V e i n t i c u a t r o

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- Lo que Sam piense me trae sin cuidado - Dije despreocupada - La única que me importa es Brittany

Ella se rió con sorna - Pongamos que eres novia de Brittany - La miré intrigada - ¿Has pensado en que tal vez Brittnay no quiere que te hagas cargo de su bebé? ¿Siquiera lo va a conservar?

- Ella se quedará con él - Asentí con firmeza - Me lo dijo y sé que hablaba en serio

- Tú apenas toleras a los niños -

- Pero se trata de algo diferente - Dije suavemente - Cuando Beth nació tampoco me gustaban los niños, pero estuve bien con ella, de hecho la amo aún si no fuera mi sobrina por sangre. Los niños realmente no van conmigo, pero hice una excepción con ella y haré una excepción con el hijo de Brittany -

Quinn se rió. Yo la miré confundida y ella al verme se volvió a reír - ¿Quién eres? - Rió suavemente - ¿Qué le hiciste a Santana?

Yo sonreí ligeramente antes de reírme también.

- El amor es lindo - Murmuró - Es... lindo estar enamorada, sobre todo aún más si esa persona te corresponde. Estoy feliz por ti, pero la situación no lo convierte en algo bueno, solo espero que sepas lo que haces

- Esto es lo que quiero - Asentí - Cuando Sam sepa todo sobre Brittany - Alcé la mirada hacia el frente y sonreí torcido - y sobre mí se va a armar una grande, pero no me va a importar porque sin duda voy a estar allí para ella y sé que de algún modo todo va a salir bien. Lo sé

Cuando la enana rubia salió, corriendo hacia nosotras con un dibujo en sus manos, nosotras subimos al auto. Quinn aseguro el asiento para niños y luego partimos de vuelta a casa. En el camino Beth nos contaba algunas cosas que hizo en clases y nos contó sobre el dibujo, el cual estaba ahora en manos de Quinn que lo miraba con una sonrisa. Al parecer era un dibujo de su familia.

- Me veo fantástica allí - Dije con el ego alto.

- Tú conduce - Quinn se mofó. Me reí ligeramente.

- Tía Tana - Miré por el espejo retrovisor - ¿es cierto que la tía Brittany y tú son pareja?

La miré sorprendida y luego a Quinn que se encogió de hombros.

- ¿Quién te dijo eso, cariño? - Q preguntó.

Ella sonrió tranquilamente - Se lo oí decir a la tía Rachel.

- Maldita chismosa - Murmuré.

- Cuida tu vocabulario - Quinn me regaño.

Beth nos sonrió y yo solo le dije que la verdad "no, pero planeo que suceda." La respuesta hizo que la muchacha sonriera y murmurara "ella me cae bien, siempre juega conmigo." Le lancé una mirada de superioridad a Quinn que se rió con sorna.

La verdad había tenido horrendo como chofer y todo lo que podía pensar era en que si no fuera por la cita médica yo ahora estaría durmiendo en mi cama, pero no, allí estaba sentada en una incómoda banca esperando el turno de Brittany que no dejaba de mirar una revista de nombres.

- ¿Y ya elegiste nombres? - Pregunte solo para sacarnos del silencio que nos rodeaba. No es que fuera incomodo, es que era aburrido.

- Me gusta Elías para un niño - Sonrió ella - Para una niña... no lo sé, ¿Rosemary?

- Es bonito - Sonreí - El de la niña, claro, ¿no es una flor?

Ella asintió - Rosmarinus - No quito la vista del libro.

- ¿No te cansas de saberlo todo? -

- ¿Qué puedo decir? - Me miró divertida - Estoy maldita con mi sabiondez, y sí, sabiondez es una palabra

El amor siempre es cero Donde viven las historias. Descúbrelo ahora