[¿Que hare contigo?]

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La oficina de la directora es de los lugares más incomodo para un niño de 5 años. Cualquiera pensaría que les castigarían o reprendieran como en las caricaturas, pero vamos, ya no estaban en el siglo XIX o XX. Aunque, las peleas de niños era un factor que seguiría.

2 niñas se encontraban sentadas frente al escritorio de la Directora, el silencio reinaba mientras que la superior esperaba la llegada de los tutores de las niñas.

A lado izquierdo, estaba una niña, de unos 6 años, el cabello rubio atado en 2 coletas maltratadas y hecha greñas, su uniforme sucio y roto de los tirantes de su Jomper, tenia la cara golpeada y rasguñada. Sus ojos verdes solo deslumbraban odio hacia la niña de a lado suyo. La despreciaba. No se arrepentía de nada.

La otra niña, su mirada estaba caída, apretaba el borde de su falda con sus pequeñas y temblorosas manos. La adrenalina de hace unos minutos disminuyó, no es la primera vez que sucede, es la segunda y dentro de ella se sentía derrotada.

Su largo cabello curiosamente azul se encontraba hecha tirones y daba una mala vista a su peinado maltratado, con la diferencia es que ella tenia un chicle pegado en su cabellera. Su uniforme de igual forma que su acompañante, sus rodillas raspadas. Su mente estaba frustrada. Apretó sus dientes, reprendiendo sus ganas de llorar.

~Tock Tock~

El sonido de la puerta siendo golpeada suavemente solo hizo que las infantes se pusieran un poco nerviosas.

Directora: Adelante, pueden pasar -respondió monótona-

La puerta se abrió dando paso a una joven mujer, acompañada por 2 siluetas que al instante las niñas reconocieron.

Los mayores se situaron cada uno detrás de las niñas, sus miradas se encontraban serios, decepcionados y molestos, pero trataron de mostrarse tranquilos, algo tenia explicación a este problema.

Directora: Buenas Tardes, Sr. Light y Sra. Murray, los cité por que surgió nuevamente un problema con sus hijas—hizo una pausa mientras se levantaba de su asiento—Me informó una maestra que Cinthia y Leviathan se encontraban peleando en el baño y me las trajo a la oficina. Debo aclarar que esta situación deberá cambiar, hablen con sus hijas y no qui —fue interrumpida por la pequeña rubia—.

Cinthia: ¡Yo no fui! ¡Ella me empezó a molestar, yo no le hice nada, solo me defendí! —grito de forma chillona y molesta haciendo que los mayores se sobresaltaran—.

Leviathan: ¡No es cierto,mira como se te crece la nariz como Pinocho! Tú me pegaste un chicle en mi cabello cuando me estaba lavando las manos, diles la verdad!— grito coléricamente mientras apretaba mas el borde de su falda—

Cinthia: ¡Cállate! No es verdad! Tú eres mala, mala, mala, mala — sentencio molesta—

Directora: ¡Silencio! Ustedes dos son causantes de sus acciones, ¿Por qué no se pueden llevar bien? Como compañeras, sino quieren ser amigas, esta bien, pero respetense como compañeras —respondió seria—

Sra Murray: Mire Directora, entiendo su punto de vista, pero no es tanto por el respeto, sino por como los padres educan a sus hijosrecalcó las últimas palabras mientras volteaba a ver al reploid castaño y a su hija—.

X: —Aclarandose la garganta— Disculpe, ¿Tiene algún problema de como educo a mi hija? — respondió de forma cautelosa mientras posaba sus grandes manos en los hombros de su hija—

La niña se mostraba nerviosa y apretaba sus labios ante las manos que posaban sobre sus hombros. Se sentía tenso.

Sra. Murray: Si, señor, estoy indignada ante esta situación, se de su posición y por las cosas que usted hizo, pero no se aproveche de eso y educar a su hija como peleadora de boxeo, esta es una escuela para niñas, no un campo de batalla, aquí se enseña modales— sentencio un tanto arrogante mientras que su hija sonríe de forma triunfal—

Directora: Por favor, señora, no por nada la cité a la oficina y su hija tenga un reporte de indisciplina — dijo seria—

X: Lamento por la conducta de mi hija, Directora, pero se que ella no tenia la intención de lastimar a su compañera, por lógico, cuando alguien se siente agredido, intenta defenderse o alejarse, no estoy de acuerdo a la violencia, pero mire la situación, Leviathan tiene un chicle pegado en el cabello, y no quisiera que la maltraten de otras formas disfrazadas como "es un juego de niños"—justifico sin perder la paciencia—.

Director: Si, entiendo su punto de vista, Sr. Light, pero hay dos cosas que deben hacer y aprender, 1 es que esta escuela es para regular la actitud y buenos modales de las niñas, y 2 deben hablar con sus hijas, de lo contrario, tendré que explusarlas a ambas. ¿Queda claro señores? —

Ambos asintieron levemente mientras que cruzaban de brazos en seriedad y decepción.

Directora: También va para ustedes, niñas— advirtio y ellas solo asintieron de mala gana— Ya pueden retirarse.

Las niñas se levantaron de sus asientos.

Levianthan levanto la mirada hacia su padre, el cual mantenía el seño fruncido, leviathan se adelanto para ir por su mochila en el salón.

Cuando llego, solo encontro el aula desierta, pero no veía su mochila en su respectivo asiento, hasta que inspecciono por todo el salón y su vista se topo con el cesto de basura, ahí se encontraba su mochila, corrió hacia esta y la abrió y reviso su contenido, por suerte, todo estaba bien.

Leviathan: ... Tontas —susurro en el aire mientras apretaba el agarre de su mochila con fuerza—

Se dirigió hacia afuera del aula. Su padre se encontraba parado a espaldas de la puerta.

X: ¿Lista? —pregunto con seriedad—

La niña solo asintio apenada y caminaron hacia la salida sin decir ni una palabra.

Leviathan sentía coraje y un nudo en la garganta. Se notaba que su padre estaba furioso con ella, aunque solo lo disimulaba con una postura tranquilo.

•°Padre e hija°•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora