Querido Gold... (Golfred)

15/09

Querido Gold...

Y yo que pensé que solo tendríamos contacto entre esas paredes, en las cuales somos experimento de profesores. Pero al final quedamos en las aceras de personas que no existen.
No están por esas pantallas que brillan.
Nunca pensé que me lo pasaría tan bien contigo, poco a poco vamos abarcando nuestros mutuos mundos.
Paseamos por el parque, vemos un perro. El animalito corretea sin dueño. Lleva collar.
En tus ojos se asoma  la nostalgia, fugaz.
Una niña corre hacia el perro. 

Nos mira. Porta una sonrisa y nos saluda tímida. Le devuelves el saludo y preguntas por su edad. Ella muestra seis dedos y hace la misma pregunta, tú, primero le enseñas un dedo, luego seis, la haces reír.(Eres solo una niña, sí, pero tu risa no desviará su atención hacia ti. Pronto me pertenecerá,sí, sí lo hará, pequeña humana. De hecho ya lo es, aquí es el papel.) Yo poniendo los índices como el símbolo igual, consigo que suelte una carcajada. 

Nos dice que se llama Daniela, de cariño todos la apodan Dana. Ella cuenta que vive cerca y que va todos los días a pasear a su perrita Caca, sí, sí, le puso ese nombre. (Si es que no es una parte fugitiva.) Le preguntas el porqué del nombre y con una expresión de obviedad  absoluta nos contesta solemnemente que es porque hace caca. Nosotros acabamos riendo por el simple pero ingenioso nombre.  Abrimos la boca para decir el nuestro pero ella nos hace callar argumentando que ahora somos Los Chicos Dedo. 

Tú Chico Dedo 1 y yo el 2. A continuación invitamos a Dana a una taza de chocolate caliente. Confundióse los ojos. Se perdían entre calidez y color. (Quizás abandonó los ojos, tal vez son de chocolate.)

Ante el gozo de la niña, acabamos sentados con ella en los columpios.

Yo esperé descubrir tu cuerpo, acabé encontrando otro. Una ánima hecha de inocencia, sonrisas genuinas.
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Este es el penúltimo capítulo. :')