimas amargas en un círculo vicioso.

Ahora mismo me encuentro frente a la casa de la persona con la que he protagonizado las conversaciones anteriores. Bajo la lluvia, grito con todas mis fuerzas y suplico que me escuche. Sin embargo... Por el ruido fluvial dudo que me esté escuchando o que me quiera atender. No importa. Me quedaré y continuaré rogando poder hablar con él.

Arrodillada, pienso en cómo terminé en esta situación dolorosa. Sé que tengo la culpa, soy la causante de mi propio dolor. Justo cuando todo en nosotros empezaba a funcionar la tuve que embarrar. Esto es lo que sucede al confiarte; bajas la guardia y te expones. Tratar de solucionarlo con mentiras lo empeora más. Solo mentí para que él no saliera herido.

Pero debo recapitular desde esa noche que rompí nuestra “amistad pura” para convertirla en una relación basada en:

Engaño.
Peleas.
Cobardía.
Miedo.
Silenciosos celos.