•°Padre e hija°•

[No me entiendes]

X y Leviathan llegaron a casa, ella simplemente contuvo sus ganas de llorar.

X: Leviathan, ven aquí, tenemos que hablar —respondio serio—

Leviathan: No! No quiero! —chillo con capricho— D-dejame sola —respondio sin verlo—.

X: No me hables de esa forma, niña —regaño serio pero se tapo la boca con sus manos— O-oh y-yo no...

Leviathan volteo a verlo rapidamente fulminandolo con la mirada.

Leviathan: No me digas así, no los entiendo...¿Soy una niña o un monstruo?—sus labios temblaron de tristeza—

X no podia entender con claridad a que se referia su hija.

X: ¿De que hablas? Por que dices que eres un monstruo?... ¿Alguien te dijo eso, cierto? —se agacho a la altura de ella y sostuvo con sus grandes manos el rostro de su pequeña—.

Leviathan: Y-yo... ¡Ya no quiero estar aqui! —empujo a su padre para alejarse de él—

X: Leviathan! Ven aquí! No estoy jugando! — exclamo desesperado, empuño sus manos y suspiro con estrés.

Leviathan no era una niña "delicada" y que se quede 4 o 5 horas sentada en una banca, siempre recibia un reporte, suspension o expulsión del plantel.

X estaba desesperado, no sabia que hacer o decir, no sabia del todo lo era ser padre por lo que veia en las familias humanas.

Se sentó en el sillón de la sala a pensar en algo.

Leviathan se encerró en su cuarto azotando la puerta, pataleo con rabia y se miro al espejo. Se veia muy desarreglada.

Leviathan: —llorando— soy fea, soy tonta, soy... Mala —susurro entristecida—.

Intento quitarse a la fuerza el chicle de su cabello, pero entre más jaloneaba de forma rabiosa, más se enredaba su cabello hasta que se desespero.

Quedo peor de lo que estaba.

Estresada, agarro las tijeras de su lapicera, no son especializadas para cortar cabello, pero algo tenia que hacer.

Trago saliva y acerco las tijeras a su azulado cabello ya maltratado, los cortes eran inexpertos y sin alineación. Sus ojos se cristalizaban cada vez más mientras se volvian rojos.

Apreto los dientes, para evitar llorar sonoramente. No queria que alguien la escuchase.

No se daba cuenta de lo que habia hecho, pero se estaba cortando más de lo debido.

Su mente no la dejo pensar bien, sus lágrimas no le perimitian ver bien y un nudo muy fuerte en la garganta le hacia sentir peor.

¿Como una niña de 6 años podia sentir un dolor tan fuerte a temprana edad? Todos hemos pasado por algo así alguna vez.

X se levanto cuidadosamente de su sillón, pensando como acercarse más a su pequeña hija.

Camino hacia las escaleras arriba, encaminandose entre las 5 habitaciones la de su hija.

Se paro frente a la puerta, suspiró con paciencia, esperando no cometer un error.

Abrio la puerta, encontrandose con una escena impactante.

Leviathan, giro su cabeza por inercia, encontrandose con la mirada preocupada de su padre.

X: L-leviathan! ¿Q-que has hecho, hija!? Que has hecho!?— exclamo con fuerza—.

Leviathan se asustó y tiró sus tijeras al suelo. Sus piernas temblaban, se volvio al espejo y se dio cuenta de su error muy tarde.

Leviathan: Mi... cabello... Mi cabello... N-no me gusta! —quejo entristecida—.

X trato de tranquilizarse y se acerco a su hija poco a poco.

X: Hija, voltea a verme —la sostuvo de su hombro, logrando voltearla— ¿Por que te has cortado así el cabello? Dimelo, no me enojaré —respondio con sinceridad mientras sostenia el rostro de su hija hacia arriba—.

Leviathan agacho su mirada, no sabía si su padre hablaba sinceramente o solo la iba a regañar.

Leviathan: S-solo quería cortar el chicle, pero no se que paso...—justifico con dolor—.

X se agacho a la altura de su hija y la abrazo para tranquilizarla.

X: Si ese era el caso, me hubieras avisado para ayudarte o llevarte a una estilista, no vuelvas a hacer eso hija—respondio serenamente—

La niña solo asintió. Estaba un poco más tranquila.

X: Bueno, vamos a que te arreglen el cabello, cariño —dijo mientras le regalaba una sonrisa dulce a su hija—

La pequeña azulada se limpio las lagrimás, conmovida por la sonrisa de su creador, sonrio.

Papá... Como te necesito, como te extraño...
Como me hubiera gustado seguir diciendo "Te quiero, papi"...